Eliminatorias: convertir en La Paz es el nuevo desafío de Lionel Messi, que nunca se sintió cómodo allí

Lionel Messi se entrenó diferenciado y se hizo estudios médicos, pero no tiene ninguna lesión y viaja con el plantel a Bolivia; tendrá el desafío de convertir por primera vez en Bolivia, uno de dos países sudamericanos donde nunca lo hizo
Lionel Messi se entrenó diferenciado y se hizo estudios médicos, pero no tiene ninguna lesión y viaja con el plantel a Bolivia; tendrá el desafío de convertir por primera vez en Bolivia, uno de dos países sudamericanos donde nunca lo hizo - Créditos: @PEDRO PARDO

LA PAZ, Bolivia (Enviado especial).- La ubicación del Aeropuerto Internacional El Alto no sólo hace honor a su nombre, sino que también ilustra desde el primer momento en que uno arriba a la capital administrativa de Bolivia por qué la altura se ha convertido casi en un cliché. Para ir al centro de la ciudad bien se puede tomar un largo viaje en taxi o bajar por un teleférico que permite ver los abundantes montes y colinas del lugar, además de los distintos niveles en que se encuentran las humildes edificaciones de ladrillo que la caracterizan. Es un lugar que de inmediato no se asemeja en nada a otras capitales del continente, y se percibe en la geografía y el aire.

Lionel Messi ya hizo este recorrido cuatro veces en su carrera con la selección argentina, aunque entró a la cancha en tres. La última vez, en octubre de 2020, se sacó la espina y obtuvo su primer triunfo en La Paz. Con 36 años está jugando partidos cada cuatro días en Estados Unidos, y el desgaste acumulado lo llevó a pedir el cambio en la victoria ante Ecuador el jueves, una anomalía total en él. Lionel Scaloni le dio vía libre para que volviera a Miami si sentía que no quería someterse por quinta vez a los mareos, los dolores de cabeza, el ahogamiento y aún más cansancio. Pero el capitán eligió viajar, motivado por un nuevo desafío: convertir por primera vez a 3570 metros.

La confirmación de Scaloni sobre Messi

Hoy entrenó diferenciado, pero está en condiciones de viajar”, comenzó con su respuesta el DT, que habló poco antes de que el plantel argentino parta hacia Santa Cruz de la Sierra, su escala previa al escenario del partido del martes. El cambio del número 10 había llevado a que le hicieran estudios para descartar cualquier tipo de lesión, y los resultados fueron sumamente positivos, aunque Scaloni se mantiene precavido: “Vamos a esperar al martes. Ya que viaje es una sensación positiva. Si viaja es porque está para jugar, sino no viajaría. Como entrenador hubiera dicho que se pegue la vuelta y descanse para jugar en su club. Después ya veremos el martes. Todos sabemos que quiere jugar, entonces ya veremos qué decisión tomamos”, agregó.

En Bolivia, la noticia fue recibida con muchísima euforia. Desde la tarde, cientos de locales, en su gran mayoría con camisetas de la selección argentina o de Inter Miami, aguardaron a la salida del Camino Real, el lujoso hotel donde se hospedará el equipo. Ante el vallado y el intenso control policial, algunos se las ingeniaron para conseguir el mejor ángulo posible para capturar el arribo: varios se trajeron sillas, bancos y hasta escaleras desde sus casas para ganar altura, e incluso otros se subieron a los árboles que rodean la avenida Ballivián. Proliferaron los coreos de “Messi” y “Dale campeón”, y hasta fueron homenajeados Ángel Di María, Cuti Romero y Dibu Martínez. La locura explotó a las 21.30 locales, una vez que los dos micros que buscaron a los futbolistas desde el aeropuerto estacionaron frente al hotel, pero muchos de los asistentes se fueron masticando algo de decepción, dado que esperaban algún gesto del plantel hacia ellos.

El “consejo” que el entrenador le hubiera dado al rosarino tiene algo de empatía hacia algunas de las experiencias previas que vivió Messi en La Paz. Ninguna dolió tanto como la primera, en abril de 2009, un año después de que la FIFA levantara una breve prohibición a jugar partidos en el estadio Hernando Siles. Bajo la conducción de Diego Maradona, uno de los principales propulsores del regreso a esa cancha, el equipo local arrolló a la selección, visiblemente abombada por las condiciones, en un 6-1 que pasó a la historia. La incomodidad que vivió el entonces jugador de Barcelona fue indisimulable, y precisamente de un tiro libre fallido suyo se generó el contraataque para el tercer gol boliviano.

