Mientras crujen las diferencias sobre la estrategia bélica en Ucrania, EE.UU. levanta parcialmente una prohibición clave

Un equipo ucraniano de manejo de drones, en un búnker en la región de Donetsk. (David Guttenfelder/The New York Times)
Un equipo ucraniano de manejo de drones, en un búnker en la región de Donetsk. (David Guttenfelder/The New York Times) - Créditos: @DAVID GUTTENFELDER

WASHINGTON.- Un profundo abismo se está abriendo entre Kiev y sus puntales de Occidente, incluido Estados Unidos, sobre el futuro de la guerra defensiva de Ucrania frente a la invasión rusa. El gobierno de Volodimir Zelensky se queja cada vez más de las restricciones que impone Washington al alcance de su respuesta a los ataques rusos, mientras que los funcionarios norteamericanos reclaman que Kiev combata a fondo la corrupción interna, incluso en medio de una guerra cada vez más cruenta.

Por si fuera poco, los europeos y los norteamericanos pelean entre ellos sobre la mejor estrategia para dar vuelta la situación adversa en el campo de batalla.

Destrucción en Kharkiv tras un ataque ruso. (Finbarr O’Reilly/The New York Times)
Destrucción en Kharkiv tras un ataque ruso. (Finbarr O’Reilly/The New York Times) - Créditos: @FINBARR O'REILLY

La frustración mutua ya viene desde que Rusia lanzó su invasión, el 24 de febrero de 2022, pero tanto los funcionarios de Kiev como los de Washington y las grandes capitales de Europa dicen que en las últimas semanas las tensiones internas recrudecieron como nunca, desde que Rusia tomó la iniciativa bélica y empezó a recapturar territorio que ya había sido liberado por los ucranianos.

El mayor desacuerdo sobre la estrategia bélica es si Ucrania puede usar armas donadas para atacar objetivos en territorio ruso. El gobierno de Joe Biden le ha prohibido taxativamente hacerlo con armas de fabricación norteamericana, porque teme que la participación estadounidense necesaria para operar las armas escale en un conflicto directo con Moscú, aunque Washington está reconsiderando esta política.

Testeo en Ucrania de un sistema antidrones, en Lviv. (YURIY DYACHYSHYN / AFP)
Testeo en Ucrania de un sistema antidrones, en Lviv. (YURIY DYACHYSHYN / AFP) - Créditos: @YURIY DYACHYSHYN

Sin embargo, este jueves la Casa Blanca levantó esas restricciones, pero solo para defender la región de Kharkiv, que se encuentra bajo asedio, informó el jueves un alto funcionario del gobierno.

El miércoles, algunos líderes de la OTAN —incluidos los ministros de Relaciones Exteriores de Finlandia y Canadá—, rompieron con toda intención con Estados Unidos al declarar públicamente que nunca habían impedido que Ucrania utilizara armas donadas para atacar objetivos en suelo ruso, sumándose así a Francia y al secretario general de la alianza atlántica, Jens Stoltenberg, quienes ya han dicho que Ucrania tiene derecho a hacerlo. Alemania e Italia, por su parte, siguen acompañando la reticencia de Estados Unidos.

El desacuerdo sobre los ataques directos a suelo ruso es apenas un ejemplo de la desconexión entre Ucrania y sus apoyos militares más importantes sobre cómo abordar esta guerra de desgaste mientras la situación de las fuerzas ucranianas en el campo de batalla se sigue deteriorando. Rusia no parece tener intenciones de ceder en su intento de ocupar y anexar cuatro regiones del sudeste de Ucrania e incluso de avanzar más allá.

