Darío Benedetto se irá de Boca: tiene muy bajos rendimientos y la dirigencia se cansó de él

El máximo artillero del club en actividad, el de mejor promedio de goles después de Martín Palermo y autor de dos tantos en la final más importante de todos los tiempos deja Boca por la puerta de atrás, en silencio, ignorado por buena parte de los hinchas y habiendo conseguido un solo gol en sus últimas 20 presentaciones con la camiseta azul y oro. Apartado desde hace dos meses por el DT Diego Martínez, que ni siquiera lo tuvo en cuenta para el partido con Independiente del Valle en el que el equipo argentino tuvo 18 bajas (incluidas las de Edinson Cavani y Milton Giménez), Darío Benedetto acordó de palabra su salida de Boca y en los próximos días pondrá a fin a su conflictiva segunda etapa en el club. Su futuro puede estar en México, Estados Unidos o Brasil, pero antes de armar las valijas el delantero deberá rescindir su vínculo con la institución.

Aquel lejano gol frente a Tigre, en el 2-0 en Victoria por la tercera fecha de la Liga Profesional, fue el último de los 71 oficiales del 9 con los colores xeneizes. De muy flojo nivel desde su vuelta, relegado de la titularidad y de nula relación con los integrantes del Consejo de Fútbol, Pipa fue una sombra del implacable anotador que brilló en Boca de la mano de Guillermo Barros Schelotto y que llegó a protagonizar cinco partidos de la selección argentina durante el ciclo de Jorge Sampaoli. De hecho, formaba parte de los planes del DT con vistas al Mundial Rusia 2018, pero una rotura de ligamentos en la rodilla derecha lo sacó de carrera de manera anticipada. Elogiado por el propio Palermo, Pipa se marchó de Boca en 2019 con un registro de 45 goles en 76 partidos. Olympique Marseille pagó por él más de 16.000.000 de dólares.

Tras un irregular paso por Europa, donde totalizó 19 tantos en 74 encuentros entre Olympique y Elche, de España, Benedetto levantó el teléfono y pidió volver a Boca. Fue en enero de 2022, antes de la Copa Libertadores. Juan Román Riquelme encabezó las charlas con él y Benedetto firmó por tres temporadas con un salario propio del Viejo Continente. Sin embargo, pese a su gol a River en 2022 y su triplete a Patronato por la Supercopa de ese año, Benedetto fue más noticia por sus problemas extrafutbolísticos que por sus acciones en la cancha.

Aunque nadie podrá borrar su estadística y el gratísimo recuerdo que dejó en los hinchas en su primera etapa con la camiseta 9 de Boca, Pipa no tendrá su despedida en la cancha y se marchará tras dos años y medio signados por la conflictividad. En los últimos días, tanto Benedetto como su representante avanzaron en las charlas con el Consejo para rescindir el vínculo con el club, que se vencerá en diciembre. Su poca participación en el equipo y una seguidilla de actos de indisciplina propiciaron su triste e inevitable partida. “Se está definiendo los detalles, pero ya es un hecho que en Boca no va a seguir”, confiaron para LA NACION desde el entorno del atacante. Su último partido fue el 3-2 sobre River por un cuarto de final de la Copa de la Liga, el 21 de abril de este año, cuando ingresó a los 27 minutos del segundo período en reemplazo a Cavani.

Querido por sus compañeros, aunque de poco feeling con entrenadores y dirigentes, Benedetto coleccionó sinsabores en sus últimos años en el club. Llevaba apenas cinco semanas en Boca cuando cargó duramente contra su compañero Agustín Almendra luego de que el volante insultara a Sebastián Battaglia durante una práctica de fútbol en Ezeiza. “La camiseta de Boca es muy grande como para que estén de j... No se aguantaba más y se cortó de raíz”, declaró, en un fallido intento de exacerbar un supuesto rol de referente.

Cuatro meses después, lejos de encauzar la conducta del plantel, Benedetto faltó a un entrenamiento tras el festejo de cumpleaños de su amigo Iván Marcone, por lo cual Battaglia lo excluyó de la lista de concentrados para un partido contra Ferro en el marco de la Copa Argentina.

Pero el hecho que marcó un quiebre en la relación Benedetto-hinchas-dirigentes sucedió en la revancha contra Corinthians por un octavo de final de la Libertadores 2022. Un día antes, Benedetto, Marcos Rojo y Carlos Izquierdoz habían protagonizado una acalorada discusión por los premios con los integrantes del Consejo. “Ayer nos trataron de perdedores. Demostrémoles a estos hijos de p... que nosotros somos ganadores”, arengó Pipa a sus compañeros antes del partido. Esa misma noche, falló dos penales. Uno, en el tiempo regular, que hubiera implicado la clasificación, y el otro, en la tanda de penales.

A partir de entonces todo se hizo cuesta arriba para el ex delantero de Arsenal y Defensa y Justicia, que volvió a salir en los diarios por cuestiones ajenas al fútbol: en agosto de 2022 recibió dos partidos de suspensión por parte de la dirigencia tras golpear “a traición” a Carlos Zambrano durante el entretiempo de un partido contra Racing. Y a fines de ese año, otra vez frente a la Academia, recibió la tarjeta roja por el Trofeo de Campeones disputado en San Luis, tras hacer el gesto de que el juez estaba comprado, y el partido fue suspendido por escasez de jugadores xeneizes.

El inicio de 2023 no fue mejor para el delantero que hoy tiene 34 años. En la fecha 3, Boca cayó por 2-1 frente a Talleres y Benedetto, que continuaba suspendido por su expulsión ante Racing, se mostró unas horas más tarde en un reconocido boliche de Quilmes.

El último escándalo del atacante ocurrió en mayo de este año, cuando celebró su cumpleaños en la noche previa a un entrenamiento. Al llegar al predio fue sorprendido por Diego Martínez en la sala de kinesiología. Desde entonces, Benedetto continuó entrenándose con el resto del plantel pero ya no formó parte de los planes del DT.

Aunque recibió llamados de varios clubes, la idea del 9 es aprovechar una oferta del exterior. Representado por Christian Bragarnik, accionista en varios clubes del fútbol mexicano, parece tener en la Liga MX un destino potable para el final de carrera. La Major League Soccer, a su vez, atrae al futbolista y a sus familiares, e Inter, de Porto Alegre, sería otro de los clubes interesados.

En Boca, Pipa ya es parte del recuerdo.