Irureta: "Llegamos a la vuelta con la sangre muy caliente"

Madrid, 6 nov (EFE).- Javier Iruretagoyena, nacido en Irún el 1 de abril de 1948, militó en el Atlético de Madrid de 1967 a 1975. Irureta era un fino centrocampista que participó como titular en una de las épocas doradas del club madrileño. Sus 68 goles en 277 partidos así lo acreditan, como también las ligas que alzó con los rojiblancos en 1970 y 1973, además de la Copa del Rey en 1972 y la Copa Intercontinental en 1975, en la que fue autor de un tanto en el 2-0 al Independiente de Avellaneda, en Madrid.

A sus 75 años, en la víspera del enfrentamiento de Liga de campeones del Atlético con el Celtic de Glasgow en el Metropolitano, Irureta recuerda en una entrevista con EFE detalles de la conocida como 'Batalla de Glasgow', así como el combate de vuelta entre ambos equipos en 1974, partidos en los que también intervino.

P - Se ha hablado mucho de la ida de ese enfrentamiento en el 74, pero menos de la vuelta. ¿Cómo recuerda ese encuentro en el Vicente Calderón el 24 de abril de 1974?

R - "El equipo venía de ese empate a cero en Glasgow con tantos incidentes y teníamos la sangre muy caliente. Estábamos muy decididos a pasar la eliminatoria. Teníamos la posibilidad de jugar la final de la Copa de Europa muy cerca y era algo muy grande que no queríamos dejar escapar. Desde el principio jugamos muy bien y Gárate y Adelardo resolvieron en la segunda mitad con dos goles que nos dieron el pase".

P - ¿Cómo recuerda el ambiente del Calderón esa noche?.

R - "Espectacular. La verdad es que el público nos ayudó mucho. La afición del Atlético animaba mucho y fue parte esencial en que pasásemos a la final. Sin ellos seguramente no lo hubiésemos conseguido. Sentimos su apoyo durante todo el encuentro y estoy seguro de que los jugadores del Celtic quedaron impresionados por ese ambiente".

P - La afición estaba indignada por el arbitraje de Babacan en la ida, pero es verdad que el Atlético dio muchas patadas en Glasgow. No cree que también contribuyeron a esa crispación en la ida?

R - "Los dos partidos fueron muy duros. El de la ida fue muy fuerte por parte de los dos equipos. Recuerdo que Johnston se las había tenido tiesas con Panadero años antes y los escoceses quisieron saldar las cuentas pendientes. Es verdad que se hicieron muchas faltas, nosotros también, pero no hubo lesionados. Fue un partido duro, pero no violento. Teníamos gente muy fuerte atrás como Ovejero, Panadero o Heredia que no se amilanaban. Sí, fue un partido muy duro, pero no violento".

P - Usted era un futbolista fino de los que no daba ninguna patada. ¿Qué pensó cuando vio cómo comenzaban a darse de esa manera?

R - "Un poco extraño. Yo vi que empezaban a agarrarse y a darse por detrás unos con otros. La verdad que el partido era un poco extraño en eso, pero insisto en que eran entradas duras pero no muy violentas".

P - Se ha llegado a decir que fue el entrenador, Juan Carlos Lorenzo, el que les dijo que no tuviesen contemplaciones. ¿Es cierto?

R - "No hubo esa consigna. Fue el partido el que nos llevó a esa situación. Fueron los jugadores por sí mismos y el árbitro no supo pararlo. Babacan expulsó a tres de los nuestros en poco tiempo y no era para tanto"

P - Volvamos a la vuelta el 24 de abril de 1974. ¿Cómo transcurrieron esos 14 días previos desde la 'batalla' en Glasgow?

R - "En Madrid había un ambiente tremendo en la espera. Nuestro público estaba con muchas ganas de que llegase el partido y los jugadores habíamos regresado de Glasgow con la sangre muy caliente. La afición nos ayudó muchísimo. El Celtic era un gran equipo que había sido campeón de Europa años antes y Johnston le tenía echado el ojo a Panadero. La vuelta la jugamos con las bajas de los expulsados de la ida. Tiene mucho mérito lo que hicimos".

P - El entrenador los concentró en San Lorenzo de El Escorial para conjurarse por la victoria. ¿Cómo recuerda esos dos días previos en el hotel Victoria Palace?.

R - "Era costumbre ir allí cuando teníamos partidos en el Vicente Calderón. Durante los siete años que estuve en el Atlético, siempre nos concentramos allí. Estábamos muy bien. En el hotel nos mimaban mucho. Nos daban un trato magnífico y en el pueblo nos sentíamos muy bien. Preparamos bien el partido, lejos del ruido de la capital. Una hora y media antes del encuentro ya estábamos en el Calderón. Bajábamos a Madrid en autobús y con tiempo suficiente para no tener problemas con el tráfico. Recuerdo que alguna vez nos pasó".

P - La mala suerte en la final contra el Bayern es algo que todavía sufre la afición. ¿Cómo lo vivieron los jugadores?

R - "El Bayern era un equipazo. Era prácticamente la selección alemana, pero en el primer partido les tuvimos ahí. Tuvimos la Copa de Europa muy cerca. Fue una pena. Éramos campeones de Europa. Luego yo no pude jugar el partido de desempate porque me enseñaron tarjeta amarilla en el primero. El Atlético recurrió pero no se aceptó. Vi a muchos compañeros llorar después del primer partido y fuimos al segundo con la sensación de que habíamos perdido una gran ocasión.

P - Un año después ganaron la Copa Intercontinental. ¿Compensó ese título el disgusto anterior?

R - "Nos alivió mucho. Y además yo marqué un gol en el Calderón. Fue otra noche con un ambiente tremendo en el estadio y otra vez el público nos ayudó mucho. Merecíamos esa alegría y esta vez no se nos escapó".

P - En 1975, fichó por el Athletic de Bilbao, donde militó hasta 1980. Allí perdió otra final europea.

R - "La Copa de la UEFA contra la Juventus. En poco tiempo tuve la suerte de jugar dos grandes finales europeas, pero la mala fortuna de perder las dos. Llegar a jugarlas era muy complicado y también fue meritorio el hacerlo".

P - ¿Sigue el fútbol en la actualidad?. ¿Cómo ve al Atlético?

R - "Lo veo por televisión. Veo al Atlético en un buen nivel. En Las Palmas, el pasado sábado, rompió un buena racha, aunque pudo empatar al final. De todas formas, veo al equipo bien y creo que estará en la lucha al final, con el Real Madrid y el Barcelona.

P - ¿Cree que puede ganar la Liga?

R - "Sí, claro que sí".

Jenaro Lorente

(c) Agencia EFE