En el Mundial de Francia, los Pumas tienen un especialista en ganar medallas de bronce: Lautaro Bazán Vélez

PARÍS.– Claude Monet y Auguste Renoir se instalaron en Croissy sur Seine en 1867 y pintaron sendas obras consideradas iniciadoras del impresionismo, un movimiento que nació como oposición al academicismo reinante en la época. A esa comuna se mudaron los Pumas esta semana, la última en Francia 2023, en procura de un logro similar: quebrar el estructurado juego de Inglaterra, rival en el partido por la medalla de bronce.

Será una revancha del primer partido de ambos en esta copa, cuando Inglaterra se impuso 27-10 en Marsella con 14 jugadores desde el minuto 3. La expulsión de Tom Curry no hizo más que cerrar todavía más el conservador juego de Inglaterra. Los Pumas no encontraron los caminos. Sorprendió Michael Cheika al incluir entre los suplentes al medio-scrum Lautaro Bazán Vélez. Ingresó cuando faltaban 12 minutos, le imprimió algo de vértigo a un equipo que ese día estuvo inocuo. La fórmula se repitió en todos los partidos excepto ante Samoa: el cordobés ingresó en los últimos minutos para “terminar el partido”, como le gusta decir al entrenador respecto de los suplentes.

Sorprendió Cheika porque es un jugador que hace un año y medio no estaba en el radar del seleccionado. De hecho, ni siquiera jugaba rugby de 15. Hasta mayo de 2022, Bazán Vélez era una de las figuras de los Pumas 7s, el seleccionado dirigido por Santiago Gómez Cora. Ante la falta de recambio en el puesto, Bazán Velez recibió la invitación a sumarse a los Pumas. Consiguió club en Italia, Rugby Rovigo Delta, y fue convocado inmediatamente al seleccionado en el inicio de la era Cheika, la serie de tres partidos ante Escocia, en julio. Debutó en el tercer partido, el que definió la serie a favor de los Pumas, y se mantuvo en las convocatorias siguientes hasta desembocar en Francia 2023.

Ante Inglaterra, si es elegido por Cheika nuevamente entre los 23, además de la de medio-scrum que busque romper las estructuras cumplirá una función adicional: la de talismán. Lautaro Bazán Vélez ya ganó medalla de bronce con los Pumitas en el Mundial Juvenil de 2014 y con Pumas 7s en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Formado en Córdoba Athletic, al igual que su amigo Santiago Carreras, Bazán Vélez jugó tres Mundiales M20 con los Pumitas, pasó al seleccionado de Seven y el año pasado volvió al rugby de 15 tentado por el ofrecimiento de jugar en los Pumas.

Desde aquel debut en julio de 2022, Bazán Vélez sufrió una lesión que lo marginó del Rugby Championship y recién volvió a vestirse de celeste y blanco en el último partido del año, también ante Escocia. Pero cuando Cheika hizo la preselección mundialista, ahí estaba su nombre. Estuvo en los partidos de preparación y se fue acomodando cada vez mejor al sistema de juego, al punto que se convirtió en una fija entre los 23 al margen de quién fuera el medio-scrum titular, Gonzalo Bertranou o Tomás Cubelli.

“Después de los Juegos Olímpicos quise buscar una nueva experiencia, algo diferente”, cuenta desde el nuevo búnker Puma en Croissy sur Seine. “Tuve la suerte de que Michael me llamara. Siento que fui mejorando cada vez más y tomando más confianza. Necesitaba tener más minutos y participación dentro de la cancha. Espero seguir aportándole al equipo.”

El cordobés, 27 años, 1,74m, 80kg, le aporta otra dimensión al puesto de medio-scrum: es más incisivo que sus compañeros desde la base, aunque menos fino en la conducción y el uso del pie y menos sólido en defensa. “Trato de aportarle energía al equipo, mucha más dinámica. Mover de nuevo los forwards en el segundo tiempo y cumplir con lo que Cheika busca de mí”, justifica.

¿Cómo se complementa con Cubelli y Bertranou? “Son semanas de mucha competencia entre nosotros tres. Somos muy compañeros y entrenamos juntos todo el tiempo:¨pases, patadas, cosas específicas del puesto. La decisión de quién juegue no depende de mí, yo trato de acompañar a los que juegan y a los que no”, responde.

El viernes, a las 21 en el Stade de France (16 de la Argentina), los Pumas tendrán revancha del frustrado debut ante los ingleses y la posibilidad de que Bazán Vélez se cuelgue una nueva medalla de bronce en el cuello. “Me había olvidado totalmente del primer partido. Lo principal va ser estar enfocados en lo que tenemos que hacer. Claramente nos van a jugar mucho con el pie. Tenemos que hacernos fuertes ahí, confiar en nuestros jugadores y planificar una buena estrategia para contrarrestarlos. No es el partido que veníamos a jugar, veníamos en busca de la final. Pero el partido por el tercer puesto lo vamos a jugar como a una final. El equipo está enfocado y listo para el partido.”

Bronce con los Pumitas, bronce con los Pumas 7s, a Lautaro Bazán Vélez le falta colgarse una sola medalla. Los Pumas cuentan con su aura para ganarla y también con su profundidad para romper con el status quo que buscará imponer Inglaterra.