Quién fue Jean-Michel Basquiat, el genio que se convirtió en el artista negro más cotizado del mundo
Era 1978 y Andy Warhol, que en aquel momento ya era una estrella consagrada, estaba con el crítico de arte Henry Geldzahler en un restaurante en Soho, Nueva York.
Un joven negro los divisa desde afuera y decide acercarse con unas postales diseñadas por él mismo entre las manos. El rey del arte pop le compra una, su acompañante rechaza al adolescente y lo tacha de niñato.
Aquel joven osado de 17 años, de nombre Jean Michel-Basquiat, tan solo tres años después del encuentro se convertiría en una importante figura del arte en la ciudad de los rascacielos. Y en menos de una década sería tan reconocido internacionalmente como su admirado Warhol.
Hoy día, cuando han pasado casi 30 años de su prematura muerte en 1988, es el artista negro más cotizado de la historia.
Sus pinturas, que a través de trazos "primitivos" presentan importantes sucesos históricos, a menudo relacionados con la cultura urbana y la realidad de la comunidad negra y latina, se venden por millones de dólares.
En 2018, su obra "Sin título'' (1982), que muestra una colorida calavera pintada con gruesas líneas, fue subastada por la casa Sotheby's por US$110,5 millones, la cifra más alta alcanzada por un artista estadounidense en aquel momento.
Basquiat, quien nació el 22 de diciembre de 1960 de un padre haitiano-estadounidense y una madre de ascendencia puertorriqueña, pasó de vivir en las calles a lograr el éxito sin haber asistido nunca a una escuela de arte formalmente. Ni siquiera terminó la escuela superior.
Para algunos, como el director del Pérez Museum en Miami, Franklin Sirmans, quien ha curado varias exhibiciones sobre el artista, es "un genio de nuestro tiempo".
"Diría que es uno de los artistas más famosos del planeta. Sus obras no solo son piezas de arte únicas, sino que tienen la capacidad de traducir los problemas y preocupaciones de la época en un sentido contemporáneo, y en un sentido histórico muy profundo", sostuvo el también escritor en entrevista con BBC Mundo
Basquiat fue un irreverente tanto en lo personal como en lo artístico, que creó un estilo fuera de cualquier paradigma, con enormes deseos de ser reconocido, y que admiraba a estrellas como Janis Joplin y Jimi Hendrix, quienes, por cosas de la vida, murieron como él a los 27 años a causa de una sobredosis de drogas.
Un niño de Brooklyn
Jean Michel-Basquiat comenzó a dibujar en las hojas de papel que su padre, Gerard, un contador, traía a la casa de la oficina. Mientras que su madre, quien también dibujaba, lo llevaba constantemente a ver exhibiciones en lugares como el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York y el Museo de Brooklyn.
Está bien documentado que ella fue la persona que lo inspiró para que siguiera su carrera artística. En 1969, por ejemplo, Basquiat fue atropellado por un auto y sufrió varias fracturas. Cuando estuvo internado en el hospital, ella le regaló una copia del libro "Anatomía de Gray", que se convertiría en una inspiración para sus posteriores dibujos anatómicos.
"He dicho que mi madre me dio todas las cosas primarias. El arte viene de ella", dijo el propio artista sobre Matilde Andradas, en una entrevista en 1986.
Pero luego del divorcio de sus progenitores y varias mudanzas, que incluyen una corta estancia en Puerto Rico, Basquiat se convirtió en un joven rebelde que se escapaba constantemente de su casa. Y a los 17 fue expulsado por mala conducta de la escuela alternativa City-As-School de Nueva York.
Fue en este lugar en donde conoció a un compañero, Al Díaz, con quien comenzó un proyecto de grafiti al que llamaron SAMO, acrónimo de Same old shit ("La misma mierda de siempre'', en español).
SAMO fue más que nada arte conceptual, en el que ambos artistas escribían poemas filosóficos en las paredes de la ciudad de Nueva York.
