Julio César Chávez y el curioso motivo por el que le permiten decir groserías en la TV

Julio César Chávez comentando una pelea en septiembre del año pasado. (Getty Images)
Julio César Chávez comentando una pelea en septiembre del año pasado. (Getty Images)

Las transmisiones de boxeo en México tienen algo muy singular durante las últimas dos décadas: las participaciones de Julio César Chávez. A nadie le queda duda de que sabe de lo que habla: se trata del campeón más prodigioso e influyente que haya tenido el pugilismo nacional. Sin embargo, sus intervenciones suelen robar cámaras por otro motivo: su encendida forma de comentar los combates. Chávez no tiene pelos en la lengua para decir lo que piensa, aunque sea regularmente con un lenguaje altisonante.

Eso, por supuesto, ha llamado la atención de todos y en redes sociales le ha valido un sinfín de memes y recopilaciones —ni se diga en TikTok—. Chávez insulta, lanza maldiciones y hace todo cuanto quiere. Lo hace fiel a su estilo, frenético y sin querer quedar bien con nadie. Pero esa forma de expresarse tiene un permiso muy especial: el de Ricardo Salinas Pliego, propietario de Televisión Azteca. Así lo contó el propio Chávez en el podcast Master Vic.

“Tengo la bendición y la fortuna de que puedo decir lo que yo quiera en la televisión, hasta anunciar mis clínicas y nadie puede anunciar ni decir groserías en TV Azteca, más que yo, porque eso lo dijo el patrón que es Ricardo Salinas. Estaban todos, Luis García, Zague, todos los artistas de telenovelas y todo. Al último estábamos en una cena y dijo: ‘para terminar quiero decirles que el único cabrón que puede decir lo que le dé su gana es el Gran Campeón Mexicano Julio César Chávez porque se lo ha ganado. Ustedes chin… a su madre”. Además de las groserías, vale recordar que Chávez puede promocionar también sus clínicas contra las adicciones (recientemente muy mencionadas por el internamiento del famoso luchador Shocker).

Los comentarios del Gran Campeón sin duda causan impacto. A algunos no les gustan, pues son muy estridentes. Pero, por otro lado, hay quien se dice reflejado en sus puntos de vista: es decir, Chávez dice lo que ellos también dirían si estuvieran en su posición, y más con la adrenalina de estar viendo una pelea de alto nivel. Igual hay que tomar en cuenta que esta versión de Chávez se da a notar sobre todo en las peleas de mexicanos. Ahí sí que se le olvida cualquier límite y hasta les da instrucciones —y lo más probable es que lo escuchen, porque la mesa de comentaristas está frente al ring—. Es así no sólo un analista, sino también una suerte de entrenador adicional.

En septiembre del año pasado, en la cartelera de Saúl Álvarez y Jermell Charlo, Chávez directamente le mentó la madre a los peleadores Jesús Ramos y Erickson Lubin, pues consideró que el rendimiento que estaban ofreciendo era sumamente bajo. En los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, Chávez tuvo una recordada narración en la que señaló que el peleador mexicano había perdido el combate. Lo hizo a su modo: "ya chin... a su madre el mexicano". El video, al conocerse por medio de Youtube, se ha vuelto de culto en los últimos años.

Así es Julio César Chávez y nadie podría decirse sorprendido. En la cámara, refleja su autenticidad y no tiene filtro alguno. De igual forma, cuando hay victorias mexicanas, es el más emocionado de todos. Así se ha dejado ver cuando peleadores como Juan Manuel Márquez o el propio Saúl Álvarez han salido con la mano en alto de enfrentamientos gloriosos. Podrá gustar o no, pero Chávez tiene el permiso y lo usa de manera constante sin importarle el qué dirán.

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