Masters 1000 de Montecarlo: el inesperado recurso que usó Gael Monfils para sorprender a Daniil Medvedev

Gael Monfils y su reacción ante la travesura en Montecarlo: tenis en estado puro
Gael Monfils y su reacción ante la travesura en Montecarlo: tenis en estado puro

Tener en una segunda rueda de un Masters 1000 un partido entre uno de los mejores del mundo enfrentando a un rival que siempre dio espectáculo, de gran talento y que goza de simpatías entre el público, es un programa sumamente tentador. Y encima, en Montecarlo, con esa panorámica del Mediterráneo que se transforma en un objeto de deseo para los soñadores.

Una jornada de miércoles de resultados adversos para los argentinos, que marcó las eliminaciones de Francisco Cerúndolo, en una batalla contra el ruso Karen Khachanov (15°), y de Tomás Etcheverry, sin atenuantes y pudiendo rescatar sólo un game ante el griego Stefanos Tsitsipas (12°). Un día en qué, a la distancia, el gran ausente, Carlos Alcaraz, continúa con los trabajos de rehabilitación de los intensos dolores del pronador redondo del brazo derecho. Pero también una jornada para ver tenis del bueno, aunque sea un ratito. De la mano del ruso Daniil Medvedev (4°) y del francés Gael Monfils, que recibió una invitación especial.

Monfils, de 37 años, ganador de 12 títulos de ATP y casado con la también tenista Elina Svitolina, de Ucrania, siempre combinó dosis de su talento tenístico con desplazamientos espectaculares y humoradas dentro de la cancha. Un tipo de gran sentido de humor y querido por sus colegas. Capaz de sacarle sonrisas hasta a Medvedev, un hombre más parco y por momentos hasta inexpresivo. La magia de Monfils da para todo. Y lo demostró una vez más.

Gael Monfils busca complicidad en Daniil Medvedev, su rival
Gael Monfils busca complicidad en Daniil Medvedev, su rival

Ya el ruso se había adjudicado sin problemas el set inicial por 6-2, pero el segundo estaba más peleado: 4-4. Sacando Monfils, con el score 40-40, se suscitó un punto de corto desarrollo. Y el francés optó por tomar la red, primero con una volea de revés (es diestro y con revés de dos manos, pero impactó con una sola ese golpe, bien clásico). No era una volea para concluir el tanto, sino claramente para buscar definir el punto con la segunda.

Lo que hizo Monfils luego del passing de derecha de Medvedev fue una ocurrencia digna de un improvisador. Y lo celebró con una sonrisa duradera, buscando complicidad en el ruso. Como disfrutando de su travesura. Que muchos se preguntaron en el momento si era reglamentario apelar a ese recurso inusual, inesperado. Un movimiento más acorde con un pelotari, los héroes del frontón, que con un tenista de primer nivel. Absolutamente legal. Y además, el cambio de mano de la raqueta lo hizo con soltura y el momento del impacto, con firmeza. En ningún momento se le movió la muñeca. Una delicia para disfrutar también desde afuera.

La sorpresa que tenía guardada Monfils

El partido terminó 6-4 y 6-2 para Medvedev, que ahora se cruzará en los octavos de final con su compatriota Khachanov. Al caer la tarde sobre Montecarlo, algunos curiosos aprovechaban para perseguir y conseguir una selfie con el español Carlos Sainz Jr, piloto de Ferrari en Fórmula 1, acompañado por su pareja, la modelo Rebecca Donaldson. Los que pudieron compartir un momento con el hombre de la velocidad fueron dos cracks de tenis: Novak Djokovic y Jannik Sinner, a quien, incluso, lo invitó a ver una carrera próximamente. “Se viene Roland Garros, difícil, pero tengo ganas hace rato de ir”, admitió Sinner.

Cerca de ahí, mientras los cracks del deporte compartían una breve charla y fotos, los amantes del tenis seguían hablando de la destreza y de la locura de Monfils. El hombre de los mil recursos, las piernas largas y la sonrisa contagiosa.

El encuentro de Carlos Sainz Jr. con dos cracks del tenis