Los efectos de la inmigración ilegal preocupan al turismo de buceo en El Hierro

LA RESTINGA, ESPAÑA, 24 nov (Reuters) - Las aguas cristalinas de El Hierro y su abundante vida marina han hecho de esta isla del archipiélago canario español uno de los mejores lugares del mundo para bucear.

Sin embargo, la llegada de casi 12.000 emigrantes este año en cayucos procedentes de África la ha convertido en una nueva puerta de entrada a Europa.

En el minúsculo puerto de La Restinga, las embarcaciones de buceo se abren paso entre una veintena de cayucos abandonados en los que aún se ven restos de ropa, utensilios de plástico y bidones de gasolina.

Al menos cuatro se han hundido en el puerto, vertiendo basura y combustible en aguas que forman parte de una reserva marina.

El retraso en la retirada de las embarcaciones en medio de un aumento sin precedentes de la llegada de inmigrantes preocupa a la población local por su impacto en el turismo, principal fuente de ingresos de la isla.

Políticos locales, pescadores y operadores turísticos piden más ayuda al Gobierno español y a la Unión Europea mientras los isleños hacen lo que pueden para ayudar a los inmigrantes que desembarcan mojados, exhaustos y a menudo deshidratados o con hipotermia.

"Si esta patera se va al fondo, que tiene días aquí ya para irse porque lleva aquí más de 30 días, toda esa gasolina, el aceite de los motores, toda la basura, eso va a ir al fondo. En una reserva marina de ámbito nacional", dijo Fernando Gutiérrez, responsable del sindicato de pescadores del puerto.

Los cayucos ocupan un tercio del puerto deportivo de La Restinga, desde donde salen al menos dos veces al día ocho operadores de buceo con decenas de grupos de inmersión.

Turistas procedentes de Alemania, Suiza y la España peninsular manifestaron su tristeza por la situación mientras observaban cómo trabajadores de la Cruz Roja y médicos locales atendían a los migrantes recién llegados, sentados envueltos en mantas térmicas en el muelle a la espera de ser registrados.

Muchos migrantes mueren en el camino y al menos seis fallecieron tras llegar a la isla solo en los dos últimos meses.

Alpidio Armas, presidente del gobierno local de El Hierro, dijo que ni las autoridades españolas ni la UE habían comprendido la magnitud de la crisis.

Genevieve Gosses, buceadora francesa de 55 años, dijo que algunos amigos habían cancelado sus planes de visitar El Hierro a causa de la crisis.

En las últimas semanas, los submarinistas que practican en el puerto han encontrado ropa e incluso pasaportes en el fondo, dijo Ginela Horn, directora de una empresa local de buceo.

"Todavía no me han cancelado de por sí la reserva, pero me preguntan bastante sobre la situación, si es muy complicada, si va a empeorar... es un poco complicado a la hora de responderles", dijo Horn.

(Información de Corina Pons, Horaci Garcia y Borja Suarez; editado por Charlie Devereux y Alexandra Hudson; editado en español por Javi West Larrañaga)