Cuesta arriba para Joe Biden: pese a ser visto como más “peligroso”, Donald Trump amplía su ventaja de cara a las elecciones en EE.UU.
WASHINGTON.- Uno es demasiado viejo. El otro, peligroso. Los votantes que decidirán en noviembre quién será el inquilino de la Casa Blanca por los próximos cuatro años tienen reparos tanto respecto del presidente Joe Biden como de su virtual rival, Donald Trump. A Biden lo ven poco apto para ponerse la presidencia al hombro, muy entrado en años, y dudan que goce de buena salud. A Trump lo ven en mejores condiciones, pero una pluralidad de votantes cree que es “peligroso”. Aun así, Trump saca una luz de ventaja.
Cuando faltan ocho meses para las eleccienes presidenciales en Estados Unidos, y antes del crucial “supermartes” en las primarias, Trump aparece mucho mejor parado que Biden, a pesar del corrosivo cierre de su presidencia –con sus denuncias falsas de fraude y el asalto de la horda trumpista al Congreso–, su impopularidad, y las 91 acusaciones por presuntos delitos que enfrenta en los tribunales. Biden sigue de capa caída, y los sondeos coinciden en reflejar un mismo problema: el presidente no logra capitalizar los logros de su gobierno o el buen desempeño de la economía.
Trump cosecha el respaldo del 48% del electorado contra un 43% que apoya a Biden, según la última encuesta de The New York Times y el Instituto Siena. El sondeo, difundido este fin de semana, le dio a Trump la ventaja más sólida ante un rival desde que lanzó su carrera política en 2015. Más preocupante aún para Biden: su popularidad se desplomó desde la última elección presidencial, en 2020. Hoy, el líder demócrata es más impopular que Trump: 38% contra un 44%, según el sondeo del diario neoyorquino.
El dato refleja el continuo –y para muchos impensado– desafío que enfrentan Biden y los demócratas este año. La Casa Blanca promueve una economía saludable bajo la etiqueta “Bidenomics”, y defiende los logros del mandatario, como la ley de infraestructura, el récord de empleo o la ley para controlar la inflación, pero nada de eso levanta la popularidad del presidente. Ya sea por su vejez, la guerra en Gaza, la crisis en la frontera –explotada al máximo por Trump y los republicanos– o el alza del costo de vida en los últimos años, los norteamericanos le bajan el pulgar. Y Trump, aún con su historial a cuestas y el rechazo de una fracción del Partido Republicano, aparece en la delantera.
La campaña de Biden salió a poner paños fríos a los resultados de la encuesta con un argumento usado hasta el cansancio en época de campaña: la desconfianza en los sondeos.
“Las encuestas siguen estando en desacuerdo con la forma en que votan los norteamericanos y constantemente sobreestiman a Trump mientras subestiman a Biden”, dijo en un comunicado Michael Tyler, director de comunicaciones de la campaña del presidente. Tyler agregó que los republicanos este año son débiles, tienen problemas de dinero y están “profundamente divididos”.
“Nuestra campaña está ignorando el ruido y está haciendo una tarea sólida para ganar, tal como hicimos en 2020″, redondeó.
La pelea en los estados “pendulares”
El sondeo de The New York Times no fue el único negativo para Biden. Otra encuesta de Bloomberg y Morning Consult que ofreció esta semana un pantallazo del pensamiento de los votantes en los siete estados “pendulares” (swing states) donde se definirá el ganador de la próxima elección también colocó a Trump al frente.
En 2020, Biden ganó seis de esos siete estados –Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Pensilvania y Wisconsin; Trump ganó en Carolina del Norte–, y ahora la encuesta lo muestra detrás del magnate en los siete, una imagen que pinta la cuesta arriba a la que se enfrentan los demócratas.
Trump domina el mapa de los swing states al aparecer por delante de Biden en los estados del “Cinturón del Óxido” (Rust Belt), en el medio oeste del país, y en los estados sureños del “Cinturón del Sol” (Sun Belt), en el sur, donde el voto hispano tiene una influencia mucho mayor. El líder republicano registra la ventaja más amplia en Arizona, Pensilvania, Georgia y Nevada, y la disputa aparece un poco más pareja en Michigan y Wisconsin.
Antes del decisivo “súpermartes”, la cita más importante de la temporada de primarias que podría poner punto final a la contienda entre Trump y Nikki Haley, única rival en pie, la encuesta de Morning Consult dejó a la vista el descontento de los norteamericanos con Trump y Biden. Casi cuatro de cada diez votantes creen que ambos son viejos.
Forzados a elegir entre los dos virtuales candidatos presidenciales, la mayor parte de los votantes dijo que Biden es demasiado viejo (44%), mientras que apenas una cuarta parte (26%) lo ve mentalmente apto para liderar al país, y una proporción aún más baja (19%) piensa que goza de buena salud. Del otro lado, una pluralidad de votantes de los swing states (45%) ven a Trump como “peligroso”.
Más allá de la ventaja de Trump, la encuesta marca la histórica singularidad de la elección presidencial de este año. Por primera vez, los norteamericanos deberán elegir entre los dos candidatos más viejos de la historia, y, gane quien gane, el país tendrá un presidente octogenario los próximos cuatro años. A sus 81 años, Biden ya es el presidente más viejo de la historia; Trump tiene 77 años y, de triunfar, cumplirá los 80 en la Casa Blanca. Para Biden, la vejez es una mochila política mucho más pesada que para Trump.
Pero el historial de Trump, sus causas judiciales, y su intento por revertir su derrota en la última elección presidencial y el asalto al Congreso lo convierten en un candidato “peligroso” para casi la mitad del electorado en los swing states. Para sus críticos, incluso entre republicanos moderados, Trump es una amenaza para la democracia.
La campaña de Biden confía en que a medida que los votantes comiencen a sentir con mayor intensidad la mejora de la economía y el freno de la inflación, y una vez que se enfrenten al mismo dilema de hace cuatro años, Biden volverá a salir airoso y obtendrá su reelección. Pero los sondeos, de momento, auguran la posibilidad latente de otros cuatro años de Trump.