Vladimir Putin, en Harbin, China. (Sergei Guneyev, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP)
Vladimir Putin, en Harbin, China. (Sergei Guneyev, Sputnik, Kremlin Pool Photo via AP) - Créditos: @Sergei Guneyev

La disputa también pone en evidencia que el paquete de ayuda militar de 61.000 millones de dólares aprobado por el Congreso norteamericano el mes pasado todavía no ha logrado estabilizar a Ucrania en el campo de batalla, pero en Washington dicen que dentro de unas semanas la llegada de armas debería aliviar su situación. De todos modos, los militares ucranianos enfrentarán la intensa temporada de combates de este verano boreal en desacuerdo por varios temas con sus mayores aliados militares.

Estados Unidos y muchos países europeos también están divididos sobre varios temas, como la incorporación de Ucrania a la OTAN —Washington sigue reticente—, o si se deben utilizar activos rusos congelados en cuentas de Occidente para financiar la asistencia a Kiev, una medida que Estados Unidos y Ucrania apoyan y a la que los europeos mayormente se oponen.

Zelensky no se ha privado de atacar directamente a Biden y el martes les dijo a los periodistas reunidos en Bruselas que si el mandatario norteamericano no asiste, como es probable, a la cumbre de paz del mes próximo en Suiza “su ausencia será aplaudida por Putin personalmente, seguida de una gran ovación”.

El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, en Kharkiv
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, en Kharkiv - Créditos: @PRESIDENCIA DE UCRANIA

Pero la furia de Zelensky no está solo reservada para la Casa Blanca: según diplomáticos y funcionarios de Kiev, en las últimas semanas el presidente ucraniano destituyó a varios altos funcionarios de su gobierno considerados demasiado cercanos a Washington.

Algunos diplomáticos dicen que las críticas de Zelensky pueden ser otro intento de responder al reclamo de funcionarios norteamericanos como el secretario de Estado, Antony Blinken, que aprovechó su reciente visita a Ucrania para redoblar el pedido de lucha contra la corrupción interna en el gobierno de Kiev. En los últimos años Ucrania ha tomado numerosas medidas para combatir la corrupción, y en Kiev insisten en que Occidente no lo reconoce como debería.

Los funcionarios de la Casa Blanca se ocupan de señalar que los aspectos centrales de la relación siguen siendo sólidos, y resaltan la profunda relación de trabajo entre Washington y Kiev, que incluye la cuestión de la asistencia militar norteamericana. Está previsto que Biden y Zelensky se reúnan el mes próximo en Italia, y los funcionarios de la Casa Blanca están trabajando en un acuerdo de seguridad con Kiev que garantizará la ayuda militar durante los próximos años.

Pero cada día parecen surgir nuevas fisuras. El miércoles, un funcionario norteamericano dijo que Washington le había expresado su preocupación al gobierno de Kiev por los ataques —con armas propias— a las estaciones de radar rusas que proporcionan defensa antiaérea convencional y alerta temprana de lanzamientos nucleares por parte de Occidente.

La Casa Blanca suele recurrir a este tipo de reclamos y críticas públicas a Kiev para darle a entender a Moscú que no ve la guerra en Ucrania como una lucha directa entre Estados Unidos y Rusia, y que además quiere evitarla, por más que Putin y otros altos funcionarios rusos y propagandistas del Kremlin suelen repetir que en Ucrania en realidad están luchando contra Estados Unidos y la OTAN.

Cualquier desacuerdo entre los gobiernos de Biden y Zelensky es recibido con regocijo por los funcionarios rusos, que desde hace tiempo vienen tratando de fogonear y sacar provecho de cualquier grieta que aparezca en el apoyo de Occidente a Ucrania.

“El presidente de Ucrania no está contento con la decisión del presidente de Estados Unidos de no participar en la cumbre por Ucrania que se realizará en Suiza”, escribió en la red social X el funcionario Mikhail Ulyanov, delegado de Rusia ante los organismos internacionales en Viena. “Kiev le dicta a Occidente qué hacer y cuándo hacerlo. Y Occidente lo tolera”, añadió Ulyanov, escribiendo el nombre de la capital ucraniana con la ortografía rusa, algo que suele enfurecer a los ucranianos.

Michael Birnbaum

Traducción de Jaime Arrambide