EE.UU. reclama a Israel que concluya su ofensiva a gran escala en Gaza antes de fin de año
TEL AVIV.– Poco después de que el gobierno del premier israelí, Benjamin Netanyahu, dijera que la guerra en Gaza durará “más que varios meses”, altos funcionarios de la Casa Blanca advirtieron este jueves que el presidente estadounidense Joe Biden quiere que Israel concluya su ofensiva a gran escala antes de fin de año, o poco después.
Durante sus reuniones con funcionarios israelíes, Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional que se encuentra en Tel Aviv, no especificó plazos. Pero, según The New York Times, cuatro funcionarios estadounidenses dijeron que Biden quiere que Israel cambie su estrategia a tácticas más acotadas en no mucho más de tres semanas. Los funcionarios pidieron el anonimato para dar a conocer las ideas del presidente.
El gobierno de Biden expresó en reiteradas oportunidades su malestar ante la incapacidad de Israel para reducir las bajas civiles y sus planes para el futuro de Gaza, pero al mismo tiempo sigue brindándole pleno apoyo a su campaña con armas y respaldo diplomático.
Mientras tanto, los gobernantes israelíes dicen que su plan es continuar el asalto militar hasta aniquilar a Hamas, aunque las esperanzas de una victoria rápida se disiparon por completo.
Anteayer, una emboscada letal de Hamas a fuerzas israelíes en Ciudad Gaza demostró el poder de resistencia del grupo y planteó el interrogante de si Israel es capaz de derrotarlo sin borrar de la faz de la tierra a todo el territorio.
El ministro de Defensa, Yoav Gallant, afirmó este jueves que Hamas construyó su infraestructura militar en Gaza durante más de una década, “y no es fácil destruirlos. Requerirá algo de tiempo”.
“Tomará más de varios meses, pero ganaremos y los destruiremos”, dijo.
La guerra de Gaza, desencadenada por los ataques el 7 de octubre del movimiento terrorista palestino Hamas contra Israel, ha dejado más de 20.000 muertos, según los datos de las respectivas autoridades.
La ofensiva de Hamas dejó cerca de 1200 muertos, en su mayoría civiles, según las autoridades israelíes.
La respuesta de Israel provocó 18.787 muertos en Gaza, en su mayoría mujeres y menores de edad, según el Ministerio de Salud de este territorio palestino gobernado por Hamas.
Nueva fase
Sullivan declaró en un evento del diario The Wall Street Journal, antes del viaje, que discutiría un calendario para terminar la guerra e instaría a las autoridades israelíes a “avanzar hacia una fase diferente de las operaciones de alta intensidad que vemos hoy día”.
Netanyahu admitió también que hay “desacuerdos” con Estados Unidos sobre cómo será administrada Gaza después del conflicto.
El jefe de Hamas, Ismail Haniyeh, declaró anteayer que “cualquier discusión sobre Gaza o la causa palestina sin la presencia de Hamas o las facciones de resistencia será un engaño”.
Un sondeo, publicado anteayer por el Centro Palestino de Investigación de Encuestas y Políticas, mostró que la popularidad del líder de Hamas creció con el inicio del conflicto.
Según ese sondeo, Haniyeh cuenta ahora con el apoyo del 78% de los habitantes de los territorios palestinos, frente al 58% que tenía anteriormente.
Además de la presión estadounidense, la Asamblea General de la ONU votó abrumadoramente esta semana a favor de un llamado no vinculante a un alto el fuego, pero Estados Unidos se pronunció en contra de la mayoría.
Bombardeos nocturnos
El Ministerio de Salud de Gaza indicó que los últimos bombardeos israelíes nocturnos mataron al menos 67 personas en la Franja.
En la ciudad de Khan Yunis, el humo surgía de entre los escombros, que la gente buscaba apartar con palas y sus propias manos.
“Unas cuatro personas siguen bajo los escombros” después de que un avión golpease el edificio “sin previo aviso”, afirmó Hassan Bayyout, de 70 años.
En Cisjordania, que también sufre un repunte en la violencia desde el 7 de octubre, la Autoridad Palestina informó que “un joven” murió en un ataque israelí contra la ciudad de Jenín.
El jefe de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Philippe Lazzarini, indicó anteayer que los gazatíes “enfrentan el capítulo más oscuro de su historia”.
La ONU calcula que 1,9 millones de personas, de los 2,4 millones de habitantes de Gaza, han sido desplazadas y viven en carpas y que se están agotando los suministros de alimentos, agua potable, medicinas y combustible.
El organismo del Ministerio de Defensa israelí encargado de asuntos civiles palestinos, Cogat, afirmó que el Ejército “está permitiendo pausas tácticas con fines humanitarios”.
Una tuvo lugar durante cuatro horas en un barrio de la ciudad de Rafah (sur), transformada en un gran campo de desplazados, para permitir a los civiles reponer suministros, indicó.
Agencia AFP y The New York Times