Elecciones en Boca: Juan Román Riquelme será candidato a presidente y Jorge Ameal será su postulante a vicepresidente
Tensión, sorpresas y heridos. El cierre de listas en Boca tuvo todos los matices. El día siguiente a que Mauricio Macri lance su candidatura a vice 1° por la oposición, Juan Román Riquelme dio el paso al frente y encabezará la lista del oficialismo en los comicios del 2 de diciembre. Era una posibilidad que se manejaba, pero la novedad trajo una sorpresa: su acompañante será nada menos que Jorge Ameal, el presidente actual, que parecía fuera de cualquier discusión y cerró un acuerdo político con el 10 un puñado de horas antes de la oficialización de las listas.
El nombre de Riquelme volvió a cobrar protagonismo en las horas previas de una elección. Porque después de la jugada de Mauricio Macri, su contrincante más incómodo, ahora le tocaba al ídolo devenido dirigente mover su pieza. Finalmente, tal como todos los indicios hacían suponer, el hombre que más veces vistió la camiseta azul y oro en la historia de la Bombonera buscará convertirse, ahora sí, en la máxima autoridad del club.
Fueron días muy agitados en lo político en el mundo Boca. Desde que Macri se involucró de lleno en la campaña todo cambió en la estrategia de Riquelme, que inicialmente no tenía planeado ocupar el máximo cargo. La idea que pensó durante los últimos meses fue la de ubicar a Ricardo Rosica, el secretario general, en el lugar que desde enero de 2020 ocupa Jorge Ameal, y él seguir manejando el fútbol del club desde la vicepresidencia. Un cargo de exposición menor a la del presidente.
De hecho, aun siendo la máxima autoridad del Departamento de Fútbol, jamás posó con los jugadores con los que el club firmó contratos, ni apareció en las presentaciones de los refuerzos ni en las de los entrenadores; puertas adentro siempre se argumentó que no lo hacía para no eclipsar a los protagonistas. Y un dato más: la del lunes pasado fue la primera conferencia que dio Riquelme como dirigente de Boca en casi cuatro años de gestión (la otra fue en junio, pero vinculada en su totalidad a su partido de homenaje).
Sin embargo, a último momento, el mapa político en Boca dio un giro de 180°. De acuerdo a lo que le confiaron a LA NACION, este lunes hubo charlas muy tensas e incluso gritos en las oficinas de presidencia de la Bombonera, mientras se seguía armando el rompecabezas de la lista. Y este martes por la tarde, tras una jornada de largas y acaloradas discusiones, Juan Román Riquelme y Jorge Amor Ameal fumaron la pipa de la paz y decidieron jugar juntos contra la fórmula conformada por Andrés Ibarra y Mauricio Macri.
En los últimos días, desde las oficinas de Boca Predio dieron aviso a la mayoría de los dirigentes de Juntos Por Boca (la agrupación de Jorge Ameal) que no serían incluidos en la lista de Riquelme. Entre ellos, el presidente de Deportes Amateurs, Martín Mendiguren; el encargado de Obras, Carlos Navarro (impulsor del proyecto de Bombonera 360); el titular del Departamento de Vitalicios, Jorge Scarpino; el vocal al frente del área de Prensa, Fernando Cuscuela; y el dirigente encargado del vínculo con los medios partidarios, Eduardo Eliaschev. Algunos de ellos, dicen, se ofrecieron a formar parte de la lista opositora…
Los únicos dirigentes amealistas a los que Riquelme tenía decidido incluir en la lista eran Alejandro Cosentino (Socios), Sebastián Gianorio (Filiales), Alejandro Veiga (prosecretario), Alejandro González (Relaciones Institucionales) y Adriana Bravo (vice tercera), aunque en cargos de mucha menor de relevancia que en los que se desempeñan actualmente. Molesto por la decisión del ídolo, Ameal se plantó ante las imposiciones del 10 y exigió ocupar él mismo un lugar en el binomio. Además, claro, de volverles a abrir la puerta a aquellos dirigentes que habían quedado relegados. Tan álgidas fueron las negociaciones que cerca del ídolo llegó a temerse lo peor: que venciera el plazo para la presentación de las listas o que Ameal, dolido por la actitud del 10, compitiera en las urnas de manera independiente.
Según averiguó LA NACION, en los últimos días quien asumió un rol más activo en el armado de la lista fue Enrique “Coti” Nosiglia. Fue el experimentado dirigente radical quien tomó las riendas y empezó a acomodar las fichas. En este nuevo contexto, existía un fuerte rumor que ubicaba a uno de sus hijos (Juan, legislador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires) como el compañero de fórmula de Riquelme. Y también había surgido otro hombre de Nosiglia para ser vice: Fabián Parra, coordinador de ingresos en Boca desde 2015 y director general de la cadena de pinturerías Rex. A su vez, Sergio Massa también habría intercedido en las charlas entre Riquelme y Ameal para que el oficialismo vaya unido contra el macrismo. El candidato de Unión por la Patria es íntimo amigo de Riquelme y de Ameal e incluso fue el celestino de la fórmula presidencialista que se impuso en Boca en 2019.
También aparecieron dos nombres no tan conocidos en el mundo Boca. Uno es el de Agustín Vila, hijo del empresario Daniel y hombre fuerte en Radio La Red, para la vicepresidencia segunda. Acercado por Mariano Lavalle, hombre fuerte en Torneos y Competencias, su rol sería el de limar asperezas con la AFA: el vínculo entre Claudio Tapia y Riquelme es casi nulo. Aunque algo reciente alteró ese plan inicial: el ascenso de Independiente Rivadavia hizo que Daniel Vila le planteara a su hijo que se involucrara en el club mendocino y no en el Xeneize. El otro es el doctor Emilio Nana, referente de la agrupación de Nosiglia, Por un Boca Mejor, y vocal titular en el gobierno de Ameal. ¿Rosica? En caso de ganar Riquelme, continuará en su rol de secretario general.
Fue así como cerca de las 18 de este lunes se hizo público el anuncio menos esperado: Ameal ganó la pulseada política y será el compañero de fórmula de Riquelme, invirtiendo los roles que tuvieron en las elecciones de 2019, aunque en realidad hace cuatro años el candidato a vice 1° fue Mario Pergolini y Román fue nombrado vice 3°.
Los comicios se desarrollarán el sábado 2 de diciembre. Si bien el club cuenta con alrededor de 350.000 socios, podrán elegir autoridades unos 98.000: los activos que tienen más de dos años de antigüedad. Los adherentes no tienen ese derecho.
La interna está que arde. Y eso que la campaña todavía está en pañales.