Diluvio en la ciudad: calles y negocios inundados, demoras en Aeroparque y miles de usuarios sin luz
En medio de una ola de calor que azota a Buenos Aires desde hace una semana, este jueves -cerca del mediodía- llovió con fuerza. En poco tiempo, se reportaron problemas en la vía pública debido a las inundaciones en calles y avenidas. Si bien el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había alertado respecto de este fenómeno, ello no evitó que vecinos experimentaran inconvenientes para circular. Se le sumó también la suspensión de cuatro líneas de subte.
Emova, el servicio concesionario de la Red de Subte de Buenos Aires, informó que las líneas A, C, H y E presentaban servicio interrumpido. La línea B circulaba con servicio limitado entre las estaciones Juan Manuel de Rosas y Dorrego. Sin embargo, a las 14 se normalizó el servicio.
En ese contexto, varios barrios de la Ciudad presentaron además complicaciones provocadas por las inundaciones. Entre ellos, estuvo Caballito, donde se derrumbó una obra en construcción sobre una vivienda en el barrio porteño de Caballito y una mujer murió. El hecho ocurrió alrededor de las 13 sobre la Av. Pedro Goyena y Av. José María Moreno al 500, en Caballito y donde hay una edificación en proceso que tiene una fosa de dos subsuelos a cielo abierto, explicaron las fuentes del caso.
El Sistema de Atención Médica de Emergencia informó a LA NACION que cuatro personas quedaron atrapadas entre los escombros y siete fueron rescatadas, entre ellas, dos menores de entre ocho y nueve años. Hubo 23 unidades del SAME al servicio de las víctimas.
Palermo, Caballito, Boedo, La Boca, Belgrano y microcentro fueron otras de las zonas que tuvieron parte de sus calles anegadas.
En Barracas –especialmente en la Villa 21-24–, se difundieron imágenes en las que se veía que el agua había inundado calles y se había metido incluso dentro de las viviendas. Las lluvias también afectaron a Recoleta, donde, por ejemplo, se inundó y se cortó la luz en el restaurante japonés Taiyaki Brothers, sobre la calle Ecuador.
“Estamos limpiando las bocas de tormenta. Antes de que lleguemos, el agua llegaba más arriba de los tobillos, estaba todo inundado”, dijo a LA NACION Gustavo Zica, empleado del gobierno de la ciudad, mientras terminaba de hacer sus tareas en Libertador y Olleros, a primera hora de la tarde.
Gustavo forma parte de un equipo de trabajo que se dirige en camión a los puntos más complicados de la Capital. “Ahora nos queda del otro lado, donde está el metrobús. Sacamos de todo. Estaba lleno de hojas, pero encontramos hasta patentes”, sumó en diálogo con este medio.
“Ya destapamos en Dorrego y Santa Fe. Vamos a ver a dónde nos avisan que vayamos a continuación”, agregó Gabriel Maguna, miembro también de la División Fluvial de la ciudad de Buenos Aires. Afirmaron que los anegamientos se desencadenaron porque cayó mucha agua de golpe y que hacía mucho que no ocurría un fenómeno de estas características.
Mediante un comunicado, el gobierno porteño informó a las 14.20 que la tormenta” afectó a la gran mayoría de los barrios de la ciudad. “El dato más representativo es que en la zona de Constitución cayeron más de 60 milímetros en una hora, una cantidad que no es usual”, añadió.
“Palermo, Belgrano, el Aeroparque, Retiro y Constitución fueron las zonas más afectadas con anegamientos temporarios que en la mayoría de los casos empezaron a drenar en cuanto la tormenta empezó a pasar. Los pasos bajo nivel de Yatay y de Salguero quedaron intransitables ante la cantidad de agua”, comunicó.
“Subió un metro acá el agua”, lamentaba José Jaldin al inicio de la tarde, mientras secaba su auto sobre Avenida Libertador. Él es albañil y trabaja hace alrededor de un mes en la construcción de un complejo de departamentos sobre la arteria. “Veíamos de arriba como crecía el agua, faltó poco para que el auto flotara”, sostuvo.
