Horacio Zeballos, número 1 del mundo en dobles: el logro que lo mete en la historia del tenis argentino
Llegar al número 1 del mundo. Tocar la cima. Estar por encima de todos en el ranking. Un objetivo, una obsesión, un sueño, que sólo alcanzan unos pocos entre millones de deportistas. El tenis argentino, que tantas victorias ha conseguido, suma un logro histórico: Horacio Zeballos, a los 39 años, será desde el próximo lunes el 1 del ranking del circuito ATP de dobles. Una realidad. El zurdo nacido en Mar del Plata es, de manera oficial, el primer argentino entre los varones en tocar el primer puesto en la especialidad por parejas desde la puesta en marcha de los rankings, hace medio siglo, y el tercero en general, tras los pasos de Paola Suárez (87 semanas) y Gisela Dulko (24), sus predecesoras en la rama femenina. También lo logró Gustavo Fernández en la categoría de tenis adaptado.
El ascenso al número 1 es compartido con el español Marcel Granollers, el compañero con el que Zeballos comparte el tour desde hace unas cinco temporadas. Hasta aquí, el escalón más alto que habían alcanzado era el puesto 3°, en septiembre de 2019. La paridad del circuito en los últimos tiempos impulsó varios cambios. Zeballos y Granollers llegaron al Masters 1000 de Madrid ubicados en el tercer escalón.
El miércoles, en los octavos de final, dieron un gran paso al derrotar a los belgas Sander Gille y Joran Vliegen por 6-7 (3-7), 7-5 y 12-10, después de salvar un match-point. Faltaba otro avance, y llegó el jueves, con el pase a las semifinales, al derrotar al monegasco Hugo Nys y al polaco Jan Zielinski por 4-6, 6-2 y 16-14, en un partido que no dio respiro y en el que levantaron cuatro match-points. Con los puntos ya asegurados por estar entre los cuatro mejores en la Caja Mágica, el marplatense y el catalán subirán desde el lunes al tope del ranking de parejas. Del otro lado, Rohan Bopanna y Mathew Ebden, los líderes actuales, perdieron en la primera ronda y descontarán 600 puntos, por lo que cederán terreno.
El punto de la definición
THIS IS DOUBLES 🙌
Granollers/Zeballos defeat Nys/Zielinski after a 27-MINUTE match tiebreak in Madrid!#MMOPEN pic.twitter.com/lp98n71hOO— Tennis TV (@TennisTV) May 2, 2024
“Muy contento de volver a mi mejor ranking. Mucho trabajo, dedicación y pasión llevan a estos momentos de satisfacción. Y ahora a seguir por mas objetivos, a seguir soñando y confiando en darlo todo. Gracias a todas las personas que me llevan a mi mejor rendimiento día a día y al apoyo de todos. Vamos por más”, había expresado Zeballos en sus redes hace algunas semanas. El ascenso llega con actuaciones consistentes: el zurdo y Granollers fueron finalistas este año en Auckland, Buenos Aires, el Masters 1000 de Indian Wells, y el año pasado, en Wimbledon y el ATP Finals, el torneo que reúne a las ocho mejores parejas del tour, más el último título juntos, logrado en el Masters 1000 de Shanghai.
La cima les llega a Zeballos y a Granollers con 38 años. Es una edad que puede ser elevada en singles, pero para nada en el dobles, un circuito que hace semanas tuvo como líder al indio Bopanna, de 44 años. El más joven del Top 20 en esta especialidad es el polaco Zielinski, que tiene 27.
Zeballos, entrenado por Alejandro Lombardo, empezó a dedicarse de lleno al dobles a fines de 2018. Es, en varones, el argentino con más títulos (20, cuatro más que Guillermo Vilas), ocho de ellos junto a Granollers. También logró trofeos junto a Máximo González, Andrés Molteni, Sebastián Prieto, el chileno Julio Peralta, el croata Nikola Mektic y el italiano Simone Bolellli. Zeballos, además, tiene otras 21 finales, incluidas tres de Grand Slam: dos Wimbledon, en 2021 y 2023, y el US Open 2019. Conquistar un Grand Slam es una meta que ha estado muy cerca, pero que todavía no han podido hacer realidad.
Hace tiempo, contó cómo surgió la posibilidad de jugar junto a Granollers: “En este caso, yo fui quien lo eligió. En 2019 yo ya estaba jugando dobles, él aún estaba jugando algo de singles. Siempre me había encantado su forma de jugar y, sobre todo, me parecía un tenista muy incómodo al que enfrentarse, así que me dije a mí mismo: ‘es mejor tenerlo de compañero que de enemigo’. Es alguien que se mueve mucho en la red, que intercepta muchas pelotas; es alto, ágil, así que era difícil enfrentarlo”.
“La experiencia ha sido muy buena y eso se refleja en los resultados. Han pasado cinco años y hemos mantenido un gran nivel. Jugar esta gira es muy duro, y es difícil seguir así. Pero lo hemos conseguido con Marcel”, remarcó Zeballos. “Siempre menciono un momento del año pasado, cuando no lo estábamos haciendo bien, perdiendo en varias primeras rondas, y tomamos juntos la decisión de invertir más tiempo en nuestro tenis, de darnos un poco más de tiempo jugando diferentes tipos de torneos: pasamos por los Challengers, los ATP 250, y eso nos devolvió a un buen nivel tanto mental como en términos de tenis. Nos ayudó a salir adelante”, agregó el marplatense.
Previamente, el zurdo tuvo una prolífica carrera en singles, categoría en la que llegó a ser el 39º del mundo. Disfrutó su mejor momento el 10 de febrero de 2013: ese domingo obtuvo su único trofeo ATP individual, al derrotar nada menos que a Rafael Nadal en Viña del Mar por 6-7 (2-7), 7-6 (8-6) y 6-4, y ser apenas uno de los cuatro jugadores que vencieron al de Manacor en una final sobre polvo de ladrillo, junto a Novak Djokovic, Andy Murray y Roger Federer. Conocido como “Cebolla” casi desde sus comienzos, heredó el apodo de su padre, también llamado Horacio, profesor de tenis del Edison Lawn Tenis, en Mar del Plata. En algunas giras lo acompaña la familia que formó con su mujer, Sofía Menconi, y sus hijos Emma y Fausto. Fanático del ajedrez, juega la disciplina de los trebejos online, y suele llevar un tablero en los viajes para medirse con otros tenistas amantes del juego ciencia. Dicen que le va realmente muy bien. Pero mejor lo hace con la raqueta. Tanto, que ha logrado meterse, a su modo, y a lo grande, en la historia del tenis argentino.
Hace un año, Zeballos había compartido en Instagram un mail que Guillermo Vilas le había enviado a su papá en 2003, en el que elogiaba las condiciones del entonces incipiente jugador. “Horacio, muy buen chico tu hijo, le irá muy bien. Tiene asegurado un lugar en la industria del tenis. Si no llega como tenista, llegará como coach o profe, etc. De él me ocupo yo”. Y vaya si tuvo su lugar.