Frustrados por la ofensiva en Gaza, los demócratas le sueltan la mano a Netanyahu y dicen que “perdió el rumbo”

Tiempos mejores para Biden y Netanyahu: la vista presidencial a Israel días después de la masacre de Hamas
Tiempos mejores para Biden y Netanyahu: la vista presidencial a Israel días después de la masacre de Hamas - Créditos: @Evan Vucci

WASHINGTON.- Tras varios meses de desgaste, la relación entre el gobierno del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la coalición del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, cayó a su peor momento desde el ataque de Hamas a Israel el pasado 7 de octubre este jueves luego de que una de las figuras demócratas más poderosas del Congreso reclamó “nuevas elecciones” en Israel y criticó ferozmente a Netanyahu, un mensaje que provocó una iracunda respuesta de su partido, el Likud.

En medio de una creciente frustración de la Casa Blanca con la ofensiva de Israel en la Franja de Gaza contra Hamas, el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, pidió en el Capitolio un cambio de gobierno en el Estado judío y lanzó el mensaje más duro que se haya escuchado de la cúpula del oficialismo contra Netanyahu desde el ataque, al afirmar que “perdió el rumbo”, es un obstáculo para la paz, y ya nadie espera que su coalición haga lo necesario para “romper el círculo de violencia” y bajar la tensión en el conflicto en Medio Oriente.

El Likud respondió en un comunicado que “Israel no es una república bananera, sino una democracia independiente, orgullosa que eligió al Primer Ministro Netanyahu”.

Schumer, uno de los demócratas más influyentes del Congreso y el primer judío en ocupar el cargo de Líder de la Mayoría en el Senado, leyó un largo y explosivo discurso en el recinto de la Cámara alta sobre el conflicto en Medio Oriente en el que descargó fuertísimas críticas a Netanyahu, y dijo que Israel debe hacer “correcciones significativas” si quiere lograr una paz duradera en la región.

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Schumer enumeró cuatro obstáculos para la paz. El primero fue Hamas. El segundo, los “israelíes radicales de derecha, en el gobierno y en la sociedad”, entre quienes nombró a dos figuras del gabinete de Netanyahu: el ministro de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, una de las figuras clave de la estrategia militar israelí en la Franja. El tercer obstáculo que mencionó Schumer fue el líder de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas. Y el cuarto, Netanyahu.

“Creo que el primer ministro Netanyahu perdió el rumbo al permitir que su supervivencia política tenga prioridad sobre los mejores intereses de Israel”, afirmó Schumer.

“La coalición de Netanyahu ya no se adapta a las necesidades de Israel después del 7 de octubre. El mundo ha cambiado radicalmente desde entonces, y el pueblo israelí está siendo sofocado en este momento por una visión de gobierno estancada en el pasado. Nadie espera que el primer ministro Netanyahu haga lo que hay que hacer para romper el ciclo de violencia, preservar la credibilidad de Israel en el escenario mundial y trabajar por una solución de dos Estados”, fustigó.

Con ese trasfondo, Schumer pidió “nuevas elecciones” para que los israelíes puedan expresar qué futuro quieren para la posguerra, un reclamo atípico de una figura política de Estados Unidos al tratarse de uno de sus principales aliados, y de un gobierno electo democráticamente.

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El mensaje de Schumer despachó la crítica más frontal y cruda que se haya escuchado en Washington contra Netanyahu desde que el ataque de Hamas el pasado 7 de octubre. La brutal ofensiva israelí lanzada en la Franja de Gaza contra Hamas ya ha dejado más de 30.000 muertos tras el ataque terrorista, que dejó 1200 víctimas en Israel –el día más violento para el pueblo judío desde el Holocausto–, además de cientos de rehenes aún en cautiverio. Los ataques desplegados por Netanyahu y su gobierno, ampliamente criticados por su impacto sobre la población civil palestina, han causado una honda frustración entre los demócratas, y han desatado un problema político para el presidente, Joe Biden, tildado de “genocida” por su respaldo a Israel y el envío de armamento. Biden ha sido ferozmente criticado jóvenes, la comunidad árabe y por miembros del ala progresista de su partido, que demandan una mayor presión sobre Israel para frenar su ofensiva en Gaza.

Ante una elección presidencial que se avizora mucho más reñida que hace cuatro años, Biden necesita garantizar la unidad de los demócratas para derrotar a su rival republicano, Donald Trump.

La Casa Blanca conocía de antemano el discurso de Schumer, dijo en un briefing con periodistas el asesor en Comunicaciones de Seguridad Nacional, John Kirby.

“Respetamos plenamente su derecho a hacer esas declaraciones, y a decidir por si mismo lo que iba a decir en el recinto del Senado”, dijo Kirby. “No se trató de conseguir una aprobación o desaprobación de ninguna forma, pero si nos avisó que iba a hacerlo”, agregó.

El discurso de Schumer generó una enérgica respuesta del jefe de la bancada republicana, el Líder Minoritario, Mitch McConnell, el opositor de mayor trayectoria de la Cámara alta, quien trató el mensaje de los demócratas de “hipócrita” por rasgarse las vestiduras cuando hablan de la injerencia de otras naciones en las elecciones de un país y, a la vez, exigir que se reemplace a un gobierno democráticamente electo de un país aliado. El Grand Old Party, encolumnado ahora detrás de Trump, ha ofrecido un respaldo sin fisuras a Netanyahu y su coalición gobernante.

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“Es grotesco e hipócrita que los estadounidenses que hiperventilan sobre la interferencia extranjera en nuestra propia democracia pidan la destitución de un líder de Israel elegido democráticamente. Esto no tiene precedentes. No deberíamos tratar a otras democracias de esta manera en absoluto”, dijo McConnell.

Desde el ataque de Hamas a Israel, la Casa Blanca ha mostrado un férreo apoyo a Israel y ha defendido la ofensiva en la Franja de Gaza, aun a medida que se acumulaban las víctimas civiles y las críticas globales a Israel, y también el rechazo a la política de Biden en Medio Oriente. La frustración de la administración demócrata se multiplicó con la par de las dificultades para entregar ayuda humanitaria a los palestinos, una realidad que terminó por llevar a Biden ordenar la entrega de ayuda humanitaria desde al aire, y luego a anunciar una operación militar para montar un puerto en la costa de la Franja.

El fastidio de Biden con Netanyahu y su gobierno quedó expuesto luego de su discurso del “Estado de la Unión” en el Congreso la semana pasada. Luego brindar su mensaje, Biden se quedó hablando con varios legisladores y fue captado a micrófono abierto sin darse cuenta diciendo que él y Netanyahu deberán hablar “muy seriamente”. En esa charla, un senador demócrata, Michael Bennet, le pide que siga presionando a Netanyahu por la crisis humanitaria en Gaza.

“Le dije, Bibi, y no lo repitas, pero tú y yo vamos a tener que hablar muy seriamente”, responde Biden.