El mapa del dengue: la epidemia avanza en el centro del país y en el norte siguen en alerta por la explosión de casos en Brasil
Con una explosión de casos de dengue en Brasil que es un 400% mayor que el año pasado, sobre todo, concentrados en el sur y el sudeste brasileño, las provincias argentinas del norte están en alerta mientras la epidemia en territorio argentino avanza desde el noreste hacia el centro del país. Funcionarios y especialistas por igual señalan que el pico en este brote aún no llegó. Esta, como se dijo, sería la mayor epidemia desde 2009 por falta de preparación coordinada y adquisición de insumos a tiempo durante 2023.
El Ministerio de Salud de la Nación informó hoy que la Organización Panamericana de la Salud (OPS) está interviniendo para reforzar la capacidad de respuesta frente al crecimiento exponencial de infecciones en la región. Antes de una reunión con las jurisdicciones, que a media tarde aún continuaba, comunicaron: “Las acciones clave son el control del mosquito transmisor, la prevención de picaduras, una atención oportuna y adecuada de los casos y el compromiso continuo de las comunidades”. Esa intervención incluye, además, que la Argentina genere y comparta datos epidemiológicos de calidad para ingresar la información del país a la Plataforma de Información en Salud para las Américas (Plisa), de la que estaba ausente.
“Estamos trabajando con OPS en la implementación de una red federal de referentes clínicos de dengue, compartir semanalmente la información del país para construir la situación epidemiológica regional, automatizar los datos en Plisa para la generación de tableros de datos [de la región y por país] y analizarla en conjunto”, ampliaron desde la cartera sanitaria a LA NACIÓN.
El lunes pasado, hubo una reunión también con las provincias debido a un aumento de los fallecidos por dengue. Oficialmente, se confirmaron 37 decesos para lo que va de 2024. Ante la consulta, Salud confirmó ese encuentro y explicó que se formó “una red de referentes clínicos por provincia para unificar criterios de caracterización de los casos, el diagnóstico y el tratamiento para los cuadros de dengue leve y grave”.
El año pasado, en las provincias del noreste argentino (NEA) el virus que transmite el mosquito Aedes aegypti no dejó de circular y, a partir de noviembre, los diagnósticos empezaron a escalar de nuevo en esa zona del país. “En 2023 fue la primera vez que no dejamos de tener casos de dengue en la provincia. Aunque en menor proporción que ahora, no dejaron de atenderse casos. Esto es lo atípico”, había explicado a este medio ya hace cinco semanas María Elisa Flores, directora provincial de Epidemiología de Chaco. “Las acciones que se debían haber hecho el año pasado, como la eliminación de criaderos, falto”, agregó en ese momento, en línea con lo que demuestran las cifras de una segunda epidemia en dos años.
Para diciembre pasado, las notificaciones semanales de las provincias al sistema nacional de vigilancia epidemiológica se habían duplicado. En enero, como dio a conocer LA NACIÓN, las cifras ya eran inéditas con respecto de las epidemias previas.
El mapa del dengue solo para las primeras ocho semanas del año (hasta el 24 de febrero) muestra el crecimiento de los datos en la zona centro del país. Se trazó a partir de los 57.461 casos confirmados por las provincias, que llevan notificados más de 101.000 probables. De ampliar ese período a la semana del 19 al 25 de noviembre pasado, que es cuando las infecciones informadas saltaron un 65%, los casos pasan a ser poco más de 65.000 en estas últimas 14 semanas con ascenso sostenido de la curva epidémica. Solo a modo de comparación, hubo 140.416 casos en todo 2023.
Se estima que uno de cada cuatro casos de dengue es asintomático y, de manera conservadora, que por cada infección que se detecta, puede haber entre ocho y 10 que quedan sin registrar.
“En nuestra provincia, a diferencia del NEA, estamos viendo en estas últimas semanas la duplicación de los casos con respecto de semanas anteriores y, también, que se adelantaron por el ingreso continuo de residentes del NEA o de nuestra población que visitaban familiares en esa región. Y la situación climática también ayudó”, dijo Laura López, subsecretaria de Estrategias Sanitarias del Ministerio de Salud de Córdoba. La capital provincial está concentrando un 60% de las infecciones, seguida del departamento de San Justo, Villa María, Villa Nueva y algunas áreas de Río Segundo.
Cada año, como en el resto de las provincias, sube el número de argentinos que contraen dengue y se confirman coinfecciones con el virus de chikungunya, que también transmite el A. aegypti. Para esta época, el año pasado, Córdoba registraba 46 casos; ahora, unos 4800. “El crecimiento fue explosivo por las condiciones climáticas y la circulación de personas en áreas de alta transmisión y hacia zonas con condiciones propicias para que ocurra”, agregó López.