Alejandro Sabella aprendió de esta experiencia cuando le tocó visitar el temido estadio cuatro años más tarde, y eligió nivelar los esfuerzos de Messi y sus compañeros con un planteo más conservador. Arrancó abajo con gol del eterno verdugo Marcelo Moreno Martins, pero se repuso rápidamente con un gol de cabeza de Éver Banega, en una jugada que arrancó el propio Messi. Pero como reflejo de su “karma” en Bolivia, a 7 minutos del final tuvo en sus pies el gol del triunfo, mano a mano con Sergio Galarza, y su remate fue directo al cuerpo del arquero rival. Fue sin dudas un buen resultado, pero que pudo ser mejor por esa chance única del 10.

Una suspensión lo dejó al margen de jugar en la visita en 2017, con derrota por 2-0 y posterior despido de Edgardo Bauza, aunque acompañó al resto del plantel en aquel viaje. Pero tres años después se vio su mejor versión en La Paz. El plan de Scaloni de arribar con 48 horas de anticipación al país vecino surtió efecto, y se vio un Messi más activo, participativo y determinante, conectando constantemente con Lautaro Martínez. Sobre el final, una de esas asociaciones llevó al gol de Joaquín Correa que confirmó la remontada por 2-1 y la primera victoria argentina en Bolivia en 15 años.

Un último antecedente sumamente positivo para Lionel Messi en La Paz: remontada y primer triunfo en Bolivia en 15 años, en octubre de 2020
Un último antecedente sumamente positivo para Lionel Messi en La Paz: remontada y primer triunfo en Bolivia en 15 años, en octubre de 2020

La racha se hace aún más inexplicable al considerar que Bolivia es la selección a la que más veces le convirtió en su carrera: en 11 encuentros registra un doblete en un amistoso en 2015, otro en la Copa América 2021 y cuatro tantos en eliminatorias, incluyendo un hat-trick en el regreso de la selección argentina al país después de hacerse con el trofeo continental. Pero ninguno de esos goles llegó como visitante, un lugar que incluso provocó que más de una vez vomitara en medio de los partidos.

Por otra parte, si algo le ha otorgado el fútbol al capitán argentino es una constante sensación de revancha y premios por perseverar con causas que parecían perdidas. El hambre y el instinto competitivo son los dos elementos que mantuvieron a Messi en lo más alto del fútbol mundial, y son lo que lo empuja a elegir viajar, con 36 años y una agenda cargada, a los casi 3600 metros de altura de La Paz para buscar ese primer gol y seguir emprendiendo el camino a la defensa del título en Qatar.

Los posibles cambios de Scaloni

La posición de la selección argentina cambió considerablemente desde aquella última visita en 2020. Al técnico aún lo rodeaba un cierto nivel de escepticismo, a pesar del crédito que había cosechado en la Copa América 2019, y seguía probando variantes en busca de conformar el plantel que eventualmente sería campeón continental y mundial. Ahora, con esos objetivos ya alcanzados, la profundidad y conocimiento del plantel es mucho mayor, y la confianza plena en su trabajo le permite pensar en algunos cambios pensados en afrontar una prueba tan complicada como la del martes.

En principio, no serían abundantes las modificaciones que plantearía Scaloni: “El equipo más o menos lo tengo en la cabeza. Será parecido al que jugó el otro día, siempre que no haya ninguna complicación entre hoy y mañana. Estamos contentos con el rendimiento”, aseguró en la conferencia de prensa del domingo, aunque también dejó la puerta abierta para los ingresos de Di María y Julián Álvarez, de buen rendimiento al entrar desde el banco contra Ecuador, además de la chance de optar por Leandro Paredes, que podría reemplazar a Enzo Fernández o Alexis Mac Allister.

Asimismo, el seleccionador también aseguró que también tiene una idea aproximada de las modificaciones que hará durante el partido, para no bajar los niveles de energía: “Todos sabemos las condiciones de la altura. Los cambios son importantes también, hasta más importantes que los que salen. Alguna que otra modificación puede haber, pero el bloque será el de siempre”.