Ganar para sumar: el llamativo festejo de Federico Coria tras pasar la primera rueda en el Córdoba Open

La inesperada emoción de Federico Coria después de pasar la primera rueda en Córdoba
La inesperada emoción de Federico Coria después de pasar la primera rueda en Córdoba - Créditos: @Prensa Córdoba Open

CORDOBA.- Al calor de la tarde, Federico Coria celebró su triunfo de rodillas y con un grito de desahogo, como si se hubiera quitado un peso enorme de encima. Pero no había ningún título en juego, apenas una primera rueda del Córdoba Open, el torneo que abre la gira sudamericana de canchas lentas.

Es necesario, entonces, sumar algo de contexto. Coria había perdido en la primera ronda del Australian Open, y también en el debut en el Challenger de Punta del Este. Mejoró recién la semana pasada, cuando alcanzó la final en el torneo de Piracicaba, en Brasil, donde perdió con Camilo Ugo Carabelli. Allí sumó 44 puntos, que le permitieron subir diez posiciones en el ranking y volver al Top 100. Hoy es el 93º del mundo. Es una zona de la clasificación que para algunos puede ser baja o poco trascendente, pero para Coria es importante, porque le asegura estar cerca de entrar a cuadros de ATP, ingresar en los Grand Slams de modo directo, sin pasar por las durísimas qualies. Y, por otro lado, aquí defiende 150 puntos, ya que el año pasado fue finalista –perdió el duelo por el título con Sebastián Báez; es una cifra nada despreciable, porque representa casi la cuarta parte del total de puntos (638) que tiene Coria en el ranking.

Federico Coria, en acción frente al alemán Altmaier
Federico Coria, en acción frente al alemán Altmaier - Créditos: @Prensa Córdoba Ope

A partir de ahí se empieza a entender la celebración por ganarle al alemán Daniel Altmaier (52º) por 5-7, 6-3 y 6-4, en 2 horas y 44 minutos de combate. “Lo vivi como si hubiese ganado un Challenger, porque aún no sé lo que es ganar un ATP. Sentí mucha emoción, pero también tenía mucha bronca, no podía desplegar mi tenis, me enojaba la posibilidad de irme pronto, sin jugar mi tenis. Había que ganar como sea. Antes, cuando empecé mi carrera, buscaba jugar lindo, como mi hermano. Después entendí que lo importante era ganar los partidos, y ahí me fue mejor. Hoy pude ganar una batalla mental”.

Fue un duelo con más errores que brillos. Hay una justificación: los casi 40 grados sobre el polvo de ladrillo cordobés. “Se está haciendo difícil ver buenos partidos de tenis acá, es cierto. Pero lo que veo es que se trata más de supervivencia que de táctica. Las condiciones son muy duras, estamos en una ola de calor terrible, y eso hace que no podamos ver el tenis a pleno de los que jugaron. Ayer (lunes) lo veía jugar a (Facundo) Bagnis y casi no podía festejar. Uno tiene que guardar energía en todos los puntos”, consideró el hermano menor del capitán argentino en la Copa Davis.

La derecha de Federico Coria, durante la calurosa tarde de Córdoba
La derecha de Federico Coria, durante la calurosa tarde de Córdoba - Créditos: @Prensa Córdoba Open

Luego, están los factores emocionales. “Yo estaba nervioso, estaba cagado de que la semana se terminara muy rápido. Después pensaba que, si ajustaba algunas cosas me lo podía llevar, y era cuando peor jugaba. Fue un subibaja mental de los dos. Fue importante ganarle a un Top 50, que las últimas dos veces que habíamos jugado me cagó a palos. Pude llevármelo, pero hay que mejorar”, contó Coria, que después de la final del domingo en Brasil llegó a Córdoba el lunes a las 3 de la madrugada. Su preparación en el Polo Kempes se vio reducido a una hora de prácticas el lunes, y unos 20 minutos el martes, antes de entrar al court central.

La emoción de Coria, tras una victoria que le demandó casi tres horas
La emoción de Coria, tras una victoria que le demandó casi tres horas - Créditos: @Prensa Córdoba Open

Lo que viene, para Coria, es otra batalla de canchas lentas. En la segunda rueda se enfrentará con Albert Ramos Viñolas (84º), de 36 años. El zurdo catalán es el decano del Córdoba Open: fue campeón en 2022, finalista en 2021, y es el jugador con más triunfos aquí (15), y uno de los cuatro que participaron en las seis realizaciones del torneo, junto con Bagnis, Diego Schwartzman y el boliviano Hugo Dellien. Coria ya está al tanto de lo que le espera. “Albert es muy sólido, le encanta jugar acá. Ahora miraré el partido del año pasado. Ese fue uno de los mejores de mi carrera. Ahí tenía la chance de jugar la final de un ATP en Argentina, de entrar en el Top 50, que era algo que venía soñando, y lo conseguí, por eso fue una de mis mejores victorias”, contó el rosarino sobre su duelo del año pasado con Ramos Viñolas, aquí, y en las semifinales. Aquella vez, Coria se impuso en dos sets muy ajustados.

“Para ganar, hoy tuve que salir de mi libreto. Los Top 10 pueden cambiar, pero los terrenales no tenemos tanto repertorio. Lo mío es empezar por el revés alto, pero enseguida él me tiraba el paralelo. Era muy claro el partido, pero yo no me sentía cómodo. Todo esto es experiencia, tengo casi 32 años, y tengo que ganar porque no me quiero ir del Top 100. Me encanta vivir del tenis, y quiero jugar Grand Slams, y tengo que tratar de sacar los puntos para llegar a Roland Garros. No quiero verme en el 140º. Soy un enfermo de los puntos, de ver lo que tengo que defender. Todo eso me presiona, pero también es mi motor. Es lo que me dijo el psicólogo, y es difícil cambiarlo a esta altura”, reconoció el primer ganador del martes en la soleada Córdoba.