De Dortmund a leyenda: Casemiro se va del Real Madrid
Madrid, 19 ago (EFE).- El brasileño Carlos Henrique Casemiro se marcha del Real Madrid nueve años y medio después -media temporada en el Castilla y un año cedido en el Oporto incluidos- tras 18 títulos, entre los que destacan cinco Ligas de Campeones, en un camino en el primer equipo que empezó con José Mourinho y un partido contra el Borussia Dortmund que le “cambió la vida”.
Un 5 de febrero de 2013, un chico brasileño de 20 años, a punto de cumplir 21, dejaba el Sao Paulo, un grande de su país donde era titular indiscutible y se había ganado ser llamado en cinco ocasiones para la selección absoluta, para recalar, como cedido, en el primer filial del Real Madrid.
Una apuesta valiente y arriesgada por cumplir su sueño tras ver a los ‘galácticos’ en el Real Madrid por la televisión y en la que al principio tuvo dudas de poder triunfar, pero que despejó rápido.
“La primera semana no toqué el balón en los entrenamientos. Y yo le dije a mi mujer, que vine con ella, ‘aquí no voy a jugar, los jugadores son muy rápidos. No puedo’. Yo venía de vacaciones de Brasil porque era verano y aquí la gente estaba en la competición. Pero cuando pasaron tres partidos ya fue diferente”, rememoró hace tres años en Universo Valdano.
Una etapa en el primer filial madridista que ponderó para empaparse de los valores del Real Madrid que más tarde defendió día a día en sus ocho temporadas con el primer equipo.
“Fue muy importante. Agradezco la decisión de ir al Castilla. Ha sido la mejor decisión que he tomado. Yo no vine con el peso del jugador estrella y he conocido los valores del club desde la base. Cuando llegué, el equipo estaba en descenso, pero yo tenía claro que iba a triunfar en el Real Madrid”, recordó.
Un Castilla al que su incorporación al equipo le cambió la cara. Del descenso a acabar octavo en Segunda División. Casemiro jugó 15 partidos con un balance de seis victorias, cuatro empates y cinco derrotas; lo que le hizo ganarse el debut con el primer equipo el 20 de abril de 2013 frente al Betis de la mano de José Mourinho.
Un encuentro que le hizo ganarse definitivamente su fichaje por el Real Madrid, a cambio de seis millones de euros. El técnico portugués dejó el conjunto blanco y llegó Carlo Ancelotti, con quien solo jugó 657 minutos, pero tuvo 17 que cambiaron su carrera deportiva.
Alemania. Estadio Signal Iduna Park. El Real Madrid iba, sin saberlo, rumbo a lograr la ansiada décima Liga de Campeones, pero no sin sufrir -más lo hizo en la final contra el Atlético de Madrid en Lisboa-. Antes, el Dortmund, al que había ganado con comodidad en la ida de cuartos de final por tres goles a cero, se puso 2-0 en su casa a los 37 minutos. Desde entonces, fue un acoso constante, hasta que salió Casemiro.
El centro del campo formado por Xabi Alonso, Modric e Illarramendi estaba superado, y el técnico italiano miró al banquillo y encontró a un Casemiro como único perfil de centrocampista defensivo que podía salvarle del apuro. El resto, los 17 minutos del brasileño, son historia de ‘La Décima’ y marcaron su carrera.
“Siempre digo que ante el Dortmund nació todo. Es un equipo que cambió mi vida”, rememoró en una entrevista años más tarde, ya asentado como indiscutible en el primer equipo. Un lugar que le costó tiempo conseguir. Tras el poco protagonismo con Ancelotti, salió cedido al Oporto y su evolución fue imparable.
El nuevo inquilino en el banquillo madridista para la siguiente temporada, la 2015-2016, Rafa Benítez, le vio como una pieza clave en su idea; criticada por incluir un futbolista de un tan marcado corte defensivo -aunque más tarde demostraría su poderío también en ataque- en el Real Madrid, aunque el tiempo le dio la razón al técnico.
Benítez fue despedido y en su lugar llegó un Zinedine Zidane que haría historia en el conjunto blanco con Casemiro como indiscutible, aunque le costó ganarse el sitio.
"Los cinco primeros partidos no había jugado con ‘Zizou’ y me pregunté: ¿Qué pasa con este? Pero si este hablaba muy bien de mí. Fui a su despacho. Le dije 'míster, estamos en enero, yo quiero tener protagonismo, quiero jugar'. Y me acuerdo muy bien de lo que me dijo: ‘Case, tú tranquilo, que cuando empieces a jugar no vas a dejar de jugar nunca más’”, rememoró el brasileño con Valdano.
Y no le faltó razón a Zidane. Juntos lograron las tres ‘Champions’ de forma consecutiva. Y Casemiro se convirtió en ‘talismán’. En cinco años, el Real Madrid ganó cuatro ‘orejonas’, y la única que no logró fue en 2015 con Casemiro en el Oporto.
Otro momento histórico en la carrera de Casemiro en el Real Madrid fue su gol en la final de la Liga de Campeones de 2017. Supuso el 1-2 para el conjunto blanco frente al Juventus de Turín con un disparo desde fuera del área que desatascó el partido para su equipo.
Desde entonces, el brasileño ha estado fuera de los grandes focos en los títulos del conjunto blanco por la posición en el campo, pero siempre ha salido en la foto junto a Kroos y Modric en ese “Triángulo de Las Bermudas” bautizado por Ancelotti, una instantánea que desde este viernes ya no podrá volver a repetirse.
Casemiro se va al Manchester United habiendo logrado su quinta Liga de Campeones firmando, seguramente, su mejor partido en la final contra el Liverpool tras una temporada con dudas. Y, curiosamente, tras una Supercopa de Europa en la que respondió a la llegada de competencia, la del francés Aurelin Tchouaméni, volviendo a estar en los focos gracias a que se llevó el premio a mejor jugador del encuentro.
Pero lo más importante es que se va ganando y tras cumplir con creces los sueños de aquel niño brasileño que veía a los ‘Galácticos’ en la televisión, a los que nueve años y medio después de su llegada al Real Madrid ha superado hasta convertirse en leyenda del club.
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