Jordi Cañas, sobre el acuerdo UE-Mercosur: “El pacto está muy vivo y se va a firmar en los próximos días”
Después de dos décadas de negociación, el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE) están a un paso de firmar un acuerdo de asociación que pretende levantar las barreras arancelarias en un mercado de 800 millones de habitantes, casi una cuarta parte del Producto Bruto Interno (PBI) mundial y con más de US$ 100.000 millones de comercio bilateral de bienes y servicios, según datos de la Cancillería argentina.
El cambio de Gobierno planteó un nuevo escenario para la UE luego de que la Argentina no firmara el acuerdo en la última cumbre del Mercosur a principio de este mes en Río de Janeiro. En vez, la nueva canciller, Diana Mondino, ya adelantó que aprobaría la liberación del comercio entre bloques, y fue en este contexto que el presidente de la Delegación del Mercosur en el Parlamento Europeo, Jordi Cañas, y su equipo aterrizaron en Buenos Aires para terminar de atar los últimos cabos. Según anunció en diálogo con LA NACION, tras reunirse con Cancillería ayer, “el mensaje que recibimos fue muy claro y esperanzador: la Argentina quiere firmar el acuerdo y la Argentina va a firmar este acuerdo”.
–Tras la cumbre de Río, donde la región no firmó el acuerdo y no hubo asistencia de la UE, ¿en qué estado se encuentra hoy la negociación entre ambos bloques?
–El pacto está muy vivo y se va a firmar en los próximos días o semanas a lo sumo. Simplemente hubo una decisión legítima del Gobierno saliente en la Argentina de no querer firmar y ahora lo que tenemos que hacer es que el Gobierno entrante asuma la importancia del acuerdo, ponga a la Argentina a liderar la necesidad de su firma y que lo firme. Estamos muy cerca. Ayer tuvimos una reunión con la Canciller y el mensaje que recibimos fue muy claro y esperanzador: la Argentina quiere firmar el acuerdo y la Argentina va a firmar este acuerdo.
–¿Qué beneficios les aporta el acuerdo a los países del Mercosur? ¿Y específicamente para la Argentina?
–Beneficios extraordinarios en los momentos que vivimos. El acuerdo era bueno en el año 2019 pero en realidad mejoró porque de ese año hasta hoy han pasado muchísimas cosas que pusieron delante del espejo la importancia de este acuerdo. Por ejemplo, durante la crisis del Covid, cuando muchos países no podían acceder a cosas básicas porque las habíamos dejado de producir, a la vez, dependíamos todos de China y esto nos desveló nuestras vulnerabilidades.
Nos dimos cuenta que necesitamos socios confiables globales y ser capaces de mover ciertas producciones concentradas en un lugar a países confiables y amigos; estos, para la UE, son los países de América Latina, y lo mismo para América Latina; la zona más confiable es Europa. Es un camino que tiene dos direcciones, con intereses cruzados y mutuos. Hay que aprovechar esta oportunidad donde el mundo se está reconfigurando y se necesita tener dependencias múltiples.
Damos la bienvenida a la delegación del Parlamento Europeo que visita la Argentina esta semana 🇪🇺🇦🇷.
Los eurodiputados se reunirán con representantes del nuevo Gobierno y dialogarán con organizaciones empresariales y de DDHH. https://t.co/YwvdVrxjGa pic.twitter.com/BT2CT5E1EF— Unión Europea en Argentina (@UEenARG) December 18, 2023
–El gobierno libertario de Javier Milei ya anticipó que aprobaría la liberación del comercio entre bloques, ¿cómo ve entonces el futuro del acuerdo con el cambio de gobierno en la Argentina?
–Lo tienen muy claro. Es cuestión de días o semanas para que se signifique también esa firma. Si queremos darle trascendencia, el acuerdo necesita una significación. Cuando decimos que es un “acuerdo histórico” es porque se mueve también en unos tiempos muy rápidos. El mundo está cambiando muy rápido, el cambio que está sufriendo es histórico pero hay que sincronizarse con los tiempos. Es importante que se firme ya, porque no es un acuerdo que represente el final, sino el principio. Es el final de una negociación pero es el inicio de un diálogo político permanente que requiere instrumentos, procedimientos y un trabajo político. Si queremos que el acuerdo sea una palanca de cambios requiere un trabajo político que tiene que empezar. Pero cuando estamos muy cerca del final, lo que hay que hacer es, en ese último metro, esforzarse todavía más.
–¿Es decir que ven el cambio de gobierno con optimismo?
