Martín Palermo jugó fuerte. A 15 horas de perder la final de la Copa de la Liga ante Rosario Central, como técnico de Platense, el Titán, socio activo 213.575, dijo presente en la Bombonera para votar a Andrés Ibarra, el candidato a presidente por la oposición que le prometió llevarlo como entrenador de Boca en caso de ganar en los comicios de esta tarde.

El máximo goleador histórico del club de la Ribera fue recibido por Rafael Di Zeo y Mauro Martín, líderes de La 12, con quienes mantiene una estrecha relación desde su época como futbolista. Curiosamente, ambos hinchas más tarde se encargaron de acordonar con sus segundas líneas la salida de Riquelme del recinto de votación hacia el búnker oficialista, ubicado sobre la calle Irala, justo enfrente del ingreso a la Bombonera.

Quizás, Palermo queda más expuesto en su jugada política con Ibarra porque su futuro profesional depende del resultado de los comicios. Pero no es la primera vez que los ídolos se involucran en la política de Boca. Hace cuatro años los candidatos aprovecharon el imán de las glorias del club para sumar votos. Entonces, a la figura eclipsante de Riquelme Jo acompañaron Marcelo Delgado, Sebastián Battaglia, Carlos Navarro Montoya, el colombiano Jorge Bermúdez y Raúl Cascini, y el candidato Jorge Beraldi fue apoyado por Blas Giunta y el colombiano Mauricio Serna. Cercano al oficialismo estuvo Rolando Schiavi.

En 2015 fue muy fuerte el espaldarazo que le dio Carlos Tevez a Daniel Angelici, quien por entonces buscaba la reelección en un contexto complicado, ya que Boca venía de perder ante River en las semifinales de la Copa Sudamericana 2014 y fue expulsado de la Copa Libertadores 2015 por la Conmebol, luego de la bochornosa noche del gas pimienta, también contra el Millonario. El regreso del Apache en julio y los dos títulos ganados en tres días (Campeonato y Copa Argentina) contribuyeron a cuatro años más de angelicismo.

Para estas elecciones también quedaron a la vista las simpatías políticas de los ídolos que supieron forjar la década dorada de Boca. Además de querer a Palermo como DT, Macri dijo que pretende al Mellizo Barros Schelotto como manager: “Sueño con que Guillermo acepte, nosotros creemos que sería un paso importante para él. Es una conversación que sigue abierta, para ver si lo convencemos”. Según trascendió, el hombre que dirigió a Boca entre marzo de 2016 y diciembre de 2018 no tiene definido qué hacer, ya que pretendería seguir más cerca de la línea de cal que en una oficina. Lo que sí dejó en claro Guillermo fue que no pretende estar involucrado en las elecciones ni para un lado ni para el otro.

Asimismo, se dejó trascender que Diego Cagna asumiría como DT de la Reserva, y seguramente tengan cargos en las divisiones inferiores otros dos representantes de la década dorada: Roberto Abbondanzieri y Rolando Schiavi. El Flaco fue DT de la Reserva durante un largo período junto con Hugo Ibarra, hasta que después del triunfo de Jorge Amor Ameal y Riquelme en diciembre de 2019, fue desvinculado junto con todo el equipo que estaba al frente de las Inferiores. Incluso se descuenta que Jesús Dátolo, todavía en actividad a los 39 años y defendiendo la camiseta de Tristán Suárez, se haría cargo de alguna división de las Inferiores.

Del lado oficialista todo es conocido: el Consejo de Fútbol está integrado por Marcelo Delgado, Raúl Cascini, Jorge Bermúdez, Mauricio Serna y Sergio Martínez. Si los socios deciden la continuidad de esta dirigencia, quizás haya “retoques”: Bermúdez y Serna estuvieron corridos de la escena en las últimas semanas. ¿Seguirían? Está por verse.

Un anuncio inesperado

Palermo sorprendió cuando el 26 de noviembre expuso sus sentimientos tras la victoria de Platense sobre Sarmiento por 1 a 0: “Andrés Ibarra se postula para ser el próximo presidente de Boca en las elecciones de la semana que viene junto con Mauricio (Macri). Y desde que empecé mi carrera como entrenador, siempre que me preguntaron cuál era mi sueño dije que era dirigir a Boca y dirigir a Estudiantes. Hoy estoy con esa posibilidad de que Andrés Ibarra me haya tenido en consideración y con la posibilidad de cumplir ese sueño”, comenzó.

Más adelante, amplió: “Saben cómo soy yo. En todo este tiempo en Boca han pasado otros presidentes. Angelici tuvo dos períodos de mandato y estuvo el Vasco Arruabarrena, estuvo Guillermo (Barros Schelotto), otros entrenadores y nunca estuve en la consideración, ni me llamaron ni me propusieron eso. Con la dirigencia actual le ha tocado a Ibarra, a Battaglia, y tampoco ha tocado la posibilidad. Hoy, si las cosas se dan, tengo esa posibilidad de ser el técnico de Boca. Es mi sueño, es mi deseo, obviamente. Pero hay que esperar que las cosas sucedan” dijo con un tono respetuoso y medido.

Lo que sí es una incógnita si esta postura política le costará a Palermo a la hora de ser considerado para ser, en algún momento, DT de Boca, mientras Riquelme esté al frente del club.

Mientras tanto, los socios e hinchas le demostraron su amor incondicional, cantándole aquel hit que concluye con la frase: “Lo que hiciste por Boca no se olvida en la vida”.