Max Verstappen regresó en modo imperial y ganó en el Gran Premio de Japón para la sexta estrella de Red Bull Racing

Max Verstappen celebra el campeonato en Suzuka; más allá del traspié en Singapur, volvió con todo en Japón
Max Verstappen celebra el campeonato en Suzuka; más allá del traspié en Singapur, volvió con todo en Japón - Créditos: @KAZUHIRO NOGI

El casco de Max Verstappen lleva el perfil de la figura de un león y el neerlandés enseñó que el rey de la selva está de regreso, con el apetito y la voracidad que lo resalta como el mejor piloto de la grilla de la Fórmula 1. La repentina debacle de Red Bull Racing en el Gran Premio de Singapur, una semana atrás, un fallo que la escudería de Milton Keynes reparó con rapidez y sin demasiada agitación, desestimando que aquel fracaso se trató por una irregular interpretación del reglamento. La pista de Suzuka, en Japón, un escenario perfecto para firmar un éxito aplastante con la pluma de la mejor espada, dominante desde las prácticas libres: MadMax arrasó y dejó el Mundial de Piloto a tiro del festejo para la siguiente cita en Qatar, aunque su figura posibilitó ensayar la celebración del Mundial de Constructores, la sexta estrella que suma la escuadra con fábrica en Gran Bretaña, de origen austríaco y que se impulsa con motores japoneses. El modelo RB19, destinado a ser de los mejores de la historia del Gran Circo, se coronó con seis fechas de antelación, una marca que hizo volar por el aire el registro de Ferrari, en 2004, y de McLaren, en 1988, que obtuvo el cetro con cinco grandes premios por delante para el desenlace de la temporada.

Primero, siempre primero: una costumbre para el neerlandés Verstappen, que está marcando una nueva era con una huella indeleble
Primero, siempre primero: una costumbre para el neerlandés Verstappen, que está marcando una nueva era con una huella indeleble - Créditos: @Toshifumi Kitamura

La racha de 15 triunfos encadenados por RBR y el hilo de diez festejos que se cortó en Marina Bay no desenfocó al conjunto que lidera Christian Horner, que en aquellos días además de mostrar a los autos fuera de eje en la pista lidiaba con las malas repercusiones por las palabras de Helmut Marko sobre Sergio Checo Pérez. Una tormenta que se disipó en la pista de Suzuka con una victoria imperial de Verstappen, que apenas tuvo que pulsear en la largada para controlar a los dos pilotos de McLaren, que intentaron lanzarle una dentellada al trabajar en equipo: Oscar Piastri lo amenazó y Lando Norris lo atacó, aunque no lograron el objetivo y desde entonces solo observaron cómo MadMax imponía el ritmo para cruzar la bandera a cuadros con una ventaja de poco más de 19 segundos. La siguiente vez que las espadas de Woking estuvieron de frente al neerlandés fue en la celebración, en el podio, donde los trofeos reflejaban la bandera del país del piloto cuando éste lo besaba.

La victoria de Verstappen y el título de Red Bull Racing en Japón

La victoria de RBR tuvo su contrapunto con el abandono del segundo auto, el de Checo Pérez. El contraste no impidió animar el festejo de la sexta estrella, la segunda consecutiva; si las nuevas conquistas llevan el sello de Verstappen, el póquer anterior tuvo la firma de Sebastian Vettel, presente en Suzuka y que se paseó por el garaje del equipo con el que se consagró tetracampeón, pero también por el de Ferrari y Aston Martin, que lo arroparon desde 2014 a 2022. “Un fin de semana increíble y ganar en Japón es especial. Orgulloso de todos los que trabajan en Red Bull Racing, en la pista y en las fábricas. El objetivo que nos trazamos al comenzar la temporada era ganar el Mundial de Constructores, cumplimos la meta: en la fábrica construyeron un auténtico cohete”, sentenció el neerlandés, que no apuntó al logro personal, que está a la vuelta de la esquina: de ganar la Carrera Sprint en Qatar se consagrará tricampeón. El dibujo de Losail es una cuenta pendiente: nunca se trepó a lo más alto del podio. En la única experiencia de la F.1 en suelo qatarí, en 2021, Lewis Hamilton (Mercedes) marcó el rumbo, con MadMax y Fernando Alonso (Aston Martin) como laderos en el podio.

Verstappen, secundado por Lando Norris y Oscar Piastri; MadMax tiene a tiro el campeonato
Verstappen, secundado por Lando Norris y Oscar Piastri; MadMax tiene a tiro el campeonato - Créditos: @TOSHIFUMI KITAMURA

“Me preocuparé de eso cuando lleguemos allá”, señaló, con la intención de no contaminar con su éxito personal la victoria del conjunto, además que para la siguiente cita habrá que esperar dos semanas. El Mundial de Pilotos quedó reducido a una pulseada entre dos nombres que se alistan bajo el mismo techo, aunque la diferencia es abrumadora a favor de Verstappen: 177 unidades lo separan de Checo Pérez, que a partir del quinto puesto en la clasificación observó que la tierra del Sol Naciente no lo tendría entre los protagonistas. La carrera fue un martirio para el mexicano: dos sanciones y un doble abandono. Un roce con Hamilton en la largada demandó una detención en boxes; un intento desesperado por sobrepasar a Kevin Magnussen (Haas) terminó con un nuevo incidente. Desde el muro determinaron el abandono, pero el auto N°11 regresó a la pista con el único objetivo de cumplir con la segunda sanción de cinco segundos y no arrastrar la pena para la carrera en Qatar. “Lo único decente que conseguimos es no llevarnos una penalización”, el lapidario resumen de Horner sobre la actuación del mexicano en Suzuka.

Red Bull Racing se adueñó del festejo mayor y Verstappen empieza a saborear su tercera corona. La tercera pata de la celebración resultó Honda, que estuvo a nada de marcharse de la F.1 y se reenganchó con el título de MadMax en la frenética y polémica definición de 2021en Abu Dhabi. La fábrica japonesa inició los festejos de los 75 años y en Suzuka obtuvo el mejor regalo de parte del equipo y del piloto, una sociedad que se romperá en 2026, cuando los autos de Milton Keynes lleven impulsores Ford.