"No tenía una galería, así que hizo de los trenes subterráneos y de las paredes al lado de las galerías de arte en en Soho y el bajo Manhattan, su propia galería", comenta Sirmans.
El ascenso
La notoriedad de Basquiat en el mundo artístico comenzó luego de que el periódico The Village Voice reseñara el trabajo de SAMO en 1978, aunque el concepto moriría un año después.
No obstante, el pintor comenzó una deslumbrante carrera en solitario, que tuvo su origen cuando fue invitado a participar en el Time Square Show(1980), una influyente muestra colectiva curada y gestionada por los mismos artistas que en ella expusieron, y que incluyó a personalidades como Keith Haring y Jenny Holzer.
Para 1981, ya tenía shows individuales y sus piezas se vendían por miles de dólares. A los 24, las obras de Basquiat ocupaban espacios en el Museo Whitney de Arte Americano, el Museo de Arte Moderno y eran adquiridas por importantes coleccionistas. También viajaban a lugares tan diversos como Costa de Marfil o Alemania.
"Creo que su trabajo es tan popular en todo el mundo porque les habla a diferentes clases y grupos demográficos. Su vida le habla a personas diversas de una manera en la que la vida de otros artistas, cualesquiera sean sus niveles de ventas en subastas, no lo hacen. No son tan interesantes como seres humanos", señala Sirmans a BBC Mundo.
Su arte, que abarca cientos de pinturas, grafismos e intervenciones de objetos, está salpicado por elementos urbanos, así como cargado de símbolos repetidos, como las calaveras o las coronas, de las que los historiadores ofrecen múltiples significados, y que ahora son parte de la cultura popular.
Las creaciones de Basquiat aparecen en trabajos de otros artistas, en camisetas, objetos diversos y hasta películas. También es referenciado en canciones de artistas contemporáneos, como los temas "BBC" de Jay Z o "That's My Bitch" de Kanye West, por mencionar algunos.
La relación con Warhol y el costo de la fama
Las reseñas de la época sobre Basquiat no solo describen su enorme talento y las cuantiosas ventas de sus creaciones, sino también que el joven artista asistía a las fiestas y cócteles más exclusivos de Nueva York y se relacionaba con importantes figuras.
Fue, por ejemplo, pareja de Madonna en 1982, cuando la cantante apenas comenzaba su colosal carrera.
También conoció y se hizo amigo íntimo de aquel hombre que conoció a los 17 años: Andy Warhol. Ambos se admiraban e influyeron en el trabajo del otro. En 1985 inauguraron una importante muestra conjunta, en lo que marcó el regreso de Warhol a la pintura, luego de años de experimentar con otro tipo de medios.
"Jean-Michel me hizo pintar diferente, eso es algo bueno", escribió Warhol en su diario en 1984.
No obstante, la colaboración recibió fuertes críticas negativas en la prensa, algo que afectó su relación y les hizo alejarse.
Pero una nota del New York Times de 1988 señala que el autor de las Sopas Campbell fue una de las personas que más advirtió a Basquiat sobre su excesivo uso de drogas, una problemática que marcó su carrera.
En la misma nota Basquiat era descrito como un prodigio, pero también como alguien que actuaba constantemente de forma "errática", distraído por el peso de la fama.
Lo cierto es que también se enfrentó al complejo mundo del arte de su época, en el que era una de las pocas personas negras que había logrado tal nivel de "éxito". Hay quienes afirman que los distribuidores de arte le ofrecían drogas a cambio de sus pinturas y fue, incluso, llamado en una reseña la "mascota" de Andy Warhol.
"Era un genio precoz, que hacía obras para un mundo que no necesariamente lo entendía", dice Sirmans.
El 12 de agosto de 1988, luego de haber intentado varias veces rehabilitarse de su adicción, Basquiat fue encontrado muerto en el 54 de Great Jones Street de Nueva York. Tenía solo 27 años y así empezaba su leyenda.
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