Erosionada, democracia en América Latina y el Caribe

CIUDAD DE MÉXICO, abril 5 (EL UNIVERSAL).- Barómetro de las Américas en su informe 2023 señaló que la democracia es menor que hace dos décadas, es decir, se ha erosionado en casi todos los países de América Latina y el Caribe, sobre todo en Argentina, Colombia, Jamaica y Surinam.

De 2004 a 2014, en promedio, casi dos tercios de la población se mostraba de acuerdo con que la democracia es la mejor forma de gobierno. Sin embargo, hace cerca de una década, Barómetro de las Américas registró una importante caída.

"El apoyo público a la democracia y las actitudes que conducen a una democracia estable son hoy menores en la región de América Latina y el Caribe, que hace dos décadas, cuando el Barómetro de las Américas inició su esfuerzo para monitorear el pulso de la democracia en el continente americano. Las tendencias democráticas disminuyeron después de 2014 y se han mantenido en ese nivel durante los últimos 10 años. La confianza en las instituciones democráticas es un predictor poderoso de las orientaciones democráticas.", recalcó.

En el caso de México se mantiene el apoyo a la democracia, sin embargo, nuestro país y El Salvador, al tener "líderes antisistema", han usado su popularidad para socavar la rendición de cuentas y erosionar las instituciones democráticas mediante el público, "un camino hacia un retroceso democrático que ha pasado en distintas regiones del mundo", explicó.

Además, los niveles más altos de confianza en el presidente se encuentran en México y El Salvador. En cambio, en Chile, Ecuador y Colombia ha caído la confianza hacia sus mandatarios. "Esto podría alentar a los líderes populistas a tomar medidas para centralizar el poder en una rama popular", señalaron los observadores políticos, que han advertido de la existencia de este tipo de maniobras que erosionan la democracia desde dentro, bajo los liderazgos de los presidentes Andrés Manuel López Obrador en México y Nayib Bukele, en El Salvador, lo que también representa un cambio significativo con respecto a hace una década, indicó el informe.

Otro elemento que destacó es que la mayoría de los ciudadanos ve el voto como un mecanismo central para influir en la política. Sin embargo, estas percepciones varían de acuerdo con el nivel de confianza en las elecciones.

Barómetro de las Américas preguntó: "¿Cuál es la forma en que usted cree que puede influir más para cambiar las cosas en el país?" Un 33% contestó que el voto; 22% dijo que es más efectivo participar en organizaciones locales; 18% explicó no tener esperanza en que la participación política pueda producir cambios, mientras 6% consideró que la mejor forma es la protesta y otro 6%, postularse como candidato.

La satisfacción con la democracia en América Latina y el Caribe es menor en la actualidad que hace una década. Menos de la mitad de las personas están conformes en 18 de los 23 países estudiados. Honduras tiene 36%; El Salvador, 77%; México, 60%; Brasil, 48%; Argentina, 39% y Bolivia, 28%, por ejemplo.

"Las democracias que no logran un desempeño que llene las expectativas corren el riesgo de perder su legitimidad. Quienes formulan las políticas públicas y los activistas interesados en impulsar la democracia deben seguir trabajando para aumentar la fe en las instituciones y el liderazgo político, en especial entre las mujeres y las clases medias. Esto es especialmente crítico en países con niveles peligrosamente bajos de satisfacción, como Haití y Perú", señaló Barómetro de las Américas.

Explicó que la confianza en las instituciones políticas está asociada a la creencia de que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno; 78% de los que tienen alta confianza en las instituciones expresan apoyo a la democracia.

"Es más duradera [la democracia] cuando la gente considera que el sistema político es legítimo y acepta una participación amplia en él", subrayó el organismo.