ROMA.- La llamada telefónica de un falso líder africano puso en aprietos al gobierno italiano: dos comediantes rusos lograron romper los controles del Palacio Chigi y hablar con la primera ministra Giorgia Meloni.

La premier mantuvo así una larga conversación con el que creía que era el presidente de la comisión de la Unión Africana, según publicó el diario Corriere della Sera. Todo, antes de descubrir que fue víctima de una estafa planificada por el dúo de youtubers rusos Vovan (Vladimir Kuznetsov) y Lexus (Alexey Stolyarov).

La pareja ya había estado involucrada en este tipo de bromas: en otras ocasiones se hicieron pasar por Vladimir Putin, Volodimir Zelensky o Emmanuel Macron. Y han engañado a otras figuras importantes como la excanciller alemana Angela Merkel; el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan; el español, Pedro Sánchez; el de la Reserva Federal norteamericana, Jerome Powell, y hasta la autora de Harry Potter, J. K. Rowling, o al cantante Elton John.

Vovan y Lexus no quisieron revelar cómo consiguieron encontrar el número para comunicarse con la premier. “Tenemos nuestro propio método, un procedimiento estudiado y mejorado a lo largo de los años como magos. También para evitar poner en dificultades a las personas que nos ayudan en estas bromas”, dijeron, según pudo reconstruir Corriere della Sera.

En tanto, la oficina del asesor diplomático de la presidenta del Consejo de Ministros emitió un comunicado en el que admitió que “lamenta haber sido engañada por un impostor”.

“A pesar del intento de hacerle decir frases incómodas, Meloni reiteró esencialmente las posiciones adoptadas por el gobierno. La premier, a pesar de las provocaciones, confirmó su pleno apoyo a Ucrania y a las políticas italianas de lucha contra inmigración ilegal”, subrayaron luego los círculos gubernamentales.

El episodio, según se informó, ocurrió el pasado 18 de septiembre, pero recién se informó que era una broma ayer.

El primer tema de la llamada fue Ucrania. Meloni dijo sin pelos en la lengua que “hay mucho cansancio en todas las partes” sobre la guerra. Sin embargo, mantuvo su postura frente al conflicto que aún sacude al mundo. “Se acerca el momento en que todos comprenderán que necesitamos una salida”, dijo la premier. “El problema es encontrar una salida aceptable para ambas partes sin destruir el derecho internacional. Tengo algunas ideas sobre cómo abordar esta situación, pero estoy esperando el momento adecuado para ponerlos sobre la mesa”.

“Los ucranianos, están haciendo lo correcto y estamos tratando de ayudarlos” agregó. Luego, la conversación tocó la crisis de los inmigrantes: “Europa durante mucho tiempo ha creído que podía resolver el problema dejando sola a Italia. No entienden que es imposible porque la envergadura de este fenómeno implica, en mi opinión, no solo a la Unión Europea [UE], sino a las Naciones Unidas”.

Y agregó: “Pero el problema es que a los demás no les interesa. No han respondido al teléfono cuando los llamé. Todos están de acuerdo en que Italia tiene que resolver sola este problema y esa es una posición muy estúpida”.

Doble contratiempo

“Pero no es sólo la transparencia política lo que está en juego. Hay un problema de seguridad. La broma no es inocente”, señaló el presidente de la Comisión de seguridad del Parlamento (Copasir), Lorenzo Guerini, del Partido Democrático (PD). “Circunstancias similares pueden considerarse, entre las diversas hipótesis, también como actividades con fines maliciosos”, declaró.

No es casualidad que el senador Enrico Borghi, miembro de Copasir, haya destacado un aspecto crucial: los dos youtubers y comediantes son rusos. El diputado del PD, Enzo Amendola, se mostró sarcástico y publicó un clip de la película Tototruffa62. “Pero los verdaderos comediantes son los que critican a Giorgia Meloni”, respondió el italiano Maurizio Gasparri. Porque “la coherencia de Meloni surge de la llamada telefónica”, reiteraron el subsecretario de la presidencia, Giovanbattista Fazzolari, y el líder del grupo de la Hermanos de Italia (FdI) en la Cámara de Diputados, Tommaso Foti.

Sin embargo, los comediantes negaron categóricamente la acusación de estar vinculados a los servicios de inteligencia del Kremlin. “Desde 2011, cuando empezamos con nuestras bromas, dicen que estamos vinculados a los servicios secretos rusos o al Kremlin. Pero es absolutamente falso. Es una teoría de conspiración”, declararon al diario LaPresse.

“¿Qué interés podrían tener el Kremlin o la KGB en hacer bromas telefónicas a estrellas de cine o cantantes famosos? Pensar que hay alguien detrás de nosotros es simplemente la forma más fácil de pensar que hemos conseguido burlarnos de personajes famosos. Pero somos sólo dos tipos que hemos encontrado una manera de gastarles bromas a estas personas importantes”, agregaron los comediantes.

Reacciones

Ayer, pocas horas después de la difusión del audio, el Palacio Chigi emitió una nota en la que responsabilizaba de lo ocurrido a la oficina diplomática, dirigida por el embajador Franceso Talò .

“La Oficina del Asesor Diplomático del Presidente del Consejo de Ministros lamenta haber sido engañada por un impostor que se hizo pasar por el Presidente de la Comisión de la Unión Africana y que fue puesto en contacto telefónico con Meloni”, dice el comunicado.

El episodio se produjo el 18 de septiembre en el contexto del “intenso compromiso desarrollado en esas horas por la Presidenta Meloni para fortalecer las relaciones con los líderes africanos, con quienes mantuvo importantes reuniones al margen de la Asamblea General de la ONU entre el 19 y el 21 de septiembre”, concluye.

Obviamente que esta situación generó reacciones en el espectro político. Para la Liga -el otro partido de la coalición gobernante- “no será una broma de dudoso gusto que restará resultados y credibilidad a Meloni”.

Para el expremier Giuseppe Conte, en esa conversación Meloni no sólo “causó una impresión global”, sino que también “reveló verdades que nunca ha contado a los italianos: admite que todavía no ha encontrado el coraje para plantear una posición diferente de Italia, que “finalmente ofrece una solución negociada”.

La secretaria del PD, Elly Schlein, pidió “que el gobierno tranquilice al Parlamento y al país” porque “situaciones de este tipo corren el riesgo de poner en peligro nuestra imagen y nuestro perfil político a nivel internacional”.

Como ex primer ministro, Matteo Renzi habló de un “nivel de superficialidad devastador”. El aspecto grotesco de la historia también generó discusiones: “Parece el principio de una broma -señaló el diputado de Europa Verde, Angelo Bonelli- ‘Había un ruso, un africano y un italiano...’”.

Agencia ANSA