Mallorca, un largo camino con curvas destino a La Cartuja

Palma, 4 abril (EFE).- El Mallorca disputó seis eliminatorias, cuatro de ellas ante rivales modestos, y dos ante el Girona y la Real Sociedad, para acceder, no sin sobresaltos y en una dramática tanda de penaltis, a la cuarta final de su historia en la Copa del Rey.

El equipo del técnico mexicano Javier Aguirre inició su andadura en el campo del Boiro, de Regional Preferente, al que derrotó 0-4 el pasado noviembre con un 'hat trick' de Abdón Prats y un gol del canadiense Cyle Larin.

Sus dos próximas citas fueron ante el Valle de Egües navarro, de Segunda Federación, al que derrotó por 0-3 (marcaron Javi Llabrés -2- y Dani Rodríguez), y el Burgos, de Segunda división, en los dieciseisavos de final, al que superó en El Plantío también por 0-3 (goles de Gío González, Larin y Abdón Prats).

El Tenerife fue el rival en octavos de final. El choque concluyó 0-0 en el Heliodoro Rodríguez López, y, cuando parecía que la eliminatoria de iba a decidir en la tanda de penaltis, Larin clasificó a los mallorquinistas con un gol en el último minuto de la prórroga.

El sorteo de los cuartos de final deparó un choque Mallorca-Girona, un confrontación en la que el cuadro catalán partía como favorito dada la gran temporada que estaba cuajando luchando en todo lo alto de LaLiga EA Sports.

En cambio, los bermellones dieron la sorpresa se plantaron en las semifinales tras un ajustado y sufrido 3-2 en Son Moix tras una primera parte de ensueño con goles de Larin y Abdón Prats (2) y después de sufrir en los últimos minutos para resistir la reacción de los hombres de Míchel Sánchez, que recortaron el resultado con tantos del uruguayo Cristhian Stuani y del brasileño Savio.

La Real Sociedad de Imanol Alguacil fue el último escollo mallorquinista antes de la ansiada final. Tras el empate (0-0) en Palma, la eliminatoria se debía decidir en el Reale Arena, y no pudo ser más emocionante.

El meta Dominik Greif detuvo un penalti a Brais Méndez al borde del descanso, Gio González adelantó al Mallorca en el segundo periodo pero forzó la prórroga Mikel Oyarzabal, cuyo tiro en la tanda de penas máximas fue detenido por el eslovaco. Su intervención y la transformación de Sergi Darder significaron la clasificación del conjunto balear para la final de La Cartuja.

Desde entonces, el equipo de Javier Aguirre vive en una nube ante la posibilidad de conquistar su segundo título copero tras el que consiguió en 2003 derrotando al Recreativo de Huelva en Elche (0-3) con goles del camerunés Samuel Eto'o (2) y el uruguayo Walter "Rifle" Pandiani.

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