Martín Demichelis, de aplaudido a cuestionado en River: por qué para el DT es tan importante cerrar el año ganador

Martín Demichelis, en la tarde que dirigió a River ante Rosario Central en el Gigante de Arroyito, el 11 de noviembre de este año, por la Copa de la Liga
Martín Demichelis, en la tarde que dirigió a River ante Rosario Central en el Gigante de Arroyito, el 11 de noviembre de este año, por la Copa de la Liga - Créditos: @LA NACION/Marcelo Manera

De aplaudido a cuestionado. Martín Demichelis vivió su primer año como entrenador de River en una montaña rusa. Asumió tras la partida del ídolo Marcelo Gallardo, transformó las preguntas de la transición en respuestas rápidas y logró el impacto más difícil: en su primer semestre fue campeón de la Liga Profesional. El juego de su equipo conquistó a las tribunas del Monumental por su voracidad ofensiva y los interrogantes por su debut como DT profesional en el banco millonario parecían haber quedado atrás. Pero el correr del calendario lo depositó en un lugar impensado para el cierre del año: este viernes jugará el Trofeo de Campeones en busca de un segundo título que le de aire, espalda y tranquilidad para preparar el 2024 sin la gran lupa que hoy tiene encima.

A pesar de ser un torneo novedoso y sin tanta trascendencia deportiva, Demichelis necesita un triunfo ante Rosario Central para afrontar las cortas vacaciones y el inicio de la pretemporada del 5 de enero con un rotundo cambio de aire. River solo pudo ganar uno de los últimos cinco juegos, perdió tres de seis mata-mata en el año y la eliminación en semifinales de la Copa de Liga ante el Canalla -al que no pudo vencer en tres juegos- potenció críticas y preguntas de cara al próximo año. A la espera de una reestructuración de plantel con al menos 10 apellidos que podrían dejar el club, el técnico millonario necesita llevarse un pleno en Santiago del Estero. Ganar para reconstruir en paz.

Claudio Echeverri remata ante el intento de bloqueo de Pablo Solari; River se entrena pensando en la final con Rosario Central por el Trofeo de Campeones
Claudio Echeverri remata ante el intento de bloqueo de Pablo Solari; River se entrena pensando en la final con Rosario Central por el Trofeo de Campeones - Créditos: @Prensa River

“El hincha está en todo su derecho de no estar contento, pero creo que se hicieron cosas bien. Seguramente con la decisión de Marcelo (Gallardo) de haberse ido de la institución, la transición más difícil de la historia por todo lo que significaba. Hay que seguir trabajando y creyendo”, dijo Demichelis hace dos semanas en Córdoba tras la eliminación en semifinales. Y agregó sobre los pasos que dio durante 2023: “Esto se trata de aprender día a día. River exige estar al máximo siempre, estar alerta, y seguiremos trabajando con humildad y armonía para llevar un plantel del que estoy orgulloso. Nos quedó un solo torneo para un plantel de tanta jerarquía, cualquiera que se quedaba afuera podía estar descontento porque están para titulares, pero tenemos un respeto recíproco para trabajar todo el año. El dolor es grande, pero hay que seguir. Cerraremos los ojos, masticaremos la bronca y trabajaremos para sacar adelante el partido del 22″.

Hubo tres hitos en menos de un mes que marcaron el año de River. El primero se dio el 15 de julio en el Monumental: le ganó 3-1 a Estudiantes y se coronó campeón indiscutido de la Liga Profesional, torneo en el que le terminó sacando 11 puntos de ventaja al escolta Talleres. El segundo se dio el 20 de julio, cinco días después del festejo, en Mendoza: perdió 1-0 con Talleres y quedó eliminado de la Copa Argentina en 16vos de final. Y el tercero ocurrió el 8 de agosto: cayó 2-1 con Inter en Porto Alegre y fue derrotado por penales en octavos de final de Copa Libertadores. A partir de ahí, todo cambió.

Desde esos dos golpazos por las tempranas eliminaciones, el equipo no solo se quedó únicamente con la competencia de la Copa de la Liga para los siguientes cuatro meses, sino que empezó a deslucirse: dejó de transmitir la misma confianza y seguridad que logró entre enero y julio. River sostuvo su histórico récord de 20 victorias consecutivas en condición de local, pero ya sin tener ese vuelo futbolístico que convenció al hincha. Además de ser un equipo con una cara mucho más endeble al salir como visitante, tuvo muchísimas irregularidades individuales y colectivas, no pudo reemplazar la partida de Lucas Beltrán, sufrió defensivamente -sobre todo en los laterales- y el esquema de los cinco mediocampistas ya no le entregó las mismas respuestas positivas. Así, las decisiones y los cambios del entrenador quedaron en la mira.

Enzo Pérez, ¿en uno de sus últimos entrenamientos con la camiseta de River? El volante no anunciará nada hasta después de jugar con Rosario Central
Enzo Pérez, ¿en uno de sus últimos entrenamientos con la camiseta de River? El volante no anunciará nada hasta después de jugar con Rosario Central - Créditos: @Prensa River

Toda la situación deportiva pareció potenciarse negativamente después de los primeros días de septiembre cuando se filtraron supuestas declaraciones del entrenador millonario en una reunión ‘off the record’ con periodistas que causaron incomodidad y malestar en el plantel profesional. A partir de ese momento, la relación no fue la misma, el desgaste se evidenció en el campo de juego y el plantel de 31 jugadores terminó siendo demasiado amplio para Demichelis. El mercado de pases, pensando en una triple competencia que no fue, se volvió contraproducente: al DT le costó la administración de figuras y las variantes se volvieron habituales, al punto tal que tanto el vicepresidente Matías Patanian asumió su parte de responsabilidad.

“Me hago cargo tal vez de manera crítica que hoy River tiene un plantel profesional de 27 jugadores de campo y ahí le estamos generando un lío a Martín, porque al estar jugando una sola competición, tener 27 jugadores de campo significa que entran 11 jugadores, pueden hacer cinco cambios, son 16, y te quedan 11 jugadores sin jugar por partido. Y si ves las características de los 11 que quedan afuera, estás en un problema. Nosotros apostamos por Lanzini y Pity Martínez, por ejemplo, porque eran dos oportunidades de mercado. Y estamos orgullosos del plantel, pero sobre la superpoblación hablamos rutinariamente”, dijo Patanian en el podcast Fútbol Neto.

Facundo Colidio, en pleno entrenamiento de River, bajo la atenta mirada de Demichelis
Facundo Colidio, en pleno entrenamiento de River, bajo la atenta mirada de Demichelis - Créditos: @Prensa River

Respaldado públicamente por el presidente Jorge Brito y el director deportivo Enzo Francescoli, el propio Demichelis, aunque no se siente cuestionado o mirado de reojo internamente por los dirigentes, sabe que necesita un triunfo que le permita hacer borrón y cuenta nueva a partir de enero. Hoy tiene contrato hasta diciembre de 2025, está pactada una reunión para el sábado con la Comisión Directiva y la secretaría técnica para comenzar a diagramar el libro de pases y cuenta con la pretemporada ya planificada en Tampa, Estados Unidos, a la espera de la confirmación de los amistosos internacionales. Su continuidad no está en duda, pero su vínculo con el hincha debe repuntar. El Trofeo de Campeones puede ser ese anclaje inicial.