Eurocopa: España, un campeón de pies a cabeza, les ganó a todos, fue el más goleador, un combo justo entre experiencia y juventud

El capitán Álvaro Morata levanta la Eurocopa, toda España festeja en el podio
El capitán Álvaro Morata levanta la Eurocopa, toda España festeja en el podio - Créditos: @Frank Augstein

Un campeón de pies a cabeza, de frente y de perfil. Por donde se lo mire, a España le queda pintada la Eurocopa. Tuvo el fútbol y la personalidad suficientes para levantar el trofeo. Un ganador sin tachas, inobjetable. En la final, el partido de la consagración, estuvo a la altura de lo que venía siendo su obra. Juego alegre y consistente a la vez, con atrevimiento juvenil, el de Lamine Yamal y Nico Williams, y el oficio de los que están curtidos en grandes batallas, como Rodri y Dani Carvajal.

España era favorita para la final, había llegado al último día con la consideración que antes del torneo le pertenecía a esta Inglaterra que fue sosteniéndose en resultados apretados y un fútbol avaro. Y el equipo de Luis de la Fuente refrendó todo lo bueno que venía haciendo, con un 2-1 tan merecido como no exento de sufrimiento en el final, como la doble salvada del arquero Unai Simón y de Dani Olmo sobre la línea.

Oyarzábal festeja su gol, el segundo de España, con Pickford derrotado al fondo
Oyarzábal festeja su gol, el segundo de España, con Pickford derrotado al fondo - Créditos: @Manu Fernandez

El título obtenido por España brilla por sí mismo, pero mucho más si repasa la lista de derrotados en su inmaculada campaña, jalonada con siete triunfos. A su paso fueron cayendo campeones mundiales como Italia, Francia, Alemania e Inglaterra, también quien ocupó el podio en los últimos dos mundiales, Croacia. Remontó desventajas ante Georgia y Francia, resolvió en el suplementario luego de que Alemania le empatara en el final del partido y en la final asimiló el empate de Inglaterra cuando había tenido oportunidades para ampliar la diferencia. Fue el equipo más goleador del torneo, con 15 tantos. España cubrió todos los casilleros de un cabal campeón.

Cuarta Eurocopa para España, la tercera en los últimos 16 años, cuando su estilo también se convirtió en una referencia global. Desde del tiqui-taca que sublimaba el pase y la posesión con Luis Aragonés y Vicente del Bosque hasta esta versión más versátil, con la explosividad y el descaro para encarar de Yamal, que el sábado cumplió 17 años, y de Williams, también de flamantes 22.

Fue el mejor como expresión colectiva y también se llevó reconocimientos individuales. Yamal, cuya aparición y continuidad en Barcelona hay que agradecérselas al respaldo que le dio el despedido Xavi, se llevó el premio a la Revelación del torneo. Marcó un golazo ante Francia, puso el 1-0 contra Inglaterra y ocupó el primer puesto en asistencias, con cuatro.

A Rodri, ese estratega al que no se le escapa ningún secreto del juego, le correspondió el de Mejor Jugador. Y esta competencia en Alemania, junto a lo hecho en la temporada en Manchester City, lo catapulta como uno de los candidatos al Balón de Oro. El único lamento para uno de los futbolistas favoritos de Pep Guardiola fue la lesión que le impidió disputar el segundo tiempo de la final. Del otro lado quedó Inglaterra, con un Gareth Southgate que no aprovechó el potencial de su plantel y ve cerca su final tras un ciclo de ocho, con dos subcampeonatos de Eurocopa.

De un primer tiempo chato al carrusel de emociones

Simón recién tuvo que intervenir a los 45 minutos del primer tiempo, con un débil remate de aire esquinado de Foden. Pickford vio más de cerca la avanzada española, la pelota rondó seguido por su área, pero el muro que levantaron sus compañeros fue bloqueando los intentos rivales. La primera etapa se jugó más a lo que quiso Inglaterra que a lo que pretendió España. Eso no fue bueno para el espectáculo en cuanto a emotividad y entretenimiento.

Inglaterra dispone de un considerable caudal de calidad, pero lo pone al servicio de la especulación. Riesgos, los mínimos. Atrevimiento, solo esporádicamente. España no estuvo fina ni con la dinámica adecuada para ir abriendo grietas en el muro británico. Shaw le seguí los pasos a Lamal, Walker no descuidaba a Williams, Foden tapaba a Rodri, Mainoo no perdía de vista de Fabián Ruiz. Inglaterra había dispuesto una estricto sistema de vigilancias.

Lo más destacado de España 2 - Inglaterra 1

España tenía la pelota, pero sin desequilibrio. Mucho control horizontal, con pocas rupturas profundas. Inglaterra se abroquelaba y espiaba el contraataque, con Bellingham casi de wing izquierdo, y Foden por zonas más centrales, como le gusta a él y acostumbra en Manchester City, por detrás de Kane. El equipo de Southgate apenas si sorprendía con algún cambio de frente para que Saka combinara con las trepadas de Walker.

Poco y nada pasaba en la primera etapa, se iba en medio de algún bostezo. En la última acción hubo una novedad: Carvajal perdió una pelota Bellingham, que alargó para Kane, cuyo remate en la frontal del área fue bloqueado por una estirada de Rodri con todo su cuerpo. Expuso su físico el cerebral volante y lo pagó con una lesión que le impidió salir en el segundo. Se encendían las alarmas en España sin el futbolista que equilibra las líneas, nunca pierde la posición ni el sentido táctico. Es la individualidad con más influencia colectiva.

Ingresó Zubimendi y España, sorpresivamente, encontró rápidamente la verticalidad que le faltaba. Como si la charla en el vestuario hubiera pasado por el compromiso para jugar a un ritmo más alto. Por arriesgar más, por sacarle definitivamente el corsé al partido. Y fue otro partido, nada que ver con lo precedente. Un ida y vuelta constante, vibrante, llegaron las emociones, los goles, la incertidumbre.

Nico Williams, autor del 1-0, en un duelo contra la raya con su marcador, Kyle Walker
Nico Williams, autor del 1-0, en un duelo contra la raya con su marcador, Kyle Walker - Créditos: @JAVIER SORIANO

El dique se rompió a los dos minutos. Carvajal, ese lateral expansivo, que empuja a los suyos, armó el avance por la derecha, que derivó en la asistencia de Yamal a Williams para el 1-0. El gol le vino bárbaro al desarrollo, se desanudó. España creció en confianza, insistió, no se refugió, y a Inglaterra no le quedó más remedio que salir de las gateras. Pickford le tapó dos definiciones a Yamal, remates de Williams y Olmo salieron desviados. Inglaterra respondió con un disparo de Bellingham y a Southgate, como en la semifinal frente a Países Bajos, le salieron bien los cambios. Tras una estupenda cesión de Bellingham, empató Cole Palmer, el delantero de Chelsea que fue el inglés que convirtió más goles en la última Premier League.

Final abierta, pero a España no se le movió el piso, siguió en lo suyo: pelota y transiciones para Pickford fuera una de las figuras, hasta que la proyección y centro del eléctrico Cucurella encontró la arremetida de Mikel Oyarzábal, que había reemplazado a Morata. Era el 2-1, quedaban cuatro minutos y los cinco de descuento, momento del doble despeje de Simón y Olmo. La cuota de dramatismo para una España que fue muy feliz en toda la Eurocopa.