La funcionaria, que fue directora provincial de Epidemiología, mencionó el aumento de casos que ocurre luego de Semana Santa por los viajes. “Por eso esperamos, si las condiciones climáticas se mantienen, que la actual tendencia siga en aumento –mencionó–. Nuestros modelos predictivos indican, por ahora, que esas condiciones favorables van a seguir y que habrá un incremento de la población de mosquitos.”
Situación de los países limítrofes
En el Hospital Dr. Joaquín Castellanos, de General Güemes, Salta, no están pasando por la emergencia del año pasado y siguen la situación de los países limítrofes y las provincias vecinas. “Si bien tuvimos pocos casos confirmados en el hospital, no más de tres o cuatro, estamos en alerta epidemiológica amarilla porque viene una ola por la situación de Brasil. Sabemos que las provincias del NEA ya están teniendo problemas, que luego avanzan hacia Chaco, Tucumán y llegan a Salta. Estamos preocupados porque el dengue se expande en el mapa como una mancha de aceite en el agua”, señaló Javier Mdalel, médico de planta del Castellanos. General Güemes, con el hospital a la vera de la ruta nacional 34, paso obligado de camiones de norte a sur. “O nos llega [por la ola de dengue] de Bolivia o por otras provincias”, agregó el profesional. Hacia el norte, en los departamentos de Orán, San Martín y Rivadavia, limítrofes con Bolivia, el Gobierno provincial inició la vacunación piloto contra el dengue en personas de entre 24 y 39 años.
“Estamos con un brote epidémico en el norte y el centro de la Argentina. Las dos únicas zonas con cifras bajas son Cuyo y la Patagonia, incluida La Pampa; entre ambas no reportan más de 800 casos, comparado con más de 50.000 en el resto del país. En algunos lugares, hay verdaderos bolsones de alto impacto de transmisión, como Chaco o Corrientes, además de que el mosquito se urbanizó todavía más, como vemos por la magnitud del brote en Córdoba, Buenos Aires, especialmente en los anillos del conurbano, Rosario y la Ciudad”, mencionó Eduardo López, jefe del Departamento de Medicina e Infectología del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
En ese centro porteño, están atendiendo unos 70 chicos y adolescentes por día en el consultorio externo, de 8 a 15, que abrieron por la alta demanda. El ingreso es por la calle General Lucio V. Mansilla 3120. A partir de las 15, la atención es por la Guardia del hospital. Unos 30 casos por día quedan bajo seguimiento hasta el décimo día por si surge alguna complicación y dar el alta. En el consultorio se hacen las pruebas necesarias.
“Estamos camino al pico de casos esta temporada”, indicó López en diálogo con LA NACIÓN. “Vale la pena recordar que se sabía el año pasado que esto iba a ocurrir –agregó–. Esta es una enfermedad que da brotes cada tres a cinco años, pero en la Argentina se dieron demasiado seguidos: en 2020, 2023 y este año. Ahora, hay que insistir con las medidas de prevención primaria, descacharrar y el uso de repelente e insecticidas (espiral y tabletas). A las personas que se aplicaron la primera dosis de la vacuna aprobada el año pasado, hay que decirles que, con una dosis, no hay trabajos publicados de protección. Para eso, se necesitan dos dosis y por lo menos tres semanas para empezar a generarla. Esto quiere decir que los que se vacunaron también tienen que seguir cuidándose con las medidas de prevención generales.”
En la ciudad, entre los barrios más afectados enumeró Retiro, Puerto Madero, Santa Rita, Monte Castro, Villa Devoto, Villa del Parque, Villa Real y Mataderos. “Por el momento, el pico de casos podría ser a mediados de mayo”, consideró.
En el consultorio del Gutiérrez están recibiendo gran cantidad de consultas también de chicos que viven en localidades de los dos primeros cordones del conurbano bonaerense y, en algunos casos, con una consulta previa en un hospital de su distrito donde se desestimaron los síntomas.
En el Hospital de Clínicas, las consultas de jóvenes y adultos “aumentaron muchísimo” con respecto del año pasado a esta altura del año, según comentó Mónica Foccoli, jefa a cargo de la División Infectología. La mayoría vive en el conurbano bonaerense y el 90% tiene resultado de laboratorio positivo para dengue. “Aumentó sobre todo este mes”, indicó la especialista. Son pocos los internados por signos de alerta, uno por dengue grave proveniente de San Martín, provincia de Buenos Aires, y otro bajo control con sospecha de que pueda serlo por una segunda infección.
“En los adultos jóvenes es donde más estamos viendo la infección. Con respecto del año pasado, este verano el aumento es muy importante”, mencionó. “Lo diferente que estamos viendo es la consulta por un cuadro abdominal, con náuseas y vómitos. Esto se está presentado más este año”, agregó.