El invicto engañoso de River: empata más que lo que gana y otra vez no supo manejar un resultado

El uruguayo Sebastián Boselli salta y se anticipa a Alejandro Martínez; River le ganaba a Talleres en Córdoba, pero se dejó estar en la segunda etapa y volvió a sufrir un empate, el cuarto seguido por la Copa de la Liga Profesional.
El uruguayo Sebastián Boselli salta y se anticipa a Alejandro Martínez; River le ganaba a Talleres en Córdoba, pero se dejó estar en la segunda etapa y volvió a sufrir un empate, el cuarto seguido por la Copa de la Liga Profesional. - Créditos: @Fotobaires

River empata más que lo que gana en la Copa de la Liga. Cuarta igualdad consecutiva –cinco en total desde la primera fecha– para un invicto que no le da chapa como para sacar pecho. Durmió en el segundo período y dilapidó el 2-0 del primero. Talleres, un adversario que se le atraganta muy seguido en el ciclo de Martín Demichelis, reaccionó en Córdoba y lo puso contra su arco hasta conseguir el 2-2.

Nos vamos molestos por no haber sabido cerrar el partido. El rival nos superó en el segundo tiempo. El empate fue justo. Éste era un partido importante para nosotros porque Talleres es la clase de rival que vamos a encontrar como visitantes en la Copa Libertadores”, expresó Demichelis. Franco Armani, tras varias atajadas meritorias, también se fue insatisfecho: “Esto nos tiene que servir de experiencia, hay mucho que corregir. No podemos volver a hacer este segundo tiempo. Nadie se va contento. Hay que volver a sumar de a tres para no perderles pisada a los de arriba, que es donde debemos estar”.

Ramón Sosa, autor del descuento de Talleres, abraza a Ruben Botta, la figura del partido en Córdoba.
Ramón Sosa, autor del descuento de Talleres, abraza a Ruben Botta, la figura del partido en Córdoba. - Créditos: @Fotobaires

Talleres fue rápidamente víctima de su deficiencia crónica en este torneo: recibió goles en todos los partidos. Antes de que se cumplieran los dos minutos ya estaba en desventaja. Más por las manos blandas de Guido Herrera que por la potencia y la dirección del remate de Pablo Solari. Se le escurrió la pelota al arquero y River festejó el regalo. La endeblez defensiva llevó al equipo cordobés a empezar abajo en el marcador por quinto encuentro consecutivo.

Demichelis hizo ajustes en todas las líneas respecto al empate en el superclásico. El uruguayo Sebastián Boselli, con el antecedente de haber limitado bastante la habilidad de Jaminton Campaz (Rosario Central), entró por Marcelo Herrera en la formación inicial para tapar al punzante paraguayo Ramón Sosa. Un duelo mano a mano que tardó unos minutos en establecerse porque Talleres comenzó con Alejandro Martínez sobre ese sector. En el medio, un retoque conservador, con la salida de Claudio Echeverri y el ingreso de Rodrigo Aliendro, para armar un doble pivote con Rodrigo Villagra, repudiado por los hinchas de Talleres por haber presionado a los dirigentes con su venta a River. Y en ataque, Miguel Borja, ya repuesto del desgarro, volvió a la titularidad.

River mantuvo adelantadas las líneas y se vio descompensado en un par de contraataques, con un consecuente rezongo de Paulo Díaz –líder por actitud y rendimiento– a sus compañeros.

Lo más destacado de Talleres 2 vs. River 2

Cuando Rubén Botta frotaba la lámpara y su inspiración entraba en acción, Talleres encontraba mejor los caminos. El habilidoso media-punta creó una ocasión con un par de compañeros haciendo de pivotes para la descarga; su remate exigió una muy buena atajada de Armani.

En un desarrollo entretenido, de ida y vuelta, de rápido tránsito por la zona media, River transmitía mayor sensación de peligro ofensivo. Contaba con más variantes, mientras que su rival dependía del manejo y la conducción de Botta. Y tomó nota de que si cortaba al adversario en la salida, lo encontraba muy desguarnecido. Borja se filtró por una de esas hendijas para cruzar un remate que dio en un poste. A Solari se le fue un disparo por encima del travesaño. Talleres se sentía inseguro; si no finalizaba sus ataques cerca del área de Armani, se exponía a pasarla mal.

