Los palcos del Estadio Azteca, una guerra entre millonarios por el tesoro más preciado del Mundial 2026

Estadio Azteca, vista de su entrada en agosto de 2020. (Santiago Chaparro/Jam Media/Getty Images)
Estadio Azteca, vista de su entrada en agosto de 2020. (Santiago Chaparro/Jam Media/Getty Images)

El Mundial de Norteamérica 2026 está más cerca de lo que podría parecer: faltan sólo dos años y un mes para ver las acciones de una nueva Copa del Mundo. México formará parte de esa fiesta, parcialmente, con los partidos que tendrá en el Estadio Azteca (cinco serán disputados ahí), Akron de Guadalajara y BBVA de Monterrey. Sin embargo, más allá de la emoción que genera un evento así, hay un aspecto que está generando tensiones: los palcos y plateas del Coloso de Santa Úrsula.

Los propietarios han comenzado una firme campaña para contrarrestar una medida tomada por la Federación Mexicana de Futbol: este organismo le ofertó los palcos a la FIFA. Por su parte, la empresa Futbol del Distrito Federal, que lleva la administración del Estadio Azteca, no ha brindado certidumbre a los palcohabientes, que todavía no saben si podrán ver los partidos del Mundial 2026 en sus localidades.

Ellos cuentan con un título de propiedad que les asegura el acceso a los eventos, de todo tipo, que se realicen en el Azteca. “Se garantiza el uso exclusivo de la localidad a que se refiere el presente Título de Aportación en todos los juegos o espectáculos de cualquier índole que tengan lugar en el Estadio”, reza el documento al cual tuvo acceso ESPN en enero pasado. El acuerdo data de 1963 y permitió a los beneficiados apreciar los Mundiales de 1970 y 1986. Esta vez no hay garantía de que sea así.

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Es por ello que se han organizado para montar una lucha contra esa incertidumbre relativa al Mundial del 2026. Y saben, desde luego, que tienen el poder para plantarle cara a quien sea. Así lo expresó Roberto Ruano Ortega, secretario general de la Asociación Mexicana de Titulares de Palcos y Plateas: “Los palcohabientes del Estadio Azteca son las personas más poderosas de este país: empresarios, políticos, jueces, ministros. Tenemos un poder muy fuerte. Nos estamos preparando con un equipo de abogados para cualquier escenario”, comentó en entrevista a Proceso.

Desde que se realizaron los acuerdos en 1963, quedó pactado que los palcos serían propiedad de quienes pagaron por un plazo de 99 años. Según los testimonios dados a Proceso, los propietarios no tienen como meta un pago económico, sino simplemente disfrutar de los cotejos que ahí se disputarán, entre ellos la inauguración. Además, tienen el miedo de que la remodelación del Azteca los deje sin sus palcos o plateas de manera directa (además de la incertidumbre de si las podrán usar o no).

En febrero pasado, Emilio Azcárraga, presidente de Grupo Televisa, dijo que se buscaría la forma de conciliar las dos partes. "Para nosotros siempre ha sido muy importante esa parte y todos los eventos que se han logrado donde los palcohabientes y las plateas se han respetado. Estamos buscando la oportunidad de tener una solución que acomode tanto al Estadio como a los palcohabientes, plateahabientes y a FIFA”, señaló para W Radio.

El camino al Mundial no sólo será largo para las naciones que sueñan con estar en la justa, sino también, como ya se puede ver, para quienes librarán una batalla para que se respete el derecho que legalmente les pertenece. Nadie querrá bajar la guardia. En México, ante la falta de eliminatorias (el Tri tiene asegurado su boleto por ser local), quizá esta sea la batalla que se termine por quedar con los reflectores de aquí a los próximos dos años. Unos poderosos palcohabientes que no quieren ceder su tesoro patrimonial bajo ninguna condición.