Michael Cheika se despide de los Pumas con el signo de la irregularidad y del sabor a poco

PARÍS, Francia.– El partido de este viernes por el tercer puesto de la Copa del Mundo pondrá fin al ciclo de Michael Cheika al frente de los Pumas. Si bien el australiano sostuvo este miércoles que su mente “está en el partido” y que hablará del tema “cuando esto termine”, es sabido que su vínculo con la Unión Argentina de Rugby expirará después de Francia 2023, tal como estaba previsto desde la firma de su contrato, y la conducción del seleccionado argentino quedará en manos de Felipe Contepomi hasta Australia 2027.

Pese a que ambas partes han estado conformes con lo realizado, la UAR siempre tuvo en claro que, tras la desvinculación de Mario Ledesma, Cheika había llegado para comandar el proceso hasta la conclusión del Mundial de Francia. Cuando este miércoles se le preguntó si el de Inglaterra en Saint-Denis iba a ser su último encuentro en los Pumas, Cheika contestó: “No tengo en mente eso. No lo pienso, tampoco. Los entrenadores, los jugadores y la dirigencia de la UAR tenemos una muy buena relación y vamos a tratarlo cuando esto termine. No tengo muchos sentimientos sobre eso en este momento. El foco está puesto en el partido. En cómo podemos terminar esta Copa del Mundo lo mejor posible”.

Más allá de eso, una fuente confirmó para LA NACION que el plan de la UAR continuará tal como se lo anunció el 11 de marzo del año pasado. O sea: Cheika fue contratado para estar al frente del seleccionado en lo que restaba hasta el Mundial, y para ir abriéndole el camino a Contepomi, que siempre fue la primera opción de Agustín Pichot para dirigir a los Pumas. En un diálogo con este medio unos meses después del anuncio oficial, el propio presidente de la UAR, Gabriel Travaglini, confirmó que Contepomi iba a ser el reemplazante del australiano, “si todo va bien”.

Para un entrenador que triunfó en los dos hemisferios (campeón de Europa en el irlandés Leinster y campeón del Súper Rugby en Waratahs, de Australia) y que también tiene sus pergaminos en mundiales, ya que llegó entrenando a los Wallabies a la final de Inglaterra 2015, el tercer puesto aquí es tan importante como lo es para los Pumas. Cooperaría con su victoriosa foja de servicios y le abriría más puertas que las que ya tiene abiertas para futuros contratos importantes. En el rugby union o en el league.

El ciclo de Cheika no se salió de la lógica que viene atrapando a los Pumas desde hace años: la irregularidad. Hasta hoy, bajo su mando el seleccionado jugó 23 partidos, de los cuales ganó 11 y perdió 12. Anotó 64 tries y recibió 78. El australiano hizo debutar a ocho jugadores, desde Joel Sclavi hasta Martín Bogado. Más allá de los números, acentuó la preparación profesional de alto nivel en el equipo y fue el primero en acercar a un entrenador de defensa del rugby league.

También el rendimiento previo a esta cita de Francia tuvo altos y bajos, como sucedió en este mes y monedas en el Mundial. Con Cheika al frente, los Pumas lograron tres resonantes triunfos como visitantes (All Blacks, Inglaterra, Wallabies) y padecieron derrotas duras (Escocia, como local y afuera; Australia en casa, y Gales en Cardiff) y goleadas a manos de los neozelandeses y los sudafricanos. Aquí, en Francia 2023, hubo actuaciones muy flojas (Inglaterra en el primer partido y All Blacks en la semifinal) y un triunfo emotivo y que contagió a un país (Gales, en los cuartos de final).

Pero lo cierto es que los Pumas nunca consiguieron mostrar todo lo que prometían Cheika y su staff. Hubo errores continuos en el manejo de la pelota, fallas en la defensa y escasa profundidad y pocas variantes en el ataque. Sí pasó que cuando la clasificación estuvo en riesgo (contra Samoa, Japón y Gales) los jugadores sacaron a relucir su corazón y su compromiso con la camiseta.

Otro ítem que nunca se entenderá es qué se intentó hacer con los medio-scrums. En parte, porque Cheika, en ese cocoliche (para los que se ofenden: dice el diccionario que es “jerga híbrida que hablan ciertos inmigrantes italianos mezclando su habla con el español”) con el que se expresa, no pudo aclararlo; además suele no contestar las preguntas cuando se las formula en castellano. No se vio en ningún seleccionado ese ida y vuelta de que en un partido juega uno y al otro ese mismo va a la tribuna. Ese manejo con Tomás Cubelli y Gonzalo Bertranou se repetirá este viernes frente a Inglaterra.

Tampoco fue positivo desperdiciar la categoría de Santiago Carreras, ubicándolo en una posición en la que nunca se sintió cómodo y quitándolo de otra en la cual podría haber hecho grandes diferencias en favor del equipo. Los Pumas jugaron este Mundial sin un 10 natural, sin un 9 consolidado y sin un 8 natural (Facundo Isa terminó ingresando porque se lesionó Pablo Matera).

También por eso sería importante el tercer puesto para los Pumas y para Cheika, porque ganarle a Inglaterra, además, sería el mejor cierre para una relación de 19 meses con el signo de la irregularidad y del sabor a poco.