Daniel Rivas de Moura es enfermero del Hospital Fernández desde la pandemia. LA NACION lo encontró secando su auto en Libertador y Salguero. Todas las mañanas estaciona su auto a 45 grados sobre la avenida y señaló que nunca vio algo igual. “Me estaba yendo y, cuando abrí el auto, me encontré con que estaba lleno de agua; no pensé. No sé como entró, porque este es un auto alto”. Cree que eran las olas de los autos que pasaban las que empujaban el agua que entraba por la puerta del vehículo. “Es raro porque acá nunca se inunda”, se asombró.
La heladería Aversa, en Libertador al 2800, cerró unas horas luego de que se acumulara agua hasta unos 20 centímetros del piso. “Cuando empezó a entrar el agua, corté la luz porque era un peligro. Cuando pasaban los autos se venía además la ola”, relató Jeff Alcántara, empleado de la heladería. Desde que dejó de llover y bajó el agua, otra persona de la empresa limpia y manguerea la vereda para despojarla de las hojas y suciedad que llevó la corriente. En la misma cuadra a unos metros está la concesionaria Kia, cuyos empleados hacen lo mismo. “Hace 26 años que trabajo acá y esto nunca me pasó”, indicó Almesta Méndez. “Entró el agua hasta la oficina; nos llegaba al tobillo. Gracias a Dios, a los autos que tenemos a la venta no les pasó nada”, detalló.
En la estación de servicio de Cerrito y Libertador a las 14.30 ya había dejado de llover, pero el personal y unas barreras de hierro impedían que la gente cargara nafta. Varios empleados limpiaban la playa de los restos que dejó el caudal de agua. Hora antes, el agua subía varios centímetros.
Con una sensación térmica de 33,5 grados, había poco más de 20.000 usuarios sin luz en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, de acuerdo al reporte de las empresas Edesur y Edenor en la página del Entre Nacional de Regulación de la Electricidad (ENRE).
Sin embargo, el último informe el ENRE -dado a conocer cerca de las 14.15- notificaba sobre la existencia de más de 89.000 vecinos sin suministro. Además, hubo estaciones donde las vías quedaron bajo agua o casi completamente anegadas, según reflejaron usuarios de redes sociales con videos registrados con sus teléfonos.
Según pudo saber LA NACION, se reportaron además demoras Aeroparque. Al menos 10 aeronaves aterrizaron en el establecimiento aeroportuario y aguardaron para ingresar a plataforma y realizar el descenso de pasajeros. Uno de los vuelos, el AR 1882 de Aerolíneas Argentinas -procedente de Trelew, provincia de Chubut- fue desviado hacia el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Tenía horario estipulado para aterrizar cerca de las 14.05
Desde que el Ejecutivo porteño, que preside Jorge Macri, divulgaron un comunicado con las siguientes recomendaciones:
A los vecinos:
En caso de encontrar alguna calle anegada, no circular por ella.
No colocar macetas ni sillas de plástico y retirar las colocadas en ventanas o balcones que, por acción del viento, puedan ser arrastradas al vacío provocando en su caída consecuencias lamentables.
Tener sumo cuidado con tendederos y todo elemento que pueda provocar riesgos a terceros.
Asegurar los elementos que se encuentren en obras de construcción, tales como chapas, ladrillos, tirantes, etc.
No manipular artefactos eléctricos que hayan estado en contacto con el agua.
No arrojar latas, botellas u otros elementos que puedan obstruir los sumideros, ni depositar residuos en la vía pública, en los horarios y lugares no autorizados, ya que esto produce serios inconvenientes en el normal sistema de desagües pluviales.
Recordar que el horario para sacar las bolsas de residuos es de 19 a 21hs. de domingo a viernes.
Depositar los residuos siempre dentro de los contenedores y no dejar bolsas en la calle, ya que podrían tapar sumideros.
En caso de vientos fuertes o en momentos de lluvia, evitar trasladarse en zonas arboladas.
No tocar columnas del alumbrado, cajas de luz, o cualquier tipo de cables que hubiera en la vía pública.
A los automovilistas:
Usar siempre cinturón de seguridad.
Extremar las medidas de seguridad al conducir un vehículo. Recordar que la lluvia disminuye la visibilidad y que las distancias de frenado varían con respecto a las condiciones climáticas normales.
Circular a velocidad reducida y siempre con las luces de posición encendidas.