Julián Álvarez ante Germán Cano: la final del Mundial de Clubes de los argentinos, con dos historias imposibles de replicar

Julián Álvarez (Manchester City) y Germán Cano (Fluminense), frente a frente: el mundial de los argentinos
Julián Álvarez (Manchester City) y Germán Cano (Fluminense), frente a frente: el mundial de los argentinos - Créditos: @Redacción LA NACION

Julián Álvarez salió campeón de la Copa Libertadores a los 18 años. Con la camiseta de River, ingresó por Exequiel Palacios en el triunfo millonario por 3 a 1 sobre Boca, en Madrid en 2018. Un año después, jugó otra final de la misma competencia, frente a Flamengo, en Lima; ingresó por Nacho Fernández. Germán Cano salió campeón de la Copa Libertadores a los 35 años. Con la camiseta de Fluminense, abrió el marcador en la victoria por 2 a 1 sobre Boca, en Río de Janeiro, un puñado de semanas atrás.

Julián, la Araña, es simpatizante de River. Germán, el Depredador, se inclina por Boca. Alvarez nació en Calchín, Córdoba, Germán Ezequiel Cano Recalde nació en Lomas de Zamora. Uno es famoso desde adolescente, el otro, mucho más allá de los 30.

Julián Alvarez, siempre determinante
Julián Alvarez, siempre determinante - Créditos: @Dave Thompson

Julián fue tocado por la varita mágica desde joven: en enero de 2022, fue transferido a Manchester City, uno de los clubes más importantes del mundo, que tiene a Pep Guardiola como entrenador, también calificado en la cúspide del fútbol, según los especialistas. Se quedó seis meses más en River; voló a la Premier League, hizo un curso acelerado de adaptación y fue una de las razones (una de las principales razones) de que la Argentina se consagrara campeón mundial en Qatar. La primera, fue el mal estado físico de Lautaro Martínez. La segunda, su increíble adaptación. Y explosión.

Germán Cano esquivó la varita mágica. Sangre, corazón y vida a largo plazo (y goles, goles de todos los colores): recién encontró su lugar en el mundo en Fluminense, dos temporadas atrás. Sueña con la selección, luego de años latinoamericanos tallados con su nombre, sin apellido ilustre en nuestro medio. A Julián se lo disfrutó poco, a Germán, nada de nada. No había madurado su destrucción de redes ajenas.

Cano, estelar en la final contra Boca
Cano, estelar en la final contra Boca - Créditos: @Aníbal Greco

La urgencia de la crónica del día confirma la teoría: un argentino será campeón mundial. Manchester City, de Inglaterra, ganador de la Champions League y con Álvarez, parte como favorito este viernes, desde las 15 de nuestro país, ante Fluminense, de Brasil, que conquistó la Copa Libertadores y tiene como figura a Germán Cano, en la final de la Copa Mundial de Clubes que organiza la FIFA.

El partido se desarrollará en el Estadio King Abdullah Sports City, en Jeda, Arabia Saudita y será dirigido por el polaco Szymon Marciniak, que estuvo a cargo de la final de la Copa del Mundo de Qatar 2022 que la Argentina le ganó a Francia.

En el City, un equipo de estrellas, Álvarez cada día tiene un mayor protagonismo; sin Erling Haaland ni Kevin de Bruyne, pero con Phil Foden, Jack Grealish, Bernardo Silva, Kyle Walker o Ruben Días, entre otros, despliega un juego de superlativo nivel. Fluminense fue tildado como un “equipo de jubilados” por parte de la prensa inglesa, al tomar en cuenta que algunos de sus jugadores principales son veteranos, como Marcelo (35 años), Felipe Melo (40), Fábio (43) y Cano (35). El gran artillero es el hombre destacado en el equipo que dirige Fernando Diniz: el delantero ex Lanús, Chacarita y Colón suma 84 tantos en 128 encuentros con la casaca del club carioca.

