Murió Gigi Riva, leyenda de la selección azzurra, y toda Italia lo llora

Murió Gigi Riva, un 'fuoriclasse' de Italia en los años 60 y 70
Murió Gigi Riva, un 'fuoriclasse' de Italia en los años 60 y 70

El fútbol italiano está de luto por la muerte, a los 79 años, de Luigi Gigi Riva, máximo artillero histórico de la selección azzurra, que había sido internado en el hospital Brotzu de Cagliari tras haber sufrido un infarto. Gigi Riva, campeón de Europa con la selección italiana en 1968, permanecía “en condiciones estables”, pero debía ser operado del corazón tras haber sufrido una descompensación en su casa.

El ex atacante, conocido como “Rombo di Tuono” (el Sonido del Trueno), había sido sometido a estudios médicos tras el malestar que sintió en la víspera. En este escenario, en redes sociales se había registrado el hashtag “Fuerza Gigi” para apoyar a Riva, presidente honorario del Cagliari desde 2019, club al que guió a ganar el Scudetto de la Serie A 1969-70. Riva, que también fue presidente del Cagliari en 1986, permanece como el máximo artillero de la selección italiana, pues marcó 35 goles en los 42 partidos que jugó con la Azzurra, con la que perdió frente a Brasil la inolvidable final del Mundial de México 70. Además, convirtió 164 goles con el Cagliari en 315 partidos de liga.

Gigi Riva, con la estampa de romperredes del Calcio
Gigi Riva, con la estampa de romperredes del Calcio

“Giggirriva”, como lo llamaban en Cagliari, arribó a este club en 1963 procedente del Legnano, y se quedó en la isla de Cerdeña hasta 1976. “Aquí, yo que en la práctica no tengo familia, encontré muchas”, respondía Riva a quien le preguntó el motivo de su permanencia en Cagliari, en cuyo plantel decidió colgar los botines a los 32 años. Además de ser venerado por la afición del Cagliari, el exdelantero se convirtió inmediatamente en un ídolo de la Azzurra, pues los tifosi le elogiaban sus goles de gran jerarquía y su generosidad constante.

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Entre las 35 conquistas que marcó para Italia se destaca especialmente la que abrió el camino a la victoria por 2-0 que significó la coronación de la “azzurra” en la final de la Eurocopa 68 ante Yugoslavia. Además, se dio el gusto de ser el máximo artillero de la Serie A en tres ocasiones, pues sumó 18 goles en la temporada 1966-67, dos más en la 1968-69 y celebró 21 conquistas en la 1969-70.

Luego de su retiro se dio el gusto de ser responsable de la delegación de la selección de Italia que ganó el Mundial de Alemania 2006, cuarta estrella para la Nazionale.

“Me entristece enterarme de la enfermedad que ha afectado a Gigi Riva, hospitalizado en Cagliari. Un abrazo para él y sus seres queridos. ¡­Vamos, gran campeón!”, había publicado en redes sociales el Ministro del Interior de Italia, Matteo Piantedosi, en apoyo al astro histórico del seleccionado. “Estamos contigo, vamos Gigi”, se leía en el mensaje que Cagliari había publicado en su cuenta de la red social X, conocida anteriormente como Twitter, con dos emojis de corazones, uno rojo y otro azul, los colores del club italiano.

A fuerza de goles, Riva fue uno de los nombres emblemáticos del fútbol italiano de los años 1960 y 1970, periodo brillante de la selección peninsular, que incluyó la conquista de la Eurocopa 1968 y el subcampeonato en México 1970, y fue uno de los protagonistas de uno de los mejores partidos de la historia en Copa del Mundo, la semifinal ganada 4-3 contra Alemania, junto a otros grandes como Gianni Rivera, Giacinto Fachetti y el arquero Dino Zoff. Riva marcó uno de los cinco goles que se vieron en una inolvidable prórroga que envió a Italia a la final perdida ante el Brasil de Pelé (4-1).

Luigi Gigi Riva, artillero de la Nazionale italiana
Luigi Gigi Riva, artillero de la Nazionale italiana

Dos años antes había marcado el más importante de sus 35 goles con la casaca azzurra, el que supuso la apertura del marcador en la final de la Eurocopa, en el estadio Olímpico de Roma, ante Yugoslavia (2-0). Era el segundo partido de la final tras igualar 1-1, y después de una clasificación lograda en semifinales contra la URSS por sorteo, dado que las definiciones de penales aún no habían sido creadas.

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‘Rombo di Tuono’ poseía una excepcional potencia de impacto, pero sólo con su pierna izquierda. “El pie derecho sólo le sirve para subir al tranvía”, bromeaba su entrenador Manlio Scopigno. Con su club, Riva, originario de Lombardía, fue un hombre de un solo escudo, el de Cagliari, en Cerdeña. En varias ocasiones rechazó ofertas de clubes más poderosos, como Juventus.

Una imagen de la madurez, como jefe de una delegación italiana, en mayo de 2008
Una imagen de la madurez, como jefe de una delegación italiana, en mayo de 2008 - Créditos: @ALBERTO PIZZOLI

Un poeta, según Pasolini

En 1970, sus 21 goles en 30 fechas llevaron al equipo de Cerdeña a un título histórico ya que era la primera vez que el Scudetto iba a manos de un club del sur. El que era considerado por el escritor y cineasta Pier Paolo Pasolini como un poeta del balón, se quedó cerca de ganar el Balón de Oro: terminó segundo en 1969, por detrás de su compatriota Gianni Rivera, después fue tercero en 1970, por detrás del alemán Gerd Müller y del inglés Bobby Moore. Máximo goleador del Calcio en tres temporadas, firmó 35 goles en 42 presencias con , una proeza en la época ultradefensiva del ‘catenaccio’. Más que Silvio Piola y Giuseppe Meazza, artífices de los dos primeros títulos mundiales de Italia, en 1934 y 1938.

Gigi Riva y una charla con otras leyendas de la Azzurra: Fabio Cannavaro y Gianluigi Buffon, durante una práctica de la selección en Zurich, en 2008
Gigi Riva y una charla con otras leyendas de la Azzurra: Fabio Cannavaro y Gianluigi Buffon, durante una práctica de la selección en Zurich, en 2008 - Créditos: @PIERRE-PHILIPPE MARCOU

Riva nació un 7 de noviembre de 1944 en una familia modesta en Varese, en el norte italiano, y perdió a su padre a los nueve años. Primero jugador en el club de su localidad natal, Leggiuno, en tercera división, fue fichado en 1963 por Cagliari, entonces en la Serie B. Fue una aventura que parecía empezar con el pie izquierdo, pues arribó con sólo 19 años, tras lo cual quiso volver inmediatamente a casa, “asustado” por aquel largo viaje desde Lombardía a Cerdeña. Pero Riva nunca abandonó la isla, y terminó enamorado de Cagliari y de los sardos. Siempre experimentó su inmensa popularidad como ciudadano normal, respetado por todos en las calles del centro, donde se situaba su oficina y por donde disfrutaba un paseo habitual sin que lo molestaran jamás.

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Como futbolista, rechazó todas las ofertas de los grandes clubes que le cortejaban con miles de millones (de liras). Los dos grandes clubes de Milán, el AC y el Inter, se morderían los dedos más adelante por no haber reparado en el potencial del fenómeno. Acosado por las lesiones, se retiró en 1976, con apenas 31 años. Después sería presidente del Cagliari por poco tiempo en 1986 e integrante del cuerpo técnico de la selección italiana entre 1988 y 2013. En 2005, Cagliari retiró el dorsal ‘11′ en su honor.

Con información de ANSA y AFP