Facundo Díaz Acosta dio un enorme salto en el ranking ATP tras conquistar el Argentina Open
De invitado especial a ganar su primer torneo ATP, Facundo Díaz Acosta vivió una semana de ensueño en el Buenos Aires. El zurdo de La Lucila fue el mejor en la 24a edición del Argentina Open, y consiguió un logro con sabor histórico, en un certamen que tenía como principal estrella a Carlos Alcaraz, el número 2 del mundo, pero fue Díaz Acosta el que se adueñó del trofeo del mate, para celebrar en su primera final en el nivel ATP, sin ceder sets a lo largo del camino, y con dos triunfos frente a rivales ubicados en el Top 25, como Francisco Cerúndolo (22, en la segunda ronda) y el chileno Nicolás Jarry (21, en la final).
Para jugar el Argentina Open, Díaz Acosta recibió una invitación especial de los organizadores. Fue necesario aceptarla porque no tenía el ranking directo para ingresar en el momento del corte, aunque había empezado a subir posiciones en la última parte de 2023. El jugador entrenado por Mariano Monachesi hizo semifinales en el Challenger de Buenos Aires en octubre y fue campeón un mes después en Montevideo. Este año pasó la qualy en Adelaida y en el Australian Open perdió en primera rueda, pero dejó una excelente impresión frente a Taylor Fritz, 12 del mundo, al que tuvo contra las cuerdas antes de perder en cinco sets.
“Me sentí jugando muy bien en Australia, rendí en cancha rápida. Estuve muy cerca de ganarlo, pero sentí la diferencia de lo que es un jugador casi Top 10, de cómo maneja los momentos, el cansancio, los partidos a cinco sets, que tiene muchísimo más que yo. Me faltó la experiencia de tener encima más Grand Slams, más partidos de ese tipo, y se notó, pero tenísticamente ya me sentía muy bien”, le contó Díaz Acosta a LA NACION hace unos días. “Es obvio que estaba recaliente después de ese partido, pero tomo de manera positiva que hay detalles para mejorar, cosas que hay que hacer cuando uno juega contra un 10 del mundo. Y está bueno que haya cosas para mejorar, es algo que a mí me motiva para seguir, porque sé que estuve ahí, muy cerca”, amplió el zurdo. De regreso de Melbourne, llegó por primera vez a los cuartos de final en el nivel ATP en el Córdoba Open, etapa en la que fue superado por Sebastián Báez.
En Buenos Aires, apareció la mejor versión de Díaz Acosta, campeón de punta a punta sin ceder sets. El título le permitió un avance notorio en los rankings de 28 posiciones, desde el 87° al 59°, la posición más alta de su carrera, con 250 puntos sumados. Así, quedó como el cuarto argentino en el escalafón de la ATP, detrás de Francisco Cerúndolo (22°), Tomás Martín Etcheverry (27°) y Sebastián Báez (30°), compañero suyo de generación en la camada 2000, con el que logró el oro en dobles en los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018, en nuestro país.
¿Qué implica este ascenso para Díaz Acosta? En concreto, es un importante salto de categoría. Estar ubicado en el Top 60 le permitirá ingresar de manera automática en casi todos los ATP 250 y 500, y muy cerca de acceder a los cuadros principales de los Masters 1000 de 56 jugadores como Montecarlo; también se aseguró el ingreso a los Masters 1000 de Madrid y Roma, todo antes de Roland Garros. Eso implicará dejar atrás los Challengers y codearse prácticamente todo el tiempo con el nivel ATP. Si bien le fue fantástico en los primeros torneos de este año, es una categoría en la que Díaz Acosta necesita más recorrido: el de Buenos Aires fue apenas el décimo main draw de ATP que disputó en su carrera, y esto incluye tres torneos de Grand Slam.
De los 907 puntos que Díaz Acosta tiene esta semana en el ranking, los 250 que sumó como campeón en Buenos Aires representan el 27 por ciento de su cosecha en un solo torneo. Lo más numeroso que tiene por defender de aquí a fin de año es lo que sumó en sus títulos en el Challenger Tour, con las victorias en Montevideo (100), Milan (75), Oeiras (75), Savannah (75) y una final en Heilbronn (75).
Y algo más: también dejó casi asegurada la clasificación a los Juegos Olímpicos de París. Porque ya había adelantado buena parte del trabajo al consagrarse campeón panamericano el año pasado en Santiago, pero faltaba cumplir un par de condiciones: la primera, estar en el Top 400, largamente cumplida; la segunda, estar dentro de los cuatro argentinos mejor clasificados en el ranking, porque cada país puede llevar como máximo cuatro jugadores en los singles, aun cuando tenga más dentro del corte de 56 jugadores [Estados Unidos, por caso, debe elegir entre 7] que se tomará el 10 de junio, tras la final de Roland Garros, y ahora Díaz Acosta quedó cuarto en el ranking argentino, detrás de los mencionados Cerúndolo, Etcheverry y Báez.
En este contexto, será muy importante elegir bien las fichas -los torneos a los que acudir- en un cambio de calendario obligado por su nuevo estatus; sobre todo, en la gira europea de canchas lentas que seguirá a la ventana de marzo, ocupada por los Masters 1000 de Indian Wells y Miami. “Esto me cambia todo. Tenía en mente jugar algunos torneos, y a partir de esto voy a tener que modificar para bien; es un problema lindo”, contó Díaz Acosta sobre lo que se viene. Eso sí: este circuito no da respiro, y el zurdo ya está en Brasil, donde el martes deberá debutar contra Stan Wawrinka por la primera ronda del ATP 500 de Río de Janeiro. Una buena medida para empezar a transitar un nivel más elevado, con un ascenso que se supo ganar con talento y sacrificio.