Julio Velasco escribe la historia del vóleibol de Italia en los Juegos Olímpicos: el humilde hacedor de una histórica medalla dorada
Julio Velasco, el entrenador argentino de 72 años, escribió una página más de su riquísima historia como entrenador de vóleibol: este domingo condujo a la selección femenina de Italia a ganar la medalla dorada por primera vez en la historia de los Juegos Olímpicos.
“Sólo perdimos un set, creo que es un récord. Jugábamos pelota por pelota. Es un equipo con chicas formidables. Siempre estuvimos metidos en el juego, con mucha claridad, con frialdad. El mejor partido siento que lo hicimos en la final. Pero esto también representa una victoria para los clubes pequeños de Italia, también es importante para el movimiento que buscamos generar en el vóleibol femenino de Italia”, dijo el hacedor de esta medalla, que Italia celebró en la tarde del último día de competencia en París.
Italia venció a Estados Unidos en sets corridos: 25-18, 25-20, 25-17. Como señaló el entrenador, a lo largo del torneo las italianas apenas perdieron un set, lo que reflejó lo dominantes que fueron en toda la competencia. Sin duda, esta es una victoria histórica para Italia, cuyo mejor resultado olímpico había sido un quinto lugar.
El triunfo de las europeas se produjo frente a una multitud bulliciosa en la Arena París Sur, donde muchos fanáticos ondearon banderas de ambos países. La gente bailó y vitoreó mientras las italianas avanzaban hacia la victoria decisiva.
Cuando Italia anotó el punto final, muchas de las jugadoras se desplomaron en la cancha y luego comenzaron a abrazarse. Después, lanzaron por los aires a la veterana Monica De Gennaro, de 37 años y cuatro veces olímpica. A un costado estaba Velasco, con una felicidad serena. El hombre que tiene una conexión histórica con ese país.
“Normalmente unos Juegos Olímpicos se preparan en cuatro años, con mi equipo lo hicimos en cuatro meses, ¡pero salió genial!”. Como entrenador del equipo masculino italiano, Velasco había perdido la final olímpica en Atlanta ‘96, algo que ahora él mismo recuerda: “Nunca hice drama por esa derrota”, dice, sin perder la compostura en este instante de gloria deportiva. Al finalizar el partido llegó el post de la Primera Ministra Giorgia Meloni, que escribió en X: “Nuestros jugadores de voleibol, jugando un partido impecable, vuelven a hacernos soñar con una victoria histórica que da a Italia su duodécimo oro. Extraordinario!”.
🥇 ¡ORO! ¡ORO PARA ITALIA! 🥇
Italia se lleva la presea dorada en el voleibol femenil de sala en #Paris2024 pic.twitter.com/1JSyUGviy9— Claro Sports (@ClaroSports) August 11, 2024
Los medios italianos destacaron el valor del entrenador ya en los títulos de sus artículos más destacados del día. “La Italia de Velasco aplasta a Estados Unidos, ¡es medalla de oro!”, se puede leer en la web de La Gazzetta dello Sport. “La Italia de Velasco, oro en voleibol en los Juegos Olímpicos de París. Estados Unidos arrollado en la final, las italianas en el paraíso”, eligió La Reppublica. “Generación de oro del voleibol italiano, las chicas de Velasco reescriben la historia”, marcó La Stampa.
Una leyenda siempre humilde
Velasco se encontraba trabajando en las selecciones juveniles italianas masculinas cuando en octubre de 2023 la Federación Italiana le ofreció reemplazar a Davide Mazzanti y, de esta manera, tomar un cargo que ya había tenido entre 1997 y 1998. El 21 de noviembre pasado había firmado su contrato como entrenador del seleccionado femenino y el objetivo era armar un equipo competitivo que logre clasificarse para los Juegos Olímpicos de París 2024.
“Estamos muy contentos de que Julio haya aceptado nuestra propuesta. Estamos convencidos de que confiar la selección femenina a un entrenador de su calibre es la mejor elección en este momento”, había dicho el presidente de la Federación Giuseppe Manfredi en la página oficial de Federvolley cuando hizo el anuncio de la contratación. Y había agregado: “Están todas las condiciones para que este nuevo camino nos dé satisfacción y sin duda aportará una contribución importante, como siempre lo ha sido, a la causa italiana”.
El primer triunfo de Velasco con la selección femenina de Italia en esta segunda etapa fue siendo campeón de la Nations League en junio pasado. El equipo del entrenador argentino superó 3-1 en la final a Japón y allí fue que consiguió el boleto para los Juegos Olímpicos de París. Italia se había impuesto a Japón por 3-1 en la final de la Nations League con parciales de 25-17, 25-17, 21-25 y 25-20, en Bangkok.
Velasco había ganado la primera Liga Mundial de la historia con la Azzurra masculina, en 1990. Ese había sido el décimo título en la carrera del reconocido entrenador argentino, el primero con un equipo femenino. Anteriormente se había consagrado cinco veces en Nations League, tres europeos y dos Mundiales, más una medalla olímpica.
“La vida no es un campeonato; el mundo no se divide entre ganadores y perdedores. La diferencia fundamental sigue siendo vivir entre buenas y malas personas. Entre las buenas personas hay ganadores y perdedores y entre las malas personas también. Hay que saber diferenciar lo que es un campeonato, lo que es una empresa y lo que es la vida de todos los días. A veces se pone demasiado el modelo deportivo para todos los aspectos de la vida y eso no es correcto”, dijo Velasco en una entrevista de hace unos años con LA NACION.
La relación de Velasco con el voleibol comenzó cuando tenía 15 años en Universitario de La Plata, donde practicaba, como otros tantos compañeros, “todos los deportes, fútbol sobre todo”. Con el tiempo, su cariño con el voleibol se fue incrementando y comenzó a integrar un equipo juvenil. Pero terminó haciendo una carrera brillante, llena de prestigio y reconocimiento. Y, a los 72 años, sigue consiguiendo logros.
En aquella charla con LA NACION, mostró por qué huye de los rótulos grandilocuentes, como el de “mejor entrenador en la historia del deporte argentino”... “Es una exageración. Porque no creo en las clasificaciones. El mejor músico, escritor, entrenador. No tengo uno en particular porque mucho influye cada momento. No sé si es mejor Piazzolla o Troilo. El músico o el escritor hacen cosas para la posteridad, mientras que nuestro trabajo es una tarea muy pragmática. Tenemos que resolver los problemas de hoy y los modos son los de hoy, no los de ayer o los de mañana. Mi trabajo es prepararme para los nuevos problemas que surjan. No creo en la bajada de línea total; una cosas es enseñar, pero no creo en los procesos en los que le debamos dar una línea a todo el voleibol argentino. Me opongo. Porque si logro que muchos entrenadores sigan mi línea, si es que mi línea existe, termino en algo ideológico. Y como en toda ideología se termina defendiendo al compañero de ideología, aunque sea un perro, y no al más capaz que piensa distinto. Y no sólo en el voleibol, sino en todos los deportes, necesitamos muchos entrenadores buenos, no que piensen de la misma manera.
—¿Qué define a un buen entrenador?
—El que resuelve los problemas de su equipo. Y eso implica manejar situaciones y la química de un equipo. Resolver los conflictos que puede tener el jugador o el equipo en su conjunto. A veces podemos resolver los problemas de ocho equipos y de dos no, y eso no significa que no sos bueno. Quizá, simplemente, no le encontraste la vuelta. Y te vas a otro equipo y ganás. Los mejores médicos le erran con un paciente y eso no quiere decir que sean malos.