Familia continúa el legado del tamalero Jorge Claudio

CUAUTITLÁN IZCALLI, Méx., febrero 1 (EL UNIVERSAL).- El negocio de elaboración y venta de tamales sigue para la familia del señor Jorge Claudio Mendoza, quien perdió la vida al ser atropellado en la colonia Santa María de Guadalupe Las Torres. Y previo al Día de la Candelaria, su familia recuerda que llegaban a preparar hasta mil piezas para vender en estas fechas.

Después del accidente ocurrido el 24 de diciembre de 2022, la situación económica se complicó. "No había ni para comer, comíamos puras lentejas y salchichas, pero porque teníamos que invertir todo en los tamales", señaló Yered Claudio, el hijo menor que estuvo presente el día de la tragedia.

Para el 1 y 2 de febrero, entre él, su hermano Raciel y su mamá Norma tienen pensado preparar 500 tamales cada día para satisfacer la demanda de sus clientes en las colonias Ensueños y Santa María de Guadalupe Las Torres, quienes les piden tanto oaxaqueños como los tradicionales de hoja de maíz y los especiales de verdolagas, zarzamora y piña.

"La vida te da golpes, pero ya depende de ti si decides quedarte con todos esos golpes o decides salir adelante. Y como decía mi papá, 'hay que disfrutar la vida, tanto como se pueda'", dijo en entrevista para EL UNIVERSAL, luego de despachar a los clientes.

Son 45 años de tradición vendiendo tamales, un oficio que les enseñó su padre, aunque reconoce que "él no nos quería ver trabajando siempre en los tamales", motivo por el cual su hermano mayor, de 24 años, regresó a la Facultad de Estudios Superiores Campo 1 de la UNAM para seguir con sus estudios en Ingeniería Química. Y él planea retomar en diciembre su Ingeniería en Sistemas Computacionales en un plantel privado.

Cada día llega a las 7:30 de la mañana en triciclo a la esquina del parque Benito Juárez de la colonia Ensueños, donde después de tres horas termina de vender los 5 kilos que caben en la vaporera, lo que se traduce a unos 85 tamales más el champurrado y atole de nuez.

Le gente es amable y le piden normalmente el "guajolocombo" del tamal y el atole por 38 pesos, siendo el más solicitado el verde en torta con atole de nuez, ayudado por su hermano Raciel. Sin embargo, riendo puntualizó que es su madre quien mejor los prepara.

"Entre todos nos ayudamos y lo que se venda siempre hay que agradecer", comentó al tiempo de explicar que les toma aproximadamente tres horas el proceso para preparar los tamales en estas fechas en las que la tradición marca que aquellos que sacaron el niño Dios en la Rosca de Reyes, deben invitar la tamaliza el 2 de febrero.

Lamentó el robo del triciclo colocado en honor a su papá Jorge Claudio, en el lugar en el que perdió la vida, una banqueta ubicada sobre la avenida Constitución, donde le instalaron un memorial con dos floreros que constantemente adornan.