El segundo paro general de la CGT en cinco meses contra el gobierno de Javier Milei en rechazo del rumbo económico se vive con distintos matices en las principales ciudades del interior, según pudo relevar hasta el momento LA NACION.

Córdoba

En Córdoba, la actividad fue muy reducida en la jornada del paro nacional. Se siente el impacto de la falta de transporte urbano e interurbano; el servicio de taxis también está acotado porque son los dueños de los vehículos los que deben salir, ya que los choferes adhirieron a la medida de fuerza. Los gremios docentes UEPC y Sadop se sumaron a la huelga, si bien el acatamiento es dispar; muchos maestros directamente no pudieron llegar a dar clase por falta de movilidad.

El comercio trabaja a media máquina. Aunque los locales están abiertos, en la zona céntrica el vacío es total. Nadie llegó hasta allí porque es donde convergió la marcha gremial. Cada sindicato con sus columnas salió de su sede rumbo al acto que, con algunos oradores, se realizó desde el mediodía.

A las 14.45, ya había desconcentrado el acto realizado por los gremios de las dos CGT y CTA, del que participaron también algunas organizaciones de izquierda y piqueteras. Los organizadores calculan que hubo unas 30.000 personas. Referentes de varios sindicatos plantearon la intención de hacer una nueva protesta el 25 de este mes, cuando el presidente Javier Milei llegue a la ciudad para firmar el Pacto de Mayo.

En esa línea varios dirigentes sostuvieron que habrá reuniones en los próximos días para organizarse de cara a esa fecha. La firma del acuerdo se haría en el Palacio de Justicia, en el centro de Córdoba, y Milei llegaría antes para participar del tedeum en la Catedral.

Mar del Plata

El paro nacional en Mar del Plata tuvo un acatamiento “dispar”, según reconocen los propios dirigentes de seccionales locales de centrales obreras, que destacaron una fuerte incidencia en las oficinas públicas y un impacto algo menor en el resto de las actividades, con inactividad total en rubros como el transporte urbano de pasajeros y la flota pesquera.

En el sector comercial el movimiento era casi normal, con apertura en horario y funcionamiento habitual en supermercados y shoppings, y persianas cerradas solo en locales menores de la zona céntrica. Hacia los barrios y periferia, la medida de fuerza pasaba casi desapercibida.

José Luis Rocha, titular de la representación marplatense de la Confederación General del Trabajo (CGT), reconoció una adhesión “dispar” y lamentó que este reclamo de los trabajadores no tenga acompañamiento de la pequeña y mediana empresa. “Reclamamos por los derechos de los trabajadores, pero también en defensa de la industria nacional”, remarcó.

La adhesión de la Unión Tranviaria Automotor (UTA) fue fundamental para que el efecto del paro fuera aún más visible. Casi no hubo actividad en escuelas provinciales y municipales, lo mismo que en el ámbito universitario.

En cuanto al desarrollo de la protesta, hubo alguna situaciones denunciadas por comerciantes. En particular locales gastronómicos que amanecieron con pintadas con la leyenda “No a la reforma laboral” en firmas importantes que, a primera hora del día, de todas maneras abrieron sus puertas y atendieron al público con normalidad.

Mendoza

La huelga nacional también tuvo su correlato en Mendoza, aunque más limitada en su alcance. Los mendocinos experimentaron menos complicaciones para cumplir con sus obligaciones cotidianas, ya que el transporte funcionó por encima del 75%, según indicaron desde las empresas y el gobierno local.

En este sentido, hubo un importante movimiento por los centros urbanos, sobre todo en el microcentro de la capital provincial, con la mayoría de los comercios abiertos, mientras que las escuelas funcionaron con normalidad, al menos por la presencia masiva de docentes, tanto en colegios públicos como privados, aunque paradójicamente el mayor ausentismo fue de los alumnos. Así las cosas, según indicaron desde el Ejecutivo mendocino, se registró un 98,6% de educadores en las aulas, posiblemente con la motivación del “Ítem Aula”, el adicional salarial del 10% del haber que se pierde cuando se hace paro o la falta es injustificada.

