Juegos Panamericanos: Robertino Pezzota, el batallador incansable del squash que sueña con tener un lugar para plasmar tantos años de trotamundos

Robertino Pezzota asumió sus sextos Juegos Panamericanos: es parte de la
Robertino Pezzota asumió sus sextos Juegos Panamericanos: es parte de la "vieja guardia" de la delegación argentina

SANTIAGO DE CHILE.- La escena en la que Robertino Pezzota se encuentra cargando siete valijas y una gata, yendo del puerto de Barcelona al de Roma y del puerto de Roma al de Barcelona otra vez para conseguir ciudadanía europea y viajando más de dos días en un barco de carga porque es más barato, lo describe tal cual es: incansable y luchador. No está solo: va con su pareja en busca de un futuro mejor, vaya frase trillada entre las trilladas, aunque no por eso irreal. Corre marzo de 2022 y el agotamiento a tantos años de sacrificio se hace sentir. Si son los últimos años de carrera quiere que sean dándose el gran gusto que deseaba a los 20 y pico: competir en el circuito profesional en el Viejo Continente y dar clases a quien se interese. Son muchos años de vivir con lo justo. También tiene ganas de sentirse relajado. No suelta la raqueta. Por el contrario, la toma más fuerte: si el squash siempre fue su vida, ¿por qué habría de dejarlo ahora?

Robertino Pezzota tiene 40 años y acá, en Santiago 2023, afronta sus sextos Juegos Panamericanos. Es parte de la vieja guardia de la delegación nacional que está en Chile, pero que se cuenta en un puñado y delata la vigencia. El rosarino, que juega desde los 7 años, disputará desde este jueves doble mixto junto a Leandro Romiglio en un cuadro que el sorteo moldeó duro y complejo y que los vio perder 2 a 1 ante Perú (le queda jugar por equipos). Y si bien entrenarse en esta modalidad es, en cierto punto artesanal, ya que existen muy pocas canchas en el mundo para cuatro jugadores, él se las ingenia para estar pleno cuando la selección lo necesita. Le duele no disputar individuales, porque la voracidad competitiva no lo deja en paz, pero también lo disfruta desde el lugar de poder transmitir. Una especie de DT sin serlo, pero apoyado en tantos años de recorrer el mundo... Con varias medallas panamericanas en la vitrina.

Robertino Pezzota se abraza a los anillos olímpicos: el squash integrará el programa en 2028
Robertino Pezzota se abraza a los anillos olímpicos: el squash integrará el programa en 2028

“El squash está evolucionando siempre, hoy los ocho países que están acá son muy parejos, no hay un equipo fácil, todos están difíciles. Antes había solo dos candidatos, Argentina y Colombia o México, que lideró durante mucho tiempo”, cuenta Robertino. Y reflexiona: “La verdad es que en nuestro país estamos bastante flojos, no tenemos canchas públicas ni canchas de dobles para practicar. Hay una sola que es una entidad privada pero tampoco es reglamentaria ni está en condiciones. Por eso vinimos a Santiago tres días antes para poder entrenarnos en las que corresponden. Fui anotando las jugadas que puedo llegar a hacer, las estrategias...”.

En ese sentido, Robertino toca el tema que lo preocupa desde hace rato y por el que golpeó muchas puertas en Rosario, su ciudad natal, aunque sin respuestas. “Fijate que no son tan grandes los espacios que se necesitan para hacer canchas de squash, los predios estos están buenísimos. Después obviamente que hay que mantenerlos, se necesita gente que venga. Recién me acabo de enterar que para los Juegos Suramericanos que van a ser en Santa Fe van a construir un complejo como este de raquetas (racquetbol, squash y pádel) en la subsede de Rafaela. Ahí ni hay asociación ni nadie que juegue squash. Esas cosas ya son una mala estrategia a futuro, que va a quedar en nada. Está en los dirigentes o en alguien que trate de abrir la visión para que no pase que las instalaciones queden abandonadas”, remarca. Y también detalla: “Es difícil. Pero más allá del squash lo veo por el lado de otros deportes, sería todo mejor en el mundo si las cosas fueran más equitativas. Cuando sos más grande empezás a ver las cosas de otra manera, está bueno que ayuden a los chicos y no solo a los deportes más populares. A todos les apasiona su deporte. Estaría bueno que llamen a los jugadores referentes y consulten o te pregunten cómo estás para competir, dónde entrenás o qué te parece tal idea. Gastan en torneos que no va a jugar nadie en lugar de abrir o de hacer rendir ese dinero”.

Hasta hace un par de años, Robertino y su hermano Rodrigo, su principal ladero en los años iniciales de squash, estaban al frente de un gimnasio en Rosario. Si bien ese espacio hoy sigue existiendo ya no los tiene como las principales caras visibles. Robertino ya no se entrena allí y Rodrigo da algunas clases, más a cuentagotas. Se mantiene muy a pulmón, peleándola día a día entre la crisis económica y la falta de promoción del deporte: “Trataba de mantenerlo, de que haya actividades, pero cuando entraba algo de plata era reparar cosas, para el alquiler... Es difícil, hay que reparar los vestuarios, las canchas de squash, también tenía boxeo, spinning... Cuando las máquinas se rompen no las podés reponer. Al haber esta inflación que hay, te aumenta todo... Me pasaba que vendía una raqueta o unas zapatillas en pesos y cuando me quería comprar otras el lunes ya no me alcanzaba. Es una locura pensar todo el tiempo en eso, no se puede. Hice una escuelita para chicos y no me rendió, estaba totalmente solo. A veces también dábamos clases gratis y no funcionaba. Todo eso agota, fue lo que me llevó a buscar otra cosa”, cuenta con cierta desazón.

