Julián Quiñones, el futbolista que aporta algo diferente al Tri, y no importa si nació o no en México

Julián Quiñones en un partido entre América y Mazatlán del pasado 6 de octubre. (Sergio Mejia/Getty Images)
Julián Quiñones en un partido entre América y Mazatlán del pasado 6 de octubre. (Sergio Mejia/Getty Images)

Julián Quiñones ha recibido su carta de naturalización y podrá jugar con la Selección Mexicana en la siguiente Fecha FIFA, que será en noviembre. El director técnico del Tri, Jaime Lozano, ha hablado continuamente de los aportes futbolísticos que el delantero del América le dará a su equipo: "Nos va a dar cosas distintas a las que tenemos. Ha tomado su decisión y casi todo está listo para ser considerado para noviembre", expresó conferencia de prensa.

Sin embargo, el llamado de Quiñones ha sido muy resistido en algunos sectores de la prensa. Es una polémica que revive regularmente en el futbol mexicano. Al respecto, Lucas Ayala, futbolista naturalizado que en 2009 fue llamado al Tri por Sven-Göran Eriksson, tiene un punto de vista muy claro: se sataniza a los naturalizados. Así lo expresó en entrevista con Esto.

“Me parece que aquí en México ese asunto del naturalizado se hace demasiado grande y se sataniza. Siento que se le da demasiada importancia que no debería de ser así. Si un jugador te sirve en lo deportivo, se tiene que utilizar sin importar el lugar de nacimiento. Hay que poner por delante el tema deportivo”, valoró este exvolante, que militó en clubes como Tigres, Atlas y Veracruz.

Quiñones ha demostrado que es uno de los delanteros más potentes del futbol mexicano. Fue clave en el bicampeoanato del Atlas, con una explosividad y vértigo que hoy en día hacen falta en la Selección. Ese desequilibrio, mezclado con gol y variedad técnica, es bienvenido siempre en cualquier equipo, por más críticas que existan únicamente por no haber nacido en México —se formó en el país y lleva ocho años aquí, además de que tenía la opción real de jugar con Colombia y la rechazó—.

Su caso puede compararse con el de Santiago Giménez, que tampoco nació en México pero no despierta ninguna queja y ha sido bien recibido por prensa y afición desde el principio de su carrera. Ayala sostiene que hay dos valoraciones distintas, y que en ambos casos debería prevalecer el aspecto futbolístico. “En el caso del ‘Chaquito’ Giménez, por ejemplo. Este chico yo lo conozco de pequeño, que jugué con su papá (Christian Giménez). No nació en México; sin embargo, las críticas no son iguales y hoy él está aportando muchísimo. Puede aportar muchísimo más, entonces me parece que las críticas no son las mismas”, señaló.

Muchos analistas, que han dejado ver opiniones discriminatorias, se han refugiado en el tiempo: dicen que Giménez vivió más años en México que Quiñones, aunque eso no tenga ninguna validez real, pues Julián ha cumplido con todos los requisitos necesarios para adquirir la nacionalidad (de hecho son cinco años de residencia, y él lleva ocho). “¿Cuál es la diferencia entre ‘Chaquito‘ y Julián Quiñones? Ninguna, el pasaporte lo tienen, la carta de naturalización la tienen y la calidad futbolística la tienen. ¿Por qué no aprovecharlos y por qué no sacarle el mayor jugo posible a estos jugadores que pueden ayudar a la selección?”, opinó Ayala, argentino de nacimiento.

Ayala tiene las cosas perfectamente claras. México no va sobrado de talento en estos momentos y si un jugador puede aportar, debe ser llamado. No se está haciendo nada ilegal (hasta absurdo resulta recordarlo), aunque muchos se rasguen las vestiduras y quieran hacer ver como un sacrilegio el llamado de Quiñones —queja que no pusieron con Giménez, que también tiene su lugar más que merecido—. Después vendrá el tema cancha: ahí Quiñones tendrá que demostrar que puede jugar en el Tri igual que lo ha hecho en Atlas y América. Pero la oportunidad, deportiva y administrativamente, la ha ganado legítimamente y la discusión tendría que centrarse en eso, en su nivel deportivo, no en su país de nacimiento.

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