“En las escuelas el paro fue de los alumnos. Muchos padres, por temor a algún episodio indeseado o por el sutil pedido de los docentes, decidieron que sus hijos se queden en casa. Los maestros no podían faltar para no ver minados aún más sus ingresos”, reconocieron ante la consulta de este diario varios miembros de la comunidad educativa provincial.

En el aeropuerto provincial la actividad fue prácticamente nula, sobre todo por el aviso previo de cancelación de vuelos; solo se registró, temprano, un servicio de la aerolínea Flybondi. Los bancos fueron los que mostraron el mayor nivel de paralización, dejando incluso sin atención a algunos jubilados, a pesar de las promesas previas de prestarles un servicio diferencial durante la jornada.

El Metrotranvía y los recorridos de la Sociedad de Transporte de Mendoza (Grupo 100) funcionaron con frecuencias habituales, con el 100% de los servicios. El resto de los recorridos de área metropolitana del Gran Mendoza, media y larga distancia provincial, con frecuencias superiores al 75%. En la previa del paro, tanto las empresas de transporte urbano como el sindicato de choferes indicaron que se iba a prestar un servicio mínimo de 60% y 30%, respectivamente.

En tanto, en el sistema de salud la asistencia superó el 98% en los efectores públicos. “Todos los hospitales están operativos. La atención en las guardias y en los consultorios externos se lleva adelante sin inconvenientes”, indicaron las autoridades provinciales. Por último, en la administración pública las reparticiones y los servicios estatales funcionaron con normalidad.

Bariloche

En Bariloche, la lluvia de anoche dio paso hoy a un día soleado con máximas de 7ºC. Las paradas de colectivo lucen desiertas (la empresa Mi Bus no presta servicios) y algunos optaron por “hacer dedo”, una práctica muy común en esta ciudad. De todos modos, el movimiento de gente –tanto locales como turistas– es muy bajo.

Sin clases en escuelas públicas dado que el gremio Unter estuvo entre los primeros sindicatos de Río Negro en confirmar su adhesión al paro, también se suspendieron algunas clases en la Universidad Nacional de Río Negro y en la Universidad Nacional del Comahue. Los porteros nucleados en ATE y UPCN también se adhirieron.

Lo hizo asimismo la Asociación Bancaria de Río Negro, al igual que muchos locales comerciales de la ciudad. En tanto, no habrá recolección de residuos hasta mañana, mientras que las delegaciones municipales y la oficina de informes turísticos permanecen cerradas.

Aunque los gremios Unter, ATE, UPCN, UTA, La Bancaria, Soyem, Asspur y Uthgra se adhieren hoy al paro, no se organizaron manifestaciones por el centro de Bariloche. Sí hubo movilizaciones en otras localidades rionegrinas, como Viedma, Cipolletti y Roca.

Rosario

El paro nacional tuvo un fuerte impacto en Rosario, donde la huelga del transporte público provocó que las calles del centro de la ciudad aparecieran con muy poco movimiento, con pocos locales comerciales abiertos. El panorama era similar al de un feriado o un domingo.

La ciudad amaneció diferente a un día normal. No transitaban colectivos y en el sector de transporte solo se veía algunos taxis dando vueltas. El Sindicato de Peones de Taxis se adhirió a la protesta contra el plan económico del presidente Javier Milei, pero los propietarios de los taxis decidieron salir a trabajar, aunque no eran muchos. La parálisis en el transporte fue clave para que el centro de Rosario quedara casi desierto.

El paro también se sintió con fuerza en la administración pública. Las oficinas gubernamentales estaban cerradas y sin personal, como así también las escuelas públicas y privadas. Martín Lucero, secretario general del gremio de Sadop, que agrupa a los docentes privados, consideró que el paro “fue total en el sector educativo”.

Al mediodía, y muy de a poco, comenzaron abrir algunos bares y negocios, pero a diferencia del paro anterior la adhesión a la medida fue más contundente.

Informes de Gabriela Origlia, Pablo Mannino, Darío Palavecino, Paz García Pastormerlo y Germán de los Santos