El monarca de un país europeo anunció que planea abdicar, pero mantuvo el misterio sobre la fecha

El Gran Duque Enrique de Luxemburgo, de 69 años, reveló en una entrevista el domingo pasado que tiene pensado seguir con la tradición familiar de los soberanos del país de abdicar al trono y que ya tiene en mente la fecha en la que dejará las riendas de la monarquía su hijo, el príncipe Guillermo, de 42 años.

Así lo afirmó el monarca en una entrevista con el medio belga La Libre en la víspera de su visita de Estado de tres días a Bélgica, donde se reunirá con su primo el rey Felipe y la reina Matilde de Bélgica y donde planea celebrar este martes su cumpleaños.

Sobre la posibilidad de abdicar, el Duque confirmó a la prensa belga que “hay planes”. “Llegará el día en que habrá que hacerlo y tengo la intención de retirarme en algún momento. Es obvio”, dijo el monarca, en el trono desde el año 2000, que apostó por romper el silencio y dejar a un lado su figura reservada.

Aún así, la fecha exacta que Enrique de Luxemburgo tiene en mente permanecerá, por ahora, como un misterio para la prensa ya que decidió no revelarla. Ante la consulta del periodista de La Libre, el monarca afirmó que definió el día, pero “no te lo diré”, dijo.

Por el momento, se mantendrá como un secreto familiar. El jefe de la casa de Nassau se plantea la cuestión de su sucesión hace tiempo, pero la decisión final no recae únicamente en él: “Todo esto se planifica en consulta familiar. Creo que es muy importante dar a los jóvenes una perspectiva. La transmisión y la confianza son los dos elementos esenciales en mi relación con mi hijo Guillermo”, explicó al medio belga.

“La monarquía permite una estabilidad de la que se beneficia la democracia. La población siente que hay continuidad. Siempre insisto en el lado familiar: está el Gran Duque, la Gran Duquesa [María Teresa], los niños que, de vez en cuando, asumen responsabilidades. Estoy convencido de que reina una gran confianza entre la población y nuestra familia”, indicó Enrique.

El gran duque Enrique, hijo mayor del gran duque Juan de Luxemburgo, asumió después de que su padre abdicara en su favor el 7 de octubre de 2000.

La noticia llega pocos meses después de que la reina Margarita II de Dinamarca abdicara en enero tras 52 años de reino. La monarca aprovechó su discurso tradicional de Año Nuevo, el pasado 31 de diciembre, para anunciar que cedería su lugar a su hijo mayor, el príncipe heredero Federico X, que se convirtió en Rey a sus de 55 años.