Mason Andersen se quedó con el 117° Visa Argentina Open tras superar a Kris Ventura en el segundo hoyo del playoff

Mason Andersen, ganador del Visa Argentina Open 2024
Mason Andersen, ganador del Visa Argentina Open 2024 - Créditos: @ENRIQUE BERARDI

Fantasmas del golf que se cruzan por la mente y hacen temblar las piernas. Cuántos pensamientos antes de ejecutar ese putt final de un metro y centímetros. Embocar le significaba a Kris Ventura el título del 117° VISA Open de Argentina, el pasaje al Open Británico y un avance inmenso para ganar la tarjeta del PGA Tour, tres noticias que cambian una carrera. Pero el noruego nacido en México se nubló y falló frente a la multitud que pobló el hoyo 18 del Olivos Golf Club. Un sacudón emocional que lo obligó a volver al hoyo final para jugar el primer playoff frente al norteamericano Mason Andersen, que había terminado hace rato. Ambos habían totalizado 263 (-17).

Luego del cimbronazo, Ventura, nacido en Puebla y de madre noruega, tuvo que ponerse a prueba otra vez y superar el examen mental. Su cabeza habrá volado vaya a saber a dónde mientras el carrito lo transportaba de regreso al tee del 18. Si bien salió airoso en el primer desempate (birdie-birdie), terminó sucumbiendo en el segundo hoyo de playoff con un par insuficiente. Así, el favorito de la gente a falta de argentinos redondeó una frustración inmensa. Tenía un escenario ideal, en un certamen que congregó a 21 mil personas en total, pero dilapidó una oportunidad única para dar un salto cualitativo. No fue el primero ni será el último que padece estas sensaciones en el juego del golf, que a veces se ensaña en forma de drama deportivo.

La definición de Andersen para ganar el torneo

Pero por supuesto que es muy merecido el título para Andersen: después de un flojo arranque con dos bogeys en el 2 y el 5, se convirtió en una máquina de embocar y logró ocho birdies en nueve hoyos, un estado de gracia comprendido entre el 7 y el 15, para agregar un último acierto en el 18. El jugador de 25 años y nacido en Arizona empleó una formidable última vuelta de 63 (-7) y fijó un total de -17 en el Club House... habiendo pegado ocho grupos antes de la salida final. Una manera de condicionar a los principales aspirantes al título y soñar con su primer lauro en el Korn Ferry Tour.

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Mientras tanto Ventura, que jugó en el último grupo, le alcanzó un giro de 68 (-2) para concluir en la cima, pero era evidente que Andersen llegaba con el envión de una jornada mucho más inspirada y triunfó en una cancha que terminó siendo muy mansa para los jugadores del circuito antesala del PGA Tour, en su primera incursión en el país. Fue una increíble remontada, porque a 18 hoyos del final, el campeón figuraba 11° y a 6 golpes de Van Holmgren,

“Ganar es muy difícil en el golf. Nunca ganas, nunca ganas. Y estás cerca muchas veces, pero sí, triunfar es muy complicado”, suspiró Andersen, que habló sobre la emoción de jugar el Open Británico en el campo escocés de Royal Troon a mediados de año: “Pensé que era posible, pero una vez que sucede, es increíble. Sí, es irreal”.

Así perdió la chance Ventura

Más allá del orgullo de haber presenciado una fiesta en casa, al público argentino le quedó el inocultable sinsabor de no haber podido disfrutar de un jugador local en la lucha por la punta. Ya no en la jornada final, sino desde la tercera vuelta. Las esperanzas se esfumaron demasiado rápido y solo Augusto Núñez y Tano Goya pudieron pasar el corte entre los 13 representantes albicelestes. El tucumano, que perdió toda chance con un mal tercer giro de 72 (+2), finalizó el domingo en el par de la cancha y totalizó con 272 (-8), mientras que el cordobés firmó ayer 71 (+1) y concluyó con 270 (par).

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Entonces, vuelve el debate acerca de la comparación del rendimiento argentino en general durante el Abierto y la exhibición de golf que dieron muchos de los miembros extranjeros del Korn Ferry. “Siempre es bueno que muchos argentinos compitan en esta clase de torneos y cuenten con una chance. Para algunos es una buena semana para aprender y adquirir experiencia, mientras que otros juegan con la presión extra de querer jugar bien para conseguir la tarjeta del Korn Ferry o conservarla. Que existan estos torneos y venga esta calidad de jugadores te pone en perspectiva de dónde está tu juego. Hay que tener la confianza de que se puede, como el aficionado Juan Martín Loureiro, que superó la qualy”, evaluó Goya.

El jugador de Alta Gracia, miembro pleno del Korn Ferry y que se ubicó 61°, aclaró: “Quizás, tener a toda la gente de tu lado juegue en contra por la presión de querer hacer las cosas bien. Y por más que los locales conozcamos la cancha, si no estás fino desde el tee y caés en los roughs, te complica, como me pasó a mí con el triple bogey del hoyo 12″.

Tano Goya y su pareja, que le hizo de caddie durante el Abierto
Tano Goya y su pareja, que le hizo de caddie durante el Abierto - Créditos: @ENRIQUE BERARDI

Según Augusto Núñez, 34° en el leadearboard final, la clave está en la tranquilidad para jugar: “Hay muchos argentinos que jugamos demasiado golf; incluso la cancha se prestó esta semana para hacer buenos scores y no pensábamos que el corte clasificatorio sería tan bajo. Pero no hay que perder la paciencia. Es lindo que el Korn Ferry le ofrezca la chance a muchos de la camada argentina joven que se están abriendo camino”. El jugador de Yerba Buena habló de su actuación, que hasta el viernes ilusionó al quedar a dos golpes de la punta: “Fue una semana positiva, peleé los cuatro días, lástima la tercera vuelta. Siento que si tengo paciencia y disfruto del golf, voy a hacer cosas muy grandes. Ahora, tocará jugar la próxima semana en Chile”.