India-Pakistán, un duelo donde el bate y la pelota reflejan siglos de rivalidad y tensión
Rita Cardeira
Nueva Delhi, 13 dic (EFE).- La rivalidad entre la India y Pakistán, forjada en décadas de tensiones políticas y conflictos, trasciende las fronteras del campo de batalla y también es visible en las canchas de críquet. Perder contra el país vecino en este popular deporte es imperdonable, especialmente si la derrota es en suelo propio.
Con la mirada puesta en el Torneo de Campeones, que se celebrará en febrero de 2025 en Pakistán, la enemistad entre los dos países ha vuelto a trasladarse al críquet, después de que el Gobierno indio prohibiera recientemente a su selección masculina participar en la competición.
La última vez que el combinado de la India pisó el territorio paquistaní fue en febrero de 2008 y desde entonces los encuentros se han limitado a sedes neutrales.
La falta de seguridad en Pakistán es el principal argumento que esgrime la parte india. Esto se hizo evidente en 2009, cuando el convoy en el que viajaba el equipo de Sri Lanka fue atacado en la ciudad paquistaní de Lahore, lo que provocó la muerte de nueve personas, hirió a varios jugadores y causó que ningún equipo extranjero volviera a viajar a Pakistán hasta 2015.
"¿El Gobierno de Pakistán ha hecho algo para demostrar que el país es seguro, que la gente estará segura allí? No, porque ni siquiera nuestro primer ministro, Narendra Modi, ha ido allí, y eso es porque el Gobierno es muy débil. Ellos vienen a la India porque tienen las condiciones y facilidades para ello", dijo a EFE el analista indio de críquet, Krishna Tunga.
Al contrario que el conjunto indio, la selección paquistaní sí ha viajado a la India en varias ocasiones en la pasada década, la última de ellas el año pasado durante la Copa Mundial.
En este sentido, la Junta de Críquet de Pakistán (PCB), ha descartado en un principio la realización de un modelo híbrido de torneo, como se venía haciendo cada vez que su país acogía una competición internacional, y que permitiría a la India jugar sus partidos en otro país.
De la partición a las tensiones actuales
La enemistad entre los dos países tiene sus orígenes en 1947, cuando los británicos dividieron de forma precipitada ambas naciones según su religión, lo que desató una ola de violencia y un éxodo masivo de quienes habían quedado en el otro lado de la frontera.
Desde entonces, las relaciones entre ambos países han sido tensas, especialmente por el control del territorio de Cachemira, por el que han llegado a librar varias guerras.
Además, los atentados de noviembre de 2008 en la ciudad financiera de Bombay, que dejaron más de 160 muertos y fueron perpetrados por un grupo terrorista de origen paquistaní, han afectado drásticamente a la relación bilateral.
El duelo que atrae a millones
Este contexto histórico convierte a los encuentros deportivos entre la India y Pakistán en una de las rivalidades más intensas del mundo, especialmente cuando se enfrentan en críquet, el deporte más popular en ambos países.
"El Consejo Internacional de Críquet (ICC) no realiza torneos importantes como el Trofeo de Campeones sin asegurarse de que la India y Pakistán participarán", ya que un encuentro de estos es fundamental para asegurar una parte significativa de los ingresos provenientes de los derechos de transmisión o de la venta de entradas, desveló a EFE el analista y periodista deportivo Chirayu J.
Por eso es de extrema importancia para la ICC garantizar la disputa del torneo de 2025 en sedes neutrales, como los Emiratos Árabes Unidos o Sri Lanka, de manera que la India partícipe a toda costa.
Según los datos del Consejo de Investigación de Audiencias de Radiodifusión de la India (BARC), el encuentro entre ambas naciones en la Copa Mundial 2023, atrajo a 173 millones de espectadores televisivos, mientras que al menos 225 millones se conectaron de manera digital.
Relación de amor-odio
Tunga establece paralelismos entre la dinámica India-Pakistán y rivalidades históricas como la de Inglaterra-Francia, o incluso en el fútbol, entre el Real Madrid y el Barcelona, aunque explica que se trata de algo mucho más complejo y trascendental.
"Hay una relación de amor-odio. Es tu vecino pero no deja de ser tu rival de casi toda la vida. Nuestro pensamiento no es 'la India tiene que ganar', es 'tenemos que derrotar a Pakistán'. La felicidad de los indios depende de la derrota del enemigo, sin que nos humillen", expresó el analista.
El Mundial de 1985 fue un punto de inflexión, "fue cuando la India empezó a ganar a Pakistán, y fue divertido verlo, porque antes nos machacaban y ahora cambiaron las tornas", señaló Tunga.
De 207 partidos disputados entre ambas naciones, 44 finalizaron con empate, mientras que Pakistán acumula 88 victorias e India 75, según detalla el sitio web especializado ESPNCricinfo.
(c) Agencia EFE