El Ejército filipino niega haber amenazado a punta de pistola a guardacostas chinos

Bangkok/Pekín, 4 jun (EFE).- El Ejército filipino negó este martes que sus tropas hubieran apuntado con pistolas a guardacostas chinos desde uno de los atolones del mar de China Meridional que ambos países se disputan, en pleno aumento de las tensiones bilaterales.

"Nuestras tropas actuaron con el máximo nivel de profesionalidad, control y disciplina en el desarrollo de su actividad para salvaguardar nuestra soberanía", subraya un comunicado divulgado hoy por las fuerzas armadas filipinas.

El mismo "niega las reportadas denuncias" sobre la supuesta amenaza a punta de pistola por parte de soldados del destacamento militar filipino en el Sierra Madre, un barco varado que Manila mantiene en el atolón Second Thomas, a guardacostas chinos.

El origen de la denuncia es un vídeo divulgado por la cadena china CGTN hace dos días, que parece mostrar a soldados filipinos empuñando armas mientras se acercan los guardacostas chinos, en un suceso supuestamente ocurrido el 19 de mayo.

Al respecto, la portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Mao Ning, dijo hoy en una rueda de prensa que "Filipinas ha sido la parte provocadora, exacerbando las tensiones y violando los derechos", sin verificar de forma explícita el contenido del vídeo.

Mao exhortó a Filipinas a "no traicionar la confianza ni crear conflictos, y a resolver las diferencias a través del diálogo y la consulta".

Las autoridades filipinas envían regularmente misiones de aprovisionamiento al atolón Second Thomas (conocido en Filipinas como Ayungin y en china como Ren'ai Jiao), donde cuenta con un barco varado, el Sierra Madre, con un pequeño destacamento militar.

Manila dejó de manera intencionada el Sierra Madre en 1999 en Second Thomas, en el archipiélago Spratly, para reclamarlo como propio.

Las autoridades filipinas alegan que Second Thomas y otro atolón en disputa, el Scarborough (conocido como bajo de Mansiloc en Filipinas y como Huangyan Dao en China), ocupado por Pekín, se encuentran dentro de las 200 millas náuticas (370 kilómetros) de su zona de exclusividad económica, que según la ley internacional le da derecho a la explotación de los recursos.

Embarcaciones de ambos países, incluidos los guardacostas, han aumentado sus enfrentamientos en aguas cercanas a dichos atolones en los últimos meses, con Manila denunciando en ocasiones que navíos chinos han empleado cañones de agua o láseres militares contra sus efectivos, además de haber protagonizado colisiones menores.

Pekín, que tiene una flota mucho mayor que la filipina, alega razones históricas para reclamar casi la totalidad del mar de China Meridional, por el que circula alrededor del 30 % del comercio global y que alberga el 12 % de los caladeros mundiales, además de yacimientos de petróleo y gas.

Las tensiones bilaterales han aumentado tras la llegada al poder en 2022 del filipino Ferdinand Marcos Jr., quien ha reforzado los lazos de seguridad de su país con Washington, en contraste con el acercamiento a Pekín iniciado por su predecesor, Rodrigo Duterte.

El viernes, durante su discurso de apertura del Diálogo Shangri-La en Singapur, el foro de Seguridad anual más importante de Asia, Marcos Jr. aseguró que su país no cederá “un milímetro cuadrado” en su disputa soberanista con China, que ayer respondió que sus palabras "ignoran los hechos y la historia". EFE

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