Lo sufrió en carne propia cuando defendió con un solo jugador en un córner corto entre Esequiel Barco y Nacho Fernández, cuyo centro, tras desviarse en una peinada de un defensor local, le quedó más servido a Borja para la definición. Quinto gol de cabeza de los siete que lleva el colombiano en la Copa de la Liga. Volvió el Colibrí, que había interrumpido su gran racha de efectividad con el desgarro en Tucumán. Es el mayor goleador del ciclo de Demichelis, con 22 tantos en 49 partidos.

Martín Demichelis y un gesto que parece describir el flojo segundo tiempo de River; los cambios que dispuso no hicieron diferencia.
Martín Demichelis y un gesto que parece describir el flojo segundo tiempo de River; los cambios que dispuso no hicieron diferencia. - Créditos: @Fotobaires

River, en su momento, dejó ir a Federico Girotti, que terminó siendo un complemento del pago a Talleres por la millonaria contratación a Villagra. El centro-delantero tuvo el descuento en sus pies, pero la definición salió desviada, tras una jugada que, ¿cuándo no?, había salido de la imaginación de Botta con una apertura a la izquierda. Se fue el primer tiempo con el 2-0 de River, más dos tiros en los palos (Borja y Villagra). Todo en favor, o no tanto...

Armani volvió a responder bien, a un cabezazo de Matías Catalán, descuidado por River en un córner. Entró demasiado pasivo a la segunda etapa el equipo de Demichelis. González Pirez se equivocó en una salida atrás y un zurdazo de Botta se fue junto a un poste. Al encuentro ya no le quedaba mal el descuento de Talleres, que hacía el desgaste y presionaba a un rival que estaba en bajas revoluciones, y en el cual Villagra era el más atento en las coberturas.

En los primeros 10 minutos, Nacho Fernández y Barco estaban más cerca de la línea de contención que de posiciones ofensivas. El respiro para River llegó con los minutos en que el partido estuvo detenido por una lesión de Rodríguez. Pero ni aun así se activó el visitante. Botta seguía siendo el arquitecto del juego: puso una estupenda asistencia cruzada para un cabezazo de Sosa, que por primera vez le ganó a Boselli. Tras marcar el descuento, el paraguayo se encendió, tomó confianza, fue el extremo punzante que hace temblar defensas. Pero Tallares lamentó la salida de Botta, su faro, por una molestia física que arrastraba desde el primer período.

Miguel Borja volvió a la titularidad y al gol; el colombiano controla la pelota ante Juan Rodríguez.
Miguel Borja volvió a la titularidad y al gol; el colombiano controla la pelota ante Juan Rodríguez. - Créditos: @Fotobaires

La intensidad también le pasaba factura a River. Los cuerpos de Solari, con signos de una lesión desde el primer cuarto de hora del encuentro, y Villagra dijeron “basta”. Demichelis sorprendió con el ingreso de Herrera para armar una línea de cinco defensores, a menos de una semana de que el entrenador dijera que por la tradición y el estilo de River no podría alinear a siete, como lo hizo Boca en el cierre del superclásico en el Monumental.

Unos minutos más tarde entró Matías Kranevitter, que no jugaba desde diciembre. Un regreso en un momento caliente. Misteriosamente, el uruguayo Nicolás Fonseca, volante central titular en las primeras seis fechas, se quedaba en el banco, pasaba a ser la cuarta opción.

Pero ya nada levantaba a River. Tampoco lo consiguieron las variantes de Demichelis, que derivaron en más dudas posicionales y desorden. Talleres llegó al 2-2 con un remate de media distancia de Juan Portilla. River se agitó un poco en ataque, pero estuvo cerca de la derrota en el tiempo adicional con un remate de Alejandro Martínez. El River del primer tiempo se había ido y no volvió más.