Iribar, el 'primer' cromo

Carlos Mateos Gil

Madrid, 17 may (EFE).- Primera temporada, 1972-1973. Primer club por orden alfabético, el Athletic Club. Primer cromo del equipo rojiblanco, José Ángel Iribar. Eso convierte al del arquero en una pieza singular, la que abre una historia de vínculo entre el fútbol español y Panini que perdura a día de hoy.

Una imagen de esa estampa, así como de algunas otras, puede verse ya en dos nuevos espacios dedicados al universo de los cromos de fútbol de la editorial italiana en el 'Museo Legends: The Home of Football' de Madrid. No está, eso sí, la original en formato físico. El privilegio de poseer una de ellas está al alcance de pocos, como es el caso de Juan Pedro Martínez Díaz, director editorial de Panini España de los coleccionables de fútbol.

Vinculado actualmente a la empresa, su pasión venía de mucho antes: "Yo en aquella época era un chaval e Iribar era un icono, no solo del Athletic, sino de la selección española y del fútbol español. De pequeño era un loco de los cromos y, como a los niños de hoy, me hacía mucha ilusión los de los grandes cracks. El cromo de Iribar para mi, que además jugaba muchas veces de portero, fue lo más de lo más".

"De Iribar salieron muchos cromos, pero este tendrá un valor porque esa colección por ser la primera y por ser tan antigua, ya en sí en su conjunto tiene un valor muy alto. Es prácticamente imposible encontrar y poder adquirir una, o esos cromos. No sabría cuantificar ese cromo de Iribar, pero, desde luego, su valor y su simbología es muy alto", explica.

La estampa del arquero es especial, como lo son otras: "Ha habido cromos que han pasado a la historia o siguen vivos en la historia del coleccionismo español, algunos por la dificultad más que por el personaje. Los primeros cromos editados de Messi tienen un valor altísimo por ser él".

"Hay una trilogía mítica de la temporada 74-75 que eran Camacho del Real Madrid, Marinho del Barcelona y Aslund del Espanyol que son cotizadísimos porque fueron muy difíciles, salieron al final del todo en tiradas muy pequeñas. Fueron muy difíciles de encontrar y aún a día de hoy son muy perseguidos. Hay muchas historias muy curiosas en torno al valor de los cromos", añade.

Bien lo sabe Juan Pedro, que tiene una amplia colección de colecciones de fútbol y que ha recibido ofertas por alguna de ellas: "Desde la temporada 59-60 de otra editorial, hasta hoy, tengo una colección de cromos de cada temporada, más los mundiales y las eurocopas. Tengo unos 125 álbumes de los que estoy muy orgulloso. Se tienen que guardar en el despacho muy bien ordenados, muy juntitos, muy cuidados. Tienen espacio porque tienen la prioridad sobre otras cosas".

"He tenido alguna propuesta para deshacerme de alguno de ellos, en concreto, hace no tanto, alguien me quiso comprar todos los álbumes de la Eurocopa de naciones. Pero nunca he tenido la tentación, ahí están. Es una de mis pasiones fuera de la familia y lo laboral", indica.

Son varios los aspectos que pueden convertir un cromo en un trofeo: "Cada año tenía su particularidad, pero por ejemplo hay colecciones en los inicios en las que todos los jugadores estaban arrodillados. El fotógrafo pactaba una sesión con el club, los jugadores se vestían y todos se hacían su foto".

"Había además fotos de partido, fotos de busto... había varias opciones de colección y varias maneras de conseguir el material. Ahora casi todas las colecciones son en busto y en acción. Esas colecciones de antes tienen valor por cosas como esas y porque la antigüedad y el paso de los años las va dotando de valor", agrega en declaraciones a EFE.

En cuanto a la logística de aquella temporada primigenia, todo lo que conllevó se ha ido transmitiendo: "Por lo que he hablado con personas que estaban entonces, y que desgraciadamente ahora ya no están entre nosotros, fue un auténtico boom, igual que las sucesivas de las dos o tres temporadas siguientes. En la 73-74 fue la apertura de fronteras, la llegada de los extranjeros a España, los cromos de Cruyff, de Sotil, de Netzer. Fueron unos primeros años espectaculares y yo como niño que los coleccionaba los viví así".

"Recuerdo que en el año 1973 abrí un sobre y me salió el cromo de Hugo 'Cholo' Sotil, que había fichado por el Barcelona. Ese cromo estaba buscadísimo, acababa de llegar. Me salió y me acuerdo de dónde estaba, en el Mercado de San Antoni. Se armó un revuelo porque era el primer cromo suyo y la mayoría de gente no lo había visto. Estaba muy contento de tener aquella pieza tan valiosa en aquel momento", rememora.

Han pasado muchos años desde aquello, pero una cosa está clara, la 'magia' sigue existiendo: "Diría que el mundo de los cromos no ha cambiado sustancialmente. El cromo sigue vigente por algo que en Panini definimos la magia del cromo. Ese momento mágico de abrir un sobre con la incertidumbre de qué va a salir. Esa sensación sigue vigente y creo que conecta mucho con el público infantil y cada vez más con el adulto".

"La evolución del mundo del cromo es una mezcla de tradición más innovación. Se mantiene la tradición de la base de los cromos de todos los equipos y, según las peculiaridades de cada colección, intentamos sumarle algunas novedades, algunos cromos de materiales más especiales. También se están incorporando poco a poco los cromos con las firmas autografiadas originales de los jugadores, que son muy valoradas entre el público adulto", completa.

(c) Agencia EFE