El líder bielorruso Lukashenko se ausentó de un evento y alimentó los rumores sobre su estado de salud
MOSCÚ.- El líder bielorruso, Alexander Lukashenko, tuvo que ser conducido una corta distancia hasta un acto durante las celebraciones del Día de la Victoria del martes en Moscú, se saltó un almuerzo ofrecido por el presidente ruso, Vladimir Putin, y este domingo se abstuvo de dar discursos en una importante celebración del país, lo que despertó especulaciones sobre su estado de salud.
Es la primera vez en 29 años que Lukashenko se pierde las celebraciones anuales del Día Nacional de la Bandera, el Emblema y el Himno. Este domingo fue el gran ausente. Su primer ministro leyó un mensaje en su nombre en la jornada, lo que resultó sospechoso dado que es el mandatario el que suele hablar en público, informó BBC.
El sábado, medios ucranianos y un canal de Telegram de la oposición reportaron que el mandatario había sido hospitalizado en Minsk cerca de las 7 de la tarde hora local por mala salud.
Los rumores de su estado de salud se escuchan desde el martes, cuando Lukashenko, estrecho aliado de Putin, llamó la atención en celebraciones en Moscú en el Día de la Victoria. El líder parecía cansado y algo inestable, y se le veía un vendaje en la mano derecha. Su aspecto suscitó rumores en Internet sobre el bienestar de su salud, aunque por lo demás no dio muestras evidentes de encontrarse mal.
Las imágenes y videos mostraron al hombre de 68 años charlando con Putin y los altos mandos del ejército tras el desfile anual en la Plaza Roja y, a continuación, tomando un ascensor hasta la Tumba del Soldado Desconocido, cerca de allí, mientras Putin caminaba hasta allí con los líderes de Armenia y cinco países de Asia Central.
Se reunió con los demás para depositar flores en la tumba junto al Kremlin, a sólo unos 300 metros del lugar donde antes habían presenciado el desfile que conmemoraba el aniversario de la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi en 1945.
El Presidente bielorruso no acudió al almuerzo de Estado ofrecido por Putin en el Kremlin, al que asistieron los demás líderes.
Las autoridades bielorrusas no han hecho declaraciones sobre el estado de salud de Lukashenko, pero en las últimas dos semanas ha aparecido en pocos actos públicos y en uno de ellos su voz estaba ronca.
Más tarde, el martes, Lukashenko reapareció en la ceremonia de colocación de coronas de flores del Día de la Victoria en Minsk, pero, en otra desviación de la tradición, vestía de civil -no uniforme militar- y no pronunció ningún discurso.
Rusia utilizó el territorio de Bielorrusia como plataforma de lanzamiento para su invasión de Ucrania, su vecino común, en febrero del año pasado, y desde entonces su cooperación militar se ha intensificado, con ejercicios de entrenamiento conjuntos en suelo bielorruso.
Pero Lukashenko ha insistido en que Bielorrusia no es parte en la guerra y no ha enviado tropas a luchar junto a las fuerzas rusas en lo que Putin llama una “operación militar especial”.
El martes, en el desfile del Día de la Victoria, Putin dijo que Rusia estaba inmersa en una lucha “sagrada” con Occidente por Ucrania.
Agencia Reuters