Carlos Tevez tiene su buena noticia de fin de año. El entrenador de Independiente había avisado que su continuidad dependía de la voluntad de los dirigentes para conformar un plantel competitivo para 2024. Y en una clara muestra de buenas intenciones, el Apache selló su vínculo por dos años. Sin embargo, los días pasaron y las negociaciones por los futbolistas apuntados se fueron estirando. Finalmente, Independiente tiene al jugador que más deseó en este mercado: el paraguayo Gabriel Ávalos se mudará de Argentinos Juniors a Avellaneda. En la víspera de la Navidad, Independiente anunció la contratación del delantero, que firmará contrato por 3 años.

Si bien el Rojo no aclaró los términos de la operación, se habla de un transferencia a cambio de 2 millones de dólares. Poco después del anuncio, en la red social X, el presidente de Argentinos Juniors, Cristian Malaspina, escribió: “Informen bien muchachos, no existe posibilidad que vendamos un jugador a pagar en 36 meses. Si bien el jugador aceptó la oferta; restan definir estos detalles con Independiente. Siempre primero Argentinos”.

De esta manera, la llegada de un futbolista goleador, experimentado y de categoría puede servir para calmar la impaciencia de los hinchas rojos, que saben que este año solo disputarán torneos locales, ya que por segunda temporada consecutiva Independiente no pudo clasificarse a ninguna de las dos copas continentales.

¿Quién es Ávalos?

Gabriel Ávalos pateó una pelota desde que tiene uso de razón. En pleno campo, donde nació y se crio, en el sur de Paraguay. Si bien jugaba en alguna liga cercana a su Hohenau natal, se dedicó a la escuela y recién a los 17 años pudo encarar hacia las luces de Asunción para probar suerte en el fútbol en serio. Ya no era zaguero central, como en sus inicios, sino que eligió jugar bien adelante y luchar contra los defensores rivales. Llegó a Tembetary, un club del ascenso, pasó por Libertad y cruzó a la Argentina, empujado por la confianza de su papá. Lo recibió Gimnasia, en La Plata, pero no terminó de convencer. Ya con 20 años, necesitaba un contrato profesional. Para colmo, falleció su padre, su motor.

Lejos de derrumbarlo, ese dolor lo transformó en objetivo de vida. Su papá quería que fuese futbolista y Gabriel se empecinó en serlo. Al año siguiente, cumplió con la primera meta: ser profesional. Lo hizo de regreso en su país, en Independiente de Campo Grande y luego en General Díaz. A partir de entonces, se convirtió en un nómade del fútbol: una temporada en la segunda división de Chile, en Deportes Concepción, y desembarco en Argentina, en Crucero del Norte. Con el club misionero logró el histórico ascenso a primera (en aquella masiva promoción de 2014 para formar el torneo de 30 equipos) y también vivió el descenso al año siguiente.

Entonces apareció Peñarol. Y su fuga a uno de los grandes de Uruguay tuvo condimentos de película. Ávalos había renovado contrato con Crucero del Norte, que le había adelantado 150.000 dólares; sin embargo, el delantero cruzó el Río de la Plata. Entonces, la institución misionera lo denunció por estafa y elevó el pedido a Interpol para que tomara cartas en el asunto. Sin embargo, todo quedó solucionado y el paraguayo jugó seis meses en Peñarol, donde prácticamente no pudo hacer pie: jugó 7 partidos y ni un solo grito. Tras medio año deambulando sin equipo, volvió a la Argentina para resetear su carrera. Firmó con Nueva Chicago, donde anotó 6 goles en 22 encuentros. Sin grandes brillos, un equipo de primera vio algo en él: Godoy Cruz lo incorporó libre y le dio algo de rodaje (11 partidos, 2 goles).

Pero el grandote de Hohenau no lograba encajar. Pasó a préstamo a Patronato y empezó a destacarse. No hubo una lluvia de goles (8 en 34 cotejos), pero su rendimiento alcanzó para que otro equipo de primera confiara en su potencial: Argentinos Juniors lo sumó luego de que Godoy Cruz lo dejara libre. Con 30 años, empezaba lo mejor de la carrera de Gabriel Ávalos.

La llegada de Gabriel Milito a la dirección técnica del Bicho, a comienzos de 2021, le otorgó a Ávalos un papel preponderante en el equipo. Su adaptación a la idea del entrenador fue gradual, de menor a mayor, hasta que se convirtió en un hombre clave gracias a los goles y a los movimientos de ataque para abrir espacios a los compañeros. En Argentinos Juniors jugó 122 partidos, en los que marcó 47 goles y dio 14 asistencias.

Esto llamó la atención de Eduardo Berizzo, que a mediados de 2021 lo hizo debutar con la camiseta de la selección de Paraguay, donde lleva 11 partidos y 2 goles. El actual DT del equipo guaraní, Daniel Garnero, lo ha convocado para las últimas fechas FIFA.