Matías Rossi, de destrozar el auto a convertirse en el último pasajero para la Copa de Oro

Matías Rossi y una visita plena de incidentes en el autódromo de Buenos Aires: del espectacular accidente del sábado a finalizó la carrera en sin el neumático trasero derecho y lograr la clasificación para la Copa de Oro
Matías Rossi y una visita plena de incidentes en el autódromo de Buenos Aires: del espectacular accidente del sábado a finalizó la carrera en sin el neumático trasero derecho y lograr la clasificación para la Copa de Oro

Un inicio accidentado y un desenlace con múltiples sorpresas. Una carrera enredada, un final agitado y las indecisiones que mantuvieron en vilo a los pilotos, equipos y al público, porque la décima fecha del calendario resultó el quiebre entre la Etapa Regular y la Copa de Oro, el mini torneo de cinco pruebas que consagrará al monarca de la temporada 2023 del Turismo Carretera.

En el autódromo Oscar y Juan Gálvez, de Buenos Aires, Valentín Aguirre (Dodge) firmó la victoria, tras saltar desde el octavo puesto, y le dibujó una sonrisa al JP Carrera, la estructura que cobijó el retorno de Agustín Canapino (Chevrolet) a la categoría; con el éxito se aseguró una de las doce plazas para pulsear por el título. La nómina de clasificados la lideró Mariano Werner (Ford), el único que se repitió entre los vencedores del curso y que arrancará al frente de la Copa de Oro, mientras que Matías Rossi se ofreció como el último pasajero, tras desandar dos días de furia: de destrozar el auto a finalizar la carrera en tres ruedas y lograr el pasaje por las exclusiones de un puñado de pilotos.

Valentín Aguirre, el ganador en Buenos Aires; el arrecifeño no se imponía en el TC desde 2020 y, casualmente, en el mismo escenario
Valentín Aguirre, el ganador en Buenos Aires; el arrecifeño no se imponía en el TC desde 2020 y, casualmente, en el mismo escenario

La presencia de Canapino fue movilizadora para los fanáticos del TC, que colmaron la catedral y le entregaron un marco y colorido espectacular a la fecha. Pero la figura de Rossi terminó por atrapar todas las luces: el accidente, el vuelco, el fuego, el escape, la titánica tarea de los mecánicos que reconstruyeron el auto y la agónica clasificación del Misil, que de camino al garaje no tenía asegurada la posición, aristas que lo convirtieron en el personaje de la prueba.

“Estábamos clasificando con tranquilidad, con una ventaja de 14 puntos, después de los abandonos de Ledesma y [Diego] Ciantini. Pero el neumático trasero derecho se desbandó, después de que me tocaran en el Curvón Salotto: ese roce me provocó una pinchadura. No le informé al equipo sobre esa situación, no sentí nada raro, pero en las dos vueltas finales se rompió el neumático y terminé en llanta, porque cuando el equipo me mandó a llamar para cambiar la goma no pude frenar. Entrar o no, no modificaba mi posición en el clasificador”, confesó Rossi, que terminó 31ro y perdía por un punto la última plaza para la Copa de Oro. El arrecifeño Nicolás Trosset (Ford), que arribó 18avo, lo desplazaba del puesto 12 del campeonato.

El vuelco de Matías Rossi, el sábado durante la prueba de clasificación: el Misil se quedó sin dirección, golpeó contra los muñecos de goma y quedó con las ruedas hacia arriba
El vuelco de Matías Rossi, el sábado durante la prueba de clasificación: el Misil se quedó sin dirección, golpeó contra los muñecos de goma y quedó con las ruedas hacia arriba - Créditos: @Captura de pantalla

Pero asomaron las dudas, las intrigas y las especulaciones. La posición del misionero Carlos Okulovich (Torino) fue el punto de partida de las polémicas. En la anteúltima vuelta marchaba 24° y el desenlace lo descubrió 32° y con un giro menos. El sensor no registró paso del último giro y cuando fue reclasificado modificó el escenario: Trosset desbancaba a Rossi por un punto.

Pero aparecieron nuevas observaciones de los comisarios deportivos, que excluyeron a Andrés Jakos (Toyota) –compañero de Rossi- por reiteración de toques a Sergio Alaux (Chevrolet), Juan Bautista de Benedictis (Ford) y Marcos Landa (Torino), y a Emiliano Spataro (Ford) por maniobra peligrosa sobre Christian Ledesma (Chevrolet). El nuevo mapa mostraba a Rossi en la posición 29, recuperaba la última plaza para la Copa de Oro y revertía un fin de semana que combinó la expectativa, el desconsuelo, el miedo, el sacrificio, la recuperación…

“Es un premio para el trabajo de los mecánicos, del equipo, que hizo un esfuerzo gigante durante toda la noche para que recuperáramos el auto accidentado. Había quedado todo roto”, dijo con alivio Rossi, que pasó de la incertidumbre al festejo por revertir la cuesta en el Gálvez. “No estuve como siempre, con las mismas pilas. Como si el accidente todavía me persiguiera, aunque no sentía ninguna molestia física. Siempre dije que el fuego es mi mayor miedo en un accidente y esta vez había quedado dado vuelta, la hebilla del cinturón de seguridad se me trabó al salir… No fue sencillo”, le comentó Rossi a LA NACION.

La reconstrucción del Toyota Camry empezó cuando el ingeniero Alejandro Iuliano –gerente técnico de la ACTC- constató que la estructura tubular no sufrió daños y autorizó las tareas de los mecánicos. El Dole Racing recibió la orden para trabajar toda la noche e iniciar la reconstrucción: “Los elementos de seguridad funcionaron a la perfección, se dañaron los elementos periféricos. La carrocería se rompió completa: techo, trompa, puertas y parantes, pontones… Canalizadores, radiadores, poleas de motor, parrilla de suspensión, entre los más importantes. La tarea era repararla para que Matías pudiera hacer una buena carrera”, relató Marko Jakos, director deportivo de TGRA en Turismo Carretera.

Santiago Álvarez y Valentín Aguirre en el último relanzamiento del TC en el autódromo de Buenos Aires; un duelo de arrecifeños, de Dodge y que comparten garaje en el equipo JP Carrera
Santiago Álvarez y Valentín Aguirre en el último relanzamiento del TC en el autódromo de Buenos Aires; un duelo de arrecifeños, de Dodge y que comparten garaje en el equipo JP Carrera

La carrera de Rossi fue una montaña rusa de principio a fin y las múltiples sensaciones lo descubrieron entre los mejores doce del campeonato, producto de la victoria que cosechó en el Desafío de las Estrellas, en San Juan, la primera de Toyota en la historia del TC. El Misil y Trosset empataron en 185 puntos, pero el éxito fue la razón reglamentaria que impuso al piloto de Del Viso sobre el arrecifeño.

La Copa de Oro, el nuevo reto en el camino de Rossi, que compuso un fin de semana frenético y ahora soñará con la corona como Werner, que saldrá a la pista en San Luis, el 17 de septiembre, con 31 puntos; detrás, Julián Santero (Ford), Santiago Mangoni (Chevrolet), Germán Todino (Dodge), Aguirre (Dodge), Juan Tomás Catalán Magni (Ford) y el Misil, figurarán con ocho unidades, producto de las victorias en la Etapa Regular. Mauricio Lambiris (Ford), Jonatan Castellano (Dodge), Landa (Torino), Gastón Mazzacane (Chevrolet) y el campeón vigente Manu Urcera (Torino), partirán desde cero, aunque con las mismas motivaciones de calzarse la corona el 3 de diciembre en San Juan.