Javier Aguirre y su increíble racha en Mallorca: todo parecía perdido y levantó al equipo como nunca

Javier Aguirre en un partido entre el Mallorca y Cádiz en noviembre pasado. (Cristian Trujillo/Quality Sport Images/Getty Images)
Javier Aguirre en un partido entre el Mallorca y Cádiz en noviembre pasado. (Cristian Trujillo/Quality Sport Images/Getty Images)

Javier Aguirre vive su enésima aventura en el futbol de España. El director técnico mexicano lidera una misión de supervivencia: salvar al Mallorca del descenso de nuevo. El panorama pintaba para mal. Se ha recompuesto al más puro estilo del Vasco: un equipo sin estrellas en el que todos cooperan. En eso se ha vuelto experto el entrenador de 65 años. Cuando hay peligro de descenso, hay que llamarlo: es el bombero preferido de LaLiga.

Pero una cosa es salvar a un equipo recién llegado y otra lo que ha hecho Aguirre en Mallorca durante las últimas semanas. Su destino parecía definido: lo iban a correr. Era cuestión de tiempo en vista de lo que estaba ofreciendo su equipo. No hubo amenazas formales, pero el rendimiento del Mallorca era tan desilusionante que la continuidad del mexicano era ya cuestionada. En menos de ocho semanas, la tendencia se ha revertido de manera asombrosa.

La victoria en la Copa del Rey por 3-2 ante el Girona, que actualmente es líder solitario, en La Liga, por encima del Real Madrid y Barcelona, demuestra que Mallorca ha resucitado por completo. En sus últimos doce partidos, desde el 29 de noviembre, el club pirata tiene sólo una derrota: contra el Real Madrid, el 3 de enero, en el Santiago Bernabéu. Se han instalado ya en las Semifinales de la cita copera, en la que habrán de enfrentar a la Real Sociedad. Y con Madrid, Barcelona y Girona fuera (los mejores equipos en liga), todo es posible.

Pero el curso empezó con sensaciones diferentes. Si el año pasado confirmó que Aguirre sabe apagar incendios, la campaña actual parecía poner en entredicho su capacidad para comandar proyectos de largo aliento. En los primeros quince partidos de la 2023-2024, el Mallorca apenas ganó uno. Fue contra el Celta de Vigo en la jornada cinco, el 16 de septiembre. Volvieron a conocer la victoria únicamente hasta el 9 de diciembre, cuando al fin de ganaron al Sevilla.

Paralelamente, el Mallorca fue superando las fases iniciales de la Copa del Rey. Y también es cierto que mantenía un extraño balance pues no ganaba, pero tampoco perdía en exceso. De tal manera, su racha negativa dio un giro de 180 grados: ahora, en todas las competencias, durante doce partidos, sólo han caído en una ocasión: la citada ante el Real Madrid. Sumando los doce partidos de Liga y Copa, desde el 29 de noviembre de 2023, el balance es el siguiente: siete ganados, cuatro empatados y una sola caída.

El objetivo de evitar el descenso está a la mano: lugar quince, 20 puntos en 21 jornadas, cinco más que el Cádiz, el antepenúltimo lugar, descendido virtualmente hasta la fecha vigente. Es verdad que Mallorca ha contado también con la benevolencia de los últimos clasificados: Cádiz, Granada y Almería (este último club no ha ganado un solo partido en todo el certamen), que están haciendo los méritos necesarios para irse a la Segunda División. Posiblemente, en otro contexto, la mala racha que tuvo Mallorca hace un par de meses lo habría puesto directamente en los lugares de descenso.

Han vivido para contarlo, hasta ahora. Claro que ahora el deber de Aguirre es sostener el actual momento. Lo que suceda en la Copa del Rey será tomado con un extra en esta aventura, pero la obligación central es alejarse todo lo posible de los últimos tres escalones. Ya el año pasado lo consiguió y sobradamente: noveno lugar con 50 unidades, a sólo tres de encontrar avión a competencias europeas. Es la magia de Aguirre, un viejo lobo que convence a sus jugadores hasta cuando todo parece perdido.

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