Federico Bernardeschi y su gol olímpico que dejó con la boca abierta a todos en el Toronto vs Charlotte

Federico Bernardeschi marcó un gol para recordar por la eternidad en el Toronto FC vs. Charlotte FC. (John E. Sokolowski-USA TODAY Sports)
Federico Bernardeschi marcó un gol para recordar por la eternidad en el Toronto FC vs. Charlotte FC. (John E. Sokolowski-USA TODAY Sports)

Federico Bernardeschi abrió la noche de Toronto con una pintura que recordará cuando sus días en el césped hayan terminado. Fue uno de esos partidos que dan sentido a la carrera de un jugador. El BMO Field todavía calentaba motores a los cinco minutos, con el típico movimiento de gente en la grada del fondo del estadio, cuando el volante de 29 años encendió el partido con un gol inesperado y perfecto que la MLS sabrá guardar como uno de los más especiales que se hayan visto.

Le sobra calidad a Bernardeschi en esa zurda educada en la escuela de Florencia. Distinto desde sus primeros días en el Crotone de la Serie B, encontró sus días de más lustre con la Fiorentina. Federico cayó con el pie derecho en Toronto, un equipo que ha abrazado a las estrellas italianas para edificar su poderío en la MLS. Primero fue Sebastián Giovinco, ídolo indiscutible que rompió todos los moldes y también desmontó el estereotipo de que las estrellas europeas sólo iban a la MLS cuando eran viejos y a retirarse. Ahora la estafeta la tienen Lorenzo Insigne y Bernardeschi.

Y este último regaló una obra de arte que recordó a sus mejores días en el estadio Artemio Franchi, aquellos que enamoraron a media Europa y lo hicieron fichar por la todapoderosa Juventus en 2016, en una movida que enardeció a los aficionados violetas: en Italia no importa el equipo, irse a la Juve es un acto de traición, pero la Fiore se lo ha tomado personal histórica y recientemente —después de Bernardeschi siguieron otros fichajes estelares como los de Chiesa y Dusan Vlahovic—.

El año pasado Bernardeschi, especialista en decisiones controvertidas, dejó Turín para seguir los pasos de sus ilustres compatriotas. Arribó a Toronto con la misión clara de ser ídolo y dejar huella. En su paso por la élite, Bernardeschi perdió muchos días de brillo por culpa de las lesiones musculares, el gran lastre de la época para los jugadores de alto rendimiento. Pero su impacto en la MLS se sintió de inmediato, apenas llegado en julio del 2022: disputó, en la temporada anterior, trece partidos, marcó ocho goles y dio dos asistencias. Pero lo numérico, aunque sea precio decirlo para valorar su dimensión de figura, no le hace justicia.

En el futbol las cifras para dar contexto, pero lo disfrutable viene en el campo: cuando Bernardeschi agarra el balón y se dispone a encarar, a encontrar una oportunidad de gol en donde nadie más la vio, cuando saca ese tiro de pie interior que ha patentado tan estilísticamente; encara y puede arrancar para derecha o izquierda. Es un peligro a todas horas. Y eso que en esta campaña (3 goles y un pase en seis partidos) no ha podido con el que se suponía iba a ser su socio de ensueño: Insigne. La leyenda del Napoli encendió las alarmas en la primera semana de competencia con una lesión en la ingle que se ha agravado más de lo presupuestado hasta dejar al extremo sin más actividad en la actual campaña que ese primer partido contra DC United —todavía le faltan al menos dos semanas para volver a la cancha, según los reportes médicos—.

Pero Toronto carece del instinto necesario para acabar con los partidos y Bernardeschi todavía puede ser más decisivo. De su influencia en el equipo no hay duda. Cuando juega bien, Toronto también lo hace. Y es un equipo de inercias: por eso el segundo gol, del capitán Michael Bradley, puso casi todo en la mesa. 2-0 en casa contra Charlotte, en el primer tiempo, y con dos apariciones de los referentes: el más lúcido y el líder. Pero no liquidaron el partido. Y lo pagaron caro contra Charlotte, un equipo que también padece de irregularidad, pero que, como demostró en Toronto, no le teme a la adversidad y ha aprendido a convivir con la adversidad.

La amargura empezó a sentirse en la lengua de Toronto con una jugada que, a los cinco minutos de empezado el segundo tiempo, construyó Jaylin Lindsey por banda derecha: un pase filtrado dejó al veloz Kamil Jozwiak en posibilidad de enviar centro, lo hizo, y Ben Bender remató ante la incredulidad de una defensa que en ese momento empezó a presentir el empate aunque apenas iban 2-1. A los 70 minutos el presagio de todos se cumplió: Jozwiak apareció por sorpresa en el área y remató un centro con una barrida urgente.

El punto fue vital para Charlotte, que ocupa el penúltimo lugar de la Conferencia Este, aunque su futbol dista mucho de ser aburrido. Para Toronto, la campaña 2023 está siendo frustrante, pues apenas han podido ganar un partido, han empatado cuatro y tienen una derrota. Están en puestos de clasificación y cuentan con un plantel competitivo, pero deberán entender que nada se consigue con ratos buenos y malos. Bernardeschi deberá cargarse al hombro al equipo y ser todavía más de lo que es: mágico y decisivo. Y espera a la recuperación de su paisano Insigne, diferencial cuando ha estado disponible, pero todavía sin esa constancia que todos en Toronto reclama como elemental. Con los dos juntos, con los dos en plenitud, todo se puede.

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