El giro fue de 180° y se fue a probar suerte a Europa. El circuito y las ligas del Viejo Continente siempre lo desvelaron y si bien ya sabe que “ya no voy a ser el 30 del mundo”, se puede dar el gusto de estar en compitiendo en el más alto nivel. “Hice un esfuerzo, no es fácil estar afuera, pero he tenido resultados ganándole al 30, al 50, al 70 del mundo, allá me valoran el juego y el esfuerzo que estoy haciendo, les gusta que soy un jugador agresivo que cambia los ritmos. Gané varios torneos en este tiempo”, repasa. Desde que se instaló en Santiago de Compostela compite para la academia de Borja Golán, el ex N° 1 de España en su deporte, que lo sigue de cerca en la preparación. Tras conseguir la ciudadanía en Italia y de pasar por distintos pueblos o ciudades cerca de Cerdeña para ofrecer su trabajo, se decidió por España, enterado de que Borja acababa de retirarse y estaba próximo a armar la academia. De eso también quiere aprender. Sueña con, el día de mañana, tener la suya.

La Argentina no pudo ante Perú, que tiene a uno de los mejores del mundo: cayó en cuartos
La Argentina no pudo ante Perú, que tiene a uno de los mejores del mundo: cayó en cuartos

“Cuando yo arranqué a jugar al squash era malísimo, hasta que le agarré la mano y mi viejo nos empezó a llevar a los torneos, a viajar y me fue gustando. Últimamente estaba un poco cansado, pero ver todos estos buenos resultados, que sigo creciendo y evolucionando, me ayuda. Por eso también puedo estar acá”, remarca. Y agrega sobre aquello que lo mantiene con ganas: “Estar en unos Panamericanos es una de las cosas más importantes. Representar a la Argentina en estos Juegos es complicado porque el nivel sigue aumentando: difícil clasificarse y después entre nosotros, entre los propios jugadores para integrar la selección. Hoy tengo la suerte de haber llegado y de estar también en un lugar distinto: si bien mis compañeros también tiene experiencia intercambiamos ideas, me escuchan y yo también fui aprendiendo en esto de dar indicaciones, me gusta”.

Pezzota cuenta cuatro medallas de bronce: ganó dos por equipos, una en dobles y una en singles: justamente a la última la consiguió en Lima 2019, inaugurando la cosecha argentina en una edición que fue histórica, con 101 preseas y a la que llegó ya pensando que podría estar entre las últimas de su carrera. Cuatro años después, en una sala del Centro de las Raquetas de Santiago 2023, ríe por los años que lleva compitiendo, aunque vuelve a sincerarse: “Estoy cansado en el sentido de que no es un deporte que te reditúe económicamente, siempre eso es lo más difícil. Acá es pelearla en todo momento. A veces estoy entrenando y sé que me tengo que ir a una ciudad a dar clases. Sí, tengo las becas de la Secretaría (de Deportes) y el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Enard), pero no a veces no alcanza o estás con lo justo. Si vas a dar algunas clínicas, algunas clases, recuperás algo, estás algo más tranquilo. Este es un deporte que no tiene sponsor, nada”, sigue.

Robertino Pezzota prolonga su carrera y se ilusiona tener su propio espacio para entrenar
Robertino Pezzota prolonga su carrera y se ilusiona tener su propio espacio para entrenar

Sin embargo, los contratiempos aún no le pueden ganar a lo que ama: “Esto es lo que a uno lo apasiona, a veces decís ‘no juego más y me voy a trabajar a un supermercado’, por decir algo. Pero también uno quiere aprovechar toda la experiencia y todo lo que aprendió. Hay que tratar de buscar cosas que estén relacionadas y que te despierten ahí el fuego de hacer cosas nuevas, para el día de mañana poder tener una academia, entrenar jugadores...”.

En los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028, el squash finalmente estará en el programa como uno de los deportes “nuevos”, después de décadas de lucha. Hoy, ese horizonte parece muy lejano para Robertino, uno de los máximos referentes en la Argentina, que no puede menos que sentir que al fin, llegó cierta justicia: “Es un reconocimiento para el squash que es un deporte, creo, que se lo merece, porque es muy completo, lindo de ver también por lo intenso y de estrategia. En algún momento iba a llegar. No creo que yo llegue a esos Juegos, pero en este tiempo también me gustaría cambiar un poco algunas cosas: se hace mucho esfuerzo para poder jugar y uno ya quiere disfrutar de otras cosas... O no estar con esa presión constante para llegar bien a un torneo”.

-¿Con qué sentís que te irías feliz de Santiago 2023?

Los ojos llenos de lágrimas, los músculos de la cara temblando por las emociones delatan un flashback en su cabeza. Pide disculpas como si se tratase de una falta, se toma unos segundos y cierra.

-Con una medalla... Porque es mucho esfuerzo y está difícil...

Ya no puede ser en dobles, la dupla Pezotta-Romiglio cayó por 2 a 1 ante Perú. Queda la modalidad de equipos, como segunda oportunidad.

-No es algo que no conozcas, vas a tener que luchar.

-Sí, otra vez.