Gabriel Attal, el primer ministro más joven al que Macron quemó en medio año

París, 16 jun (EFE).- Llegado al poder hace poco más de seis meses como el primer ministro más joven de la historia de Francia, Gabriel Attal no ha podido enderezar el incierto rumbo del macronismo.

El presidente francés, Emmanuel Macron, aceptó este martes la dimisión del Gobierno de Attal, aunque seguirá en funciones "de forma provisional mientras se forma un nuevo Ejecutivo.

Ni su aura de 'niño maravilla' ni su elevada popularidad como ministro de Educación han podido evitar la caída de la mayoría presidencial en las elecciones adelantadas a la Asamblea Nacional, en la que el bloque macronista, ganador hace dos años, quedó en segundo lugar.

La inesperada convocatoria electoral anunciada por Macron el 9 de junio tras la derrota en las elecciones europeas llegó en el peor momento para el campo oficialista, más aún en una campaña corta en la que tanto la ultraderecha como la izquierda tenían el viento a favor.

De 250 diputados y una mayoría relativa, el macronismo pasó a 163 y al segundo lugar tras la alianza de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP).

Attal llegó a la jefatura del Gobierno el pasado 9 de enero, con solo 34 años, en la culminación de una meteórica carrera tras ser sucesivamente portavoz del partido macronista, secretario de Estado de Educación, portavoz del Ejecutivo, ministro de Hacienda y luego de Educación.

Macron le encomendó el puesto para intentar dar un aire renovado y un impulso a su segundo mandato que no terminaba de despegar, sobre todo tras imponer la reforma de las pensiones a pesar de la enorme impopularidad de la medida en todo el país.

Sin embargo, el índice de aprobación del 49 % que tenía en enero cayó a un 41 % en junio, un descenso contagiado del de Macron, que con un 26 % estaba en su nivel más bajo desde que llegó al Elíseo en 2017.

Licenciado en Ciencias Políticas, militante socialista entre 2006 y 2016 y bregado en gabinetes ministeriales en Ejecutivos del presidente socialista François Hollande, Attal se subió en la primera hora al carro de Macron cuando este se lanzó a la conquista del Elíseo en 2016 y en la campaña electoral de 2017 fue su portavoz.

El miembro más joven de un Gobierno

Diputado en las legislativas de 2017, ese año entró en el Ejecutivo como secretario de Estado de Educación y Juventud, con 29 años, una edad a la que nadie antes había entrado en un Gobierno.

Esas responsabilidades pronto se le quedaron pequeñas y tres años más tarde dio el salto a la portavocía del Gobierno, donde se convirtió en un rostro familiar de los franceses.

Su aspecto algo frágil fue cobrando estatura y peso político y con solo 33 años se hizo cargo del estratégico Ministerio de Hacienda, que apenas ocupó catorce meses antes de afrontar el reto de Educación, donde su lucha contra el acoso escolar, que él mismo confesó haber sufrido, apuntaló su popularidad en apenas medio año.

Macron buscó en él su capacidad de trabajo, su versatilidad para afrontar diferentes frentes y, sobre todo, la empatía con la sociedad, aunque a veces se le ha reprochado su procedencia de una familia acomodada del medio cinematográfico.

Su padre, Yves, de origen judío tunecino y fallecido en 2015 tras un fulminante cáncer, fue productor en Francia de, entre otros, Pedro Almodóvar. Su madre, Marie de Couriss, descendiente de una familia cristiana ortodoxa griega de la ciudad ucraniana de Odesa, también trabajó en una productora de cine.

Además de haber sido el primer ministro más joven del país, Attal se convirtió también en el primero abiertamente homosexual.

(c) Agencia EFE