Fiscal de CPI denuncia “la naturaleza étnica” de ataques en Darfur y pide enviarle pruebas

La Haya, 11 jun (EFE).- El fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, denunció este martes “la naturaleza étnica” y el uso de la violencia sexual en el actual conflicto en Sudán, en especial Darfur, y lanzó una campaña para pedir material probatorio de los crímenes para acelerar su investigación y evitar que esta sea una nueva “atrocidad olvidada del mundo”.

En un mensaje de video, Khan advirtió de que la información que recopila su oficina a diario en Darfur evidencia “un ataque organizado, sistemático y profundo contra la dignidad humana” y alertó de que “estamos en el precipicio de algo aún peor” en Sudán, dadas las denuncias “creíbles y repetidas” del aumento de ataques contra la población civil, en concreto personas desplazadas.

“Estoy particularmente preocupado por la naturaleza étnica de los ataques contra (la tribu de) los masalit y otras comunidades. Esta es una crisis, según cualquier estándar, que parece estar acelerándose, profundizándose y el sufrimiento que está causando se está ampliando”, señaló.

Los masalit son un clan africano oriundo del oeste de Sudán que ya fue víctima de una campaña de genocidio a principios de siglo por las milicias árabes Yanyauid, reconvertidas después en el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR).

El fiscal recordó que la Relatora de la ONU para la prevención del genocidio, Alice Wairimu Nderitu, señaló “claramente” que se están dando las condiciones para un genocidio en Darfur. “Sus palabras son claras: los civiles están siendo atacados y asesinados por el color de su piel, por su etnia, por quienes son”, denunció Khan.

El fiscal también habló del “uso generalizado y prevalente de violación y otras formas de violencia sexual” y denunció “el bombardeo de áreas civiles, el saqueo de propiedades y ataques contra hospitales” como parte de la guerra entre el Ejército de Sudán y el FAR en Darfur.

“Estoy extremadamente preocupado por las denuncias de crímenes internacionales generalizados que se están cometiendo en Al Fashir y sus alrededores mientras hablo”, agregó.

Al Fasher, capital del Estado de Darfur del Norte, es el último bastión del Ejército sudanés en la región y acoge a 1,5 millones de personas, 800.000 son desplazadas por esta guerra y por la limpieza étnica que azotó Darfur hace veinte años, con más de 300.000 muertes entre 2003 y 2006.

La oficina del fiscal ha desplegado investigadores en Chad, Puerto Sudán y en otros lugares de la región para recopilar pruebas e información, pero llama a grupos de víctimas, organizaciones de la sociedad civil, autoridades nacionales y socios internacionales a compartir “cualquier evidencia o material relacionado con las atrocidades en curso” en Darfur.

El fiscal insta a enviar a https://otplink.icc-cpi.int/ cualquier evidencia relevante.

El actual conflicto se ha saldado con al menos 30.000 muertos, según el Sindicato de Médicos sudanés, y ha dejado ya 9,9 millones de desplazados, según la Organización Internacional para las Migraciones de Naciones Unidas (OIM).

“Es indignante que estemos permitiendo que la historia se repita una vez más en Darfur. No podemos y no debemos permitir que Darfur se convierta nuevamente en la atrocidad olvidada del mundo”, subrayó el fiscal.

Y recalcó que “es un momento decisivo en los principales conflictos que enfrentamos a nivel global", ya que la comunidad internacional debe demostrar si tiene valor su "promesa de que todos los crímenes internacionales merecen rendición de cuentas, que todas las personas son iguales, que todas las comunidades merecen la protección de la ley, y que todas las vidas tienen el mismo valor”.

(c) Agencia EFE