–No, lo vemos con respeto. Por supuesto que cada nuevo gobierno es una nueva oportunidad, pero quienes deciden los gobiernos son los ciudadanos, no nosotros. La UE se relaciona con la República Argentina y con el Mercosur, quien decide quién se sienta a negociar con nosotros son los ciudadanos, entonces aquí no tenemos nada que decir. En su momento fue Alberto Fernández a quien recibí en el Parlamento europeo y con quien tuve una relación muy cordial y queremos que esa relación sea igual de cordial y respetuosa con Milei, sabiendo que cada uno tiene sus diferencias.
–Milei ha dicho públicamente que el calentamiento global es “una mentira”. Sin embargo, las demandas sobre temas ambientales de la UE son una parte importante del acuerdo, ¿cómo ve usted que puede impactar esta postura, teniendo en cuenta el antecedente entre Jair Bolsonaro y Emmanuel Macron?
–No estamos para hacer análisis de lo que dice un candidato, sino de lo que hace un presidente. Nosotros, como institución del Parlamento Europeo, lo que tenemos que hacer es una valoración de qué va a hacer el gobierno argentino. Vivimos en un mundo donde las declaraciones políticas tienen que al final contestarse con los actos legislativos.
El calentamiento global está produciendo situaciones climáticas desastrosas y hay que afrontarlo. Que uno crea que lo produce el hombre o no da igual, el calentamiento global existe. Por otro lado, el calentamiento global es fruto del incremento de los gases del efecto invernadero. La UE produce el 8% de los gases de efecto invernadero. ¿Por qué estamos tan comprometidos? porque no vivimos en una isla. Lo que pasa en el mundo nos afecta. Hay que entender que esto se mueve en un contexto de problemas a corto plazo de los ciudadanos. No podemos apartar a las personas de los cambios que hacemos.
Es por esto que la UE tiene que ayudar a resolver el “cómo”, que los demás no cometan los mismos errores que cometimos nosotros. Por ejemplo cuando decimos, “no queremos que se queme el Amazonas”, bueno pero, ¿cómo se apagan los fuegos en el Amazonas? Si nosotros no podemos ni apagar nuestros fuegos. Por favor, si queremos conseguir algo, necesitamos convencer y seducir a la gente, no decirles que lo hacen mal porque no es ni verdad ni justo. Un acuerdo es un instrumento para poder trabajar en problemas reales para conseguir oportunidades y objetivos compartidos, no solo para evitar problemas.
–Por más que la Argentina dio el “sí”, falta la aprobación clave de Emmanuel Macron que ya mostró su firme oposición al acuerdo. ¿Cómo piensan convencerlo?
–En el consejo es minoría. La mayoría en el Consejo y en el Parlamento está a favor del acuerdo y la comisión ha decidido firmarlo, entonces lo que tenemos que conseguir es que el acuerdo se firme y que inicie el proceso de rectificación, que luego pasará por la mayoría reforzada de los estados y luego que lo rectifique el Parlamento, que hace una semana votamos una misión para que finalice y fue una omisión que tuvo una victoria importante.
Lo importante también es difícil. Esto era un problema muy difícil, una ecuación con muchas incógnitas y las hemos ido resolviendo. Queda simplemente el resultado final. Hay que mantenerse optimistas. Es un acuerdo que nos trasciende a todos: a los gobiernos, a las personas y a los políticos.
La canciller Diana Mondino reafirmó la voluntad argentina de avanzar en el acuerdo Mercosur - UE
En el encuentro con parlamentarios europeos 🇪🇺, el eurodiputado, Jordi Cañas, expresó por su parte que la visita representa un apoyo al nuevo gobierno.
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–La postura de Milei se alinea también a los intereses de Brasil, lo que trae cierto grado de sintonía política entre ambos países que tienen grandes diferencias ideológicas. ¿Cómo podría impactar este aspecto en la negociación?
–En Europa hay países gobernados por socialistas, liberales o conservadores y con la excepción de dos o tres países, los otros 23 están a favor. Son intereses compartidos. Cuando muchos creen que algo es bueno es porque es bueno. Cuando gente que tienen opiniones diferentes a nivel ideológico coincide en algo es porque ese algo es bueno. Me parece positivo que personas que tienen perspectivas diferentes consideren que hay un instrumento que sea válido para ambos. Eso es una buena señal.
–Sin embargo, el acuerdo Mercosur-UE tiene ya 20 años de negociaciones. Si es tan bueno, ¿por qué todavía no lo firmaron?
–Eso de las décadas de negociaciones es utópico. Hace 20 años que se empezó a hablar de un acuerdo, que empezaron a acercar posturas, pero la verdad es que el acuerdo se negocia de 2014 a 2019.