Julián Alvarez, en el triunfo contra Urawa Reds
Julián Alvarez, en el triunfo contra Urawa Reds - Créditos: @Manu Fernandez

En su carrera, alcanzó los 294 gritos en 587 partidos. Los números de Alvarez son más modestos en este sentido: 79 en 194. Aunque lo aplasta en títulos: 14 contra 7. “Puede hacerle sombra a Lautaro Martínez”, reflexionaba Pipita Higuaín, un 9 de colección, mucho antes de Qatar. En todos los órdenes de la vida, el azar juega con cartas sin marcar. Lautaro Martínez perdió el eje luego de la derrota contra Arabia Saudita y Lionel Scaloni, el hombre de las decisiones fuertes, tomó nota. Brilló en River, se destacó en un puñado de meses en el Manchester City de Guardiola, que lo elogia hasta cuando permanece en el banco. Y... a la cancha.

Julián fue una de las revelaciones del Mundial y, desde ya, una de sus principales figuras. Cabeza de ejecutivo y humildad de laburante. El socio definitivo de Leo Messi, el que esperó toda su vida en la selección. “Julián es el campeón del mundo con Argentina. Si él jugó así con Argentina es porque es un buen jugador. Cuando tenés esa positividad podés ir allí y hacer 3 corridas, 2 o 3 cruces… No es la primera vez que ha hecho este tipo de goles. El impacto fue enorme en 10, 15 minutos. Tener estos jugadores en el banco con esa mentalidad es muy importante”, cuenta Guardiola, que no lo cuenta como un titular indiscutido. Cuando ingresa desde el banco, suele ser un impacto.

Risas entre Pep Guardiola y el cordobés, en un entrenamiento
Risas entre Pep Guardiola y el cordobés, en un entrenamiento - Créditos: @Alexander Hassenstein - UEFA

Cano marcó 13 tantos en la Libertadores reciente. Un dato más que agiganta su obra: suma 16 goles en 16 partidos jugados en su vida en la Copa. Tiene la doble nacionalidad, argentino y colombiano. Porque después de un par de temporadas enemistado con la red (dos goles en Lanús, un grito en Chacarita, ni uno en Colón), buena parte de su carrera la creó en Colombia. Seis temporadas con el colmillo afilado, el Depredador.

En el medio, algunos años entre Paraguay y México, hasta aterrizar en Brasil en 2020. Siempre en la ciudad maravillosa: primero, en Vasco da Gama, más tarde en Fluminense. Esta efervescencia por la red, más allá de alguna temporada de ensueño en versión cafetera, empezó hace cuatro temporadas. Las playas de Río de Janeiro le cambiaron la vida para siempre. El 2 de enero va a cumplir 36: su figura es descomunal cuando la mayoría piensa en el día después del retiro.

Según el sitio especializado en datos futboleros, Transfermarkt, el valor de Cano (1,76m, gran cabeceador, hábil en el rectángulo de la definición) es relativo: 1.800.000 euros. Su mejor traspaso fue de Independiente Medellín a Vasco da Gama (un rato antes de consagrarse como estrella del Brasileirao), a cambio de 3.300.000 de la misma moneda. La diferencia con Julián es sustancial: parece que juegan a otro deporte. El valor, según la misma compañía (1,70m, de movimientos felinos, aún lejos del área), es de 90 millones. Y pasó del Monumental al Etihad Stadium en 23 millones, según datos oficiales.

En esta temporada, el cordobés jugó 25 partidos, marcó 8 goles y cedió 8 asistencias (1765 minutos). En el año, Cano actuó en 60 encuentros, convirtió 40 tantos y estableció 3 asistencias. Julián estuvo a prueba en Real Madrid, Cano pudo “discutirle” el botín de oro a Haaland, siete temporadas después de cuando a los 23 años no sabía qué hacer con su carrera. Alvarez lleva de la mano a la magia casi desde niño, Cano la atrapó de viejo y de un plumazo. Tal vez, cuando más se disfruta. Así lo contaba, en una entrevista reciente con LA NACION.

-Soy como el vino, cuanto más viejo, mejor se pone. Yo siempre digo que la edad es un simple número, si ves mis números en el GPS, corro entre 9 y 10 kilómetros por partido, más que mis compañeros. Me tocó así, un poco más grande, tuve que esperar un poco más, me tuve que rehacer de muchas cosas malas. Yo creo que Messi es el mejor ejemplo de luchar por lo que uno quiere, de nunca desistir, de siempre ir en busca de ese sueño pendiente.

Y Leo, siempre Leo, como respuesta a todo...