Lionel Scaloni: el apodo que lo marcó en sus inicios como jugador y la identificación con Carlo Ancelotti
“Esponja”. Así lo llamaba Daniel Córdoba en Estudiantes de La Plata, por su tremenda capacidad para absorber información y replicarla en el campo de juego. “En un grupo de jugadores talentosos, él se destacaba por su visión. Siempre aportó cosas buenas y preguntaba sobre todos los ejercicios realizados”, contó José Néstor Pekerman, su “Dios” y con quien obtuvo su la Copa del Mundo juvenil en Malasia 97. “Era una persona atenta, que siempre veía todo, lo pongo a la altura de Guardiola”, lo definió el vasco Javier Irureta, su exentrenador en el histórico Súper Depor de La Coruña que fue campeón de la liga española. “Ha hecho un trabajo extraordinario”, resumió Carlo Ancelotti, su máximo referente en la actualidad tras competir por el premio The Best en febrero de 2023.
Lionel Scaloni ha tenido grandes referentes a lo largo de su trayectoria. Desde sus inicios como futbolista en Newell’s Old Boys de Rosario, allá por mediados de los 90, hasta su consagración definitiva como entrenador. No todos lo dirigieron, aunque todos le han dejado conocimientos y enseñanzas que el DT más exitoso de la historia de la selección argentina ha plasmado en sus equipos.
“Uno aprende incluso de los entrenadores que no tuvo. Para mí, hoy un referente es Ancelotti. Me gusta escucharlo y verlo trabajar. Pienso muchísimas cosas igual que él y es un tipo que ha hecho historia”, sostuvo Scaloni en su conferencia de este domingo, previo al viaje a Barranquilla. Y no dudó en mencionar a otros grandes mentores de su carrera que lo han marcado a fuego en distintas etapas de su vida.
Su adaptación a las características y perfiles de sus jugadores es, tal vez, el principal punto de conexión entre la metodología de trabajo de Scaloni y la del actual DT del Real Madrid. El propio Lionel lo explicó en una nota previa al Mundial de Qatar en la que contó su admiración por el técnico italiano. “Hay pocos entrenadores que, o se hace lo que ellos dicen que se tiene que hacer, y si no, vas para afuera. Otros buscan llevarse al jugador para su lado, que el jugador entienda el porqué y, si no funciona algo o no están cómodos, saber por qué. Yo soy de esos. Si lo hace Ancelotti, ¿por qué no lo voy a hacer yo? El autoritarismo, el ‘se hace esto o nada’, no me gusta. No me gustaba cuando jugaba, no me gusta cuando dirijo. Es importante que, cuando se sale a la cancha, todos vayamos a una. No cinco por un lado y tres pensando en atacar de otra manera, o que no estemos de acuerdo. Siempre el que manda es el entrenador, es indudable, pero puedo decir que hablo con los jugadores, que buscamos la manera para poder ganar y variamos la forma en 2019. Vimos que había jugadores para hacer otro juego”.
Pep Guardiola (de Manchester City), Roberto De Zerbi (Olympique Marsella), Diego Pablo Simeone (Atlético Madrid) Simone Inzaghi (Inter) y el ex Roma y Napoli Luciano Spalletti (selección italiana) son otros entrenadores a los que Scaloni suele seguir de cerca. Técnicos simples, flexibles, cercanos al jugador, que buscan convencer con la palabra.
El vínculo de Scaloni con Pekerman va más allá del ámbito futbolístico, pero encuentra varios puntos de conexión tanto dentro como fuera del rectángulo. Se conocieron en la Selección Sub 20 y luego Pekerman lo convocó a la mayor con vistas al Mundial de 2006. Su transición jugador-entrenador estuvo signada por el legado de José, con enfoque en la táctica, la estrategia, la psicología y la formación integral del futbolista.
En la final de Qatar, Pekerman alentó a su alumno desde las tribunas del Lusail y el DT celebró la obtención del título con la camiseta número 18 con la que había conseguido el campeonato juvenil. “Vi a José en el velatorio del Flaco (Menotti) y estuvimos hablando un rato de fútbol y de cómo está pasando este momento. Nos gustaría verlo en algún banco de suplentes, pero no sé cuál es su idea. Es evidente que todos lo que hemos pasado por sus manos hemos quedado marcados”, contó Scaloni, quien este martes enfrentará a otro viejo conocido como Néstor Lorenzo, exayudante de Pekerman en la Sub 20 entre 2004 y 2018.
Daniel Córdoba, quien llevó a Scaloni desde Newell’s a Estudiantes de La Plata, no escatima en elogios al momento de referirse al DT. “Cuando tuve a Lionel como jugador se produjo una transformación que solamente la pueden hacer aquellos deportistas que tienen una capacidad intelectual, física y espiritual de élite. Él llegó como centrodelantero junto a su hermano Mauro, y yo lo puse a jugar de volante, un puesto desconocido para él. Y no solo se adaptó perfecto, sino que me preguntaba todo el tiempo el porqué de las cosas: por qué jugábamos con línea de tres, por qué había que tapar la salida del rival, porqué se le hacía marca personal al enganche. Tenía menos de 20 años y era un fanático de la táctica y la estrategia”, cuenta el Profe en charla con LA NACION.
El mismo que, durante la Copa América 2021, le sugirió al DT prescindir de un zaguero y conformar una línea de tres centrales con Cristian Romero, Nicolás Otamendi y Lisandro Martínez. “Con él, los caciques se comportan como indios”, agregó sobre su liderazgo y gestión de grupo.
En su paso por Europa, donde desarrolló el 85 por ciento de su carrera (La Coruña, West Ham, Racing de Santander, Lazio, Mallorca y Atalanta), Scaloni conoció a Javier Irureta, experimentado DT vasco que condujo al Dépor al mayor hito de su historia: la Liga 1999/2000. Irureta tiene hoy 76 años y, pese a no dirigir desde 2008, sigue siendo una referencia para el técnico argentino. Aquel equipo, del que también formaba parte Gabriel Schürrer, solía pararse 4-4-1-1 , un sistema muy empleado por el entrenador albiceleste.
“Lionel es muy parecido a Guardiola. Les gusta trabajar con jugadores jóvenes y en su cabeza tienen siempre el buen juego. Hay entrenadores que se quedan retrasados, pero no es el caso de ellos”, dijo Irureta en julio de este año, tras la consagración de Scaloni en la Copa América, y lo candidateó como sucesor de Ancelotti al frente del Real Madrid. Por sus ideas, claro, y porque no siempre es sencillo